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jueves, 15 de noviembre de 2012

Capítulo 6: Ocupando mi corazón.

Capítulo 6: Ocupando mi corazón.

Dejé a Niall en casa y me dirigí a la mía. Entré en casa. Estuve un rato con mis padres viendo la televisión y hablando un poco... Cuando iba a subir a mi habitación, me preguntaron por Sarah.

-¡Harry! ¿Vas a presentarnos a aquella chica que has conocido? ¿Sarah? -preguntó mi madre.
-¡¿A Sarah?!
-Sí. ¿Pasa algo?
-No... Nada... Ya la traeré mañana o pasado. Buenas noches.
-Buenas noches.
¿Querían conocer a Sarah? ¿Pero se creen que es mi novia o algo? ¡Sarah! Tenía que llamarla. Cogí el móvil y la llamé.

-¿Sí?
-¿Sarah?
-Sí. Dime, Harry.
-Mis padres... Haber como te lo digo... Mis padres quieren conocerte y pensé en que mañana a la tarde... Quedamos aquí en mi casa -dije rápido.
-Espera... Espera... ¿Tus padres? ¿Conocerme?
-Sí... Si no quieres no pasa nada.
-Claro. Claro que quiero.
-Bien. Pues mañana nos vemos.
-Buenas noches.
-¡Buenas noches! -colgué.

(Narra Sarah)

Sonó el despertador a las 10.00. Lo apagué. Levanté mi cabeza para mirar por la ventana. Froté mis ojos y me levanté. Me eché una manta por encima, hacía frío. Puse la televisión y preparé mi desayuno. Unas tostadas con mi vaso de leche. Recogí un poco el apartamento. Me dirigí a la ducha. Salí del baño envuelta en una toalla. Apagué el televisor y puse música. Tarareaba mientras elegía la ropa que me pondría. No sabía que ponerme, mira que tenía ropa de sobra... Al final me puse una camisa vaquera, un abrigo sin cuello, marrón, una redecilla rodeando mi cuello, unos vaqueros ajustados con algunos cortes, se llevaban mucho y unas botas marrones altas. Me dejé el pelo suelto. Miré la hora, las 11:30, justo. Me dirigí al centro comercial y ya estaban Eleanor y Alice. Esperamos un par de minutos más y llegó Danielle.

Pasamos la mañana de compras. Nos compramos muchísimas cosas. Eleanor fue la que más ropa se compro. La ropa que se compró Danielle me encantaba. Amaba como vestía. Íbamos llenas de bolsas. Dos o tres bolsas por cada brazo, sin exagerar. Varios paparazzis nos seguían, era agobiante... Decidimos ir a almorzar a Nando's. Pedimos y nos sentamos en una de las mesas del fondo.

-Chicas. Dentro de cuatro días me voy -dijo Eleanor.
-¡¿Qué?! -dijimos al unísono.
-Sí. Tengo que hacer una sesión de fotos.
-Vaya... ¿Louis lo sabe?
-Sí. Lo hablé con él ayer en la pista de patinaje.
-¿Y qué tal?
-Bueno. No es la primera vez que nos separamos por eso... Es mi trabajo. Nos volveremos a ver dentro de una semana más o menos. La sesión aunque dure unas dos o tres horas, retocar las fotos dura aproximadamente una semana.
-Iremos a despedirnos de ti.
-Gracias, chicas.
Terminamos de almorzar entre risas. Salimos del centro comercial y nos dirigimos a nuestras casas. Mi apartamento estaba antes Por el camino me empezó a sonar el móvil. Era Harry. Descolgué. Me llamó para decirme que vendría a recogerme en media hora.
-¿Harry? -preguntó Danielle.
-Sí -sonreí.
-Vaya... ¿Qué hay entre ustedes? -me miró Eleanor pícara.
-Nada -reí.
-¿Nada? No creo... -rió Alice.
-Bueno... Solo nos besamos.
-¡¿Os besasteis?!
-Sí...
-¿Y qué tal?
-Increíble. Él es increíble. Me dice cosas preciosas, me hace cosas preciosas... Me hace sentir preciosa.
-Creo que aquí una se está enamorando...
-¡No! Bueno sí... No sé...

Justo decir la última palabra llegamos a mi apartamento. 'Nos vemos chicas, os quiero' dije entrando en mi apartamento. Entré en mi habitación y solté todas las bolsas. Miré la hora, veinte minutos para que llegara Harry. Guardé toda la ropa que compré. Cuando terminé quedaban cinco minutos para que llegara. Me tome un vaso de leche y me senté en el sofá a esperar mientras estaba con él móvil en Twitter. Sonó el timbre. Corriendo cogí el bolso y abrí la puerta. 'Harry' le abracé. Me devolvió el abrazo. Salimos de mi apartamento y nos dirigimos a su casa. En unos diez minutos aproximadamente llegamos.

