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jueves, 15 de noviembre de 2012

Capítulo 26: Presentimiento.

Capítulo 26: Presentimiento.

Puse en marcha el coche. En unos minutos ya habíamos llegado a su apartamento. También habían paparazzis y periodistas allí. 'Corre' le dije a Sarah antes de bajar. Se quitó los tacones y corriendo se bajó del coche. Abrí el maletero y cogí mis maletas. Cerré el coche y me acerqué a Sarah que iba a un par de metros más avanzada que yo. Puse mi mano en su espalda y entramos en el apartamento. Cerré la puerta. Entré en la cocina y bebí agua. Sarah entró en su habitación. En un rincón había dos maletas grandes y a su lado una más pequeña. Sarah abrió su armario. Ropa no le faltaba. Ella comenzó a sacar conjuntos. Pantalones, largos y cortos, vestidos, camisetas, bikinis, etc. Quitaba las perchas, lo doblaba y ordenado lo guardaba en una de las maletas grandes. Cuando ya guardó toda su ropa cerré la maleta, aunque ésta si que me costó un poco de más trabajo cerrarla, se había pasado de ropa, pero así eran las mujeres. Abrió la otra pequeña maleta y en uno de los bolsillos guardó la ropa interior. En el otro bolsillo un bolso con maquillaje, perfume, complementos, etc. Cerré también esa pequeña. Sarah entró en el baño a ducharse. Salí de la habitación. Mientras, comencé a observar todas las fotos que tenía en el salón de su apartamento. En una de ellas salía abrazando a su hermana por detrás y besaba su mejilla. Se parecen bastante. Había otra en la que sale las dos hermanas junto a los padres y a su lado otra foto un poco más pequeña. Tendría unos ocho años. Tenía una gran copa en la mano. Cogí esa foto y me senté en el sofá. Pude ver que la copa era una bailarina. Sarah estaba feliz, lo notaba. Alzaba la copa con sus dos manos. A su lado una chica de unos veinte años. Estaba seguro de que lo iba a conseguir, que Sarah iba a ser una gran bailarina profesional, o eso me decía aquel extraño presentimiento.

Sarah entró en el salón ya duchada y arreglada. Iba con unos pantalones largos y ajustados, rojos y una camisa vaquera. Llevaba una coleta alta y unas vans negras. Me gustaba. Miré de nuevo la foto y después a ella. Sí, estaba seguro de que tarde o temprano lo lograría.

Le di un beso en los labios. Dejé la foto de nuevo en su sitio y salimos del apartamento. Nos dirigimos a casa de Louis, allí nos despediríamos de todos. Nuestro avión salía a las 16:00. Aún los paparazzis y periodistas seguían allí. Nos montamos en el coche ignorándolos. Después de poner a éste en funcionamientos nos dirigimos a casa de Louis. En unos quince minutos aproximadamente llegamos. Llamé. Zayn nos abrió. Nos saludo gritando su típico 'Vas Happenin'?' y nos dio un fuerte abrazo a los dos.

(Narra Sarah)

Riendo saludamos a Zayn. Nos dejó entrar y vimos a todos en el sofá. Niall y Alice reían a carcajadas, Danielle, Liam y Eleanor observaban divertidos a Louis que seguro que había dicho o echo alguna locura de las suyas. Todos se giraron al vernos y se levantaron a saludar. Después de un par de minutos de besos y abrazos nos sentamos todos en el sofá.

-¿Nerviosos por el viaje? -preguntó Liam pasando su brazo izquierdo por los hombros de Danielle acercándola a él.
-Sí. Estamos deseando ir ya -sonrió Harry mirándome. Apoyé mi cabeza en su hombro.
-París es precioso, yo he estado con Louis un par de veces y es increíble. Disfrutar al máximo -sonrió Eleanor.
-Sí. Pero con cuidado eh