-¡Ya estoy aquí! -gritó él entrando en casa- Entra -susurró.
-¡Hola, hijo! -dijo la madre saliendo de la cocina- ¿Sarah? -asentí- Soy Anne, encantada.
-Igualmente -sonreí.
-¡Hola! -dijo el padre bajando las escaleras- Soy Mike, encantado -me dio dos besos.
-Pasar -dijo Anne dejándonos espacio para que entráramos en el salón.
-Mi hijo nos ha hablado mucho de ti -dijo la madre sentándose en el sofá a la vez que el padre. Solté una leve carcajada mirando a Harry.
-No le hagas ca... -le interrumpió.
-No ha parado de hablar de ti en ningún momento.
-¡Mamá!
-¿Ah, sí? -reí.
-¿Queréis algo de beber? -dijo Mike.
-No, gracias -sonreí.
-Me ha extrañando que no hayas dicho antes, cuando me presenté, 'Te llamas Anne, lo sé'... Todas las chicas que ha traído Harry a casa, me lo decían... No me gusta que me hagan eso -rió.
-Normal. Me pasó lo mismo con Harry. Hace unos días que sé de él.
-Me alegra. Y no eres una de esas que solo le quieres por la fama...

Miré a Harry y el agachó la cabeza. Le abracé y me sonrió dándome un beso en la mejilla. Le devolví la sonrisa. Estuvimos un rato más hablando sobre Harry. Sobre todo cuando era pequeño. Todas las locuras que hacía... Había una foto en la que salía Harry, de pequeño, con un sujetador blanco puesto encima de una camiseta y tenía puesta las manos como las ponen los superhéroes. Era muy cómica. A veces Harry se sonrojaba y yo le abrazaba.

Los padres eran muy simpáticos. Te reías mucho con ellos y el padre contaba unos chistes buenísimos.
Merendamos en el patio. El patio era precioso. Había una especie de camino echo con grandes rocas que te dirigían a una mesa de madera en el centro, rodeada de césped. Un árbol bastante grande que daba sombra a un balancín de madera y había una pequeña fuente en una de las esquinas del patio. La casa era enorme.

-¿Sois novios? -preguntó Mike.
-¡No! -dijimos al unísono.
-Somos amigos -dijo Harry.
-Sí, amigos -dije.
-Bueno... ¿Te quedas a cenar? -preguntó la madre.
-¡Sí! -contestó Harry.
-Ya contestó él -sonreí.
Mike y Harry preparaban la mesa y Anne y yo llevábamos la comida.
-Harry nos dijo que eras de España.
-Sí.
-¿Y cómo que estás aquí? ¿Tus padres consiguieron trabajo? ¿Viniste a estudiar? ¿A visitar a algún familiar?
-No, nada de eso. Siempre quise venir a Londres. Llevo ahorrando desde los trece años. Para que cuando cumpliera los dieciocho venir aquí.
-¿Y cuando vuelves a España? -preguntó Harry.
-Pues... No lo sé. Sé que en verano estaré allí un tiempo, pero... Si no consigo trabajo, no creo que dure tanto tiempo aquí. Pero bueno, ahora no quiero pensar en eso. Quiero disfrutar lo máximo posible.
-Vaya, ¿y vives sola, entonces?
-Sí. En un apartamento. No muy lejos de aquí.
-Me ha encantado conocerte, Sarah. Eres un encanto de chica -dijo Anne abrazándome.
-Lo mismo digo -sonreí abrazándole.

Terminamos de cenar y nos despedimos. Los padres de Harry eran... No sé como describirlo... Harry salió conmigo a la puerta para despedirnos a solas. Llamé un taxi para no tener que hacer coger el coche a Harry.

-Me lo he pasado genial, Harry. Tus padres son... Increíbles, de verdad -sonreí.
-Gracias, Sarah -sonrió- ¿Mañana nos veremos?
-Pues no sé. Puede que quede con Danielle para bailar. Ya que dijo que pasará la tarde sola, porque Liam tiene una entrevista... ¿Tú no vas a la entrevista?
-¡La entrevista! Es verdad. Sí, sí que tengo que ir.
-Bueno, entonces... Ya hablamos -sonreí- Ahí viene el taxi. Buenas noches -le di un beso en la mejilla y corriendo me dirigí al taxi.

Antes de abrir la puerta, miré a Harry, se acariciaba la mejilla, sorprendido... por así decirlo. Me despedí con la mano y entré en el taxi. Le dije la dirección al taxista del apartamento y me llevo hacía éste.

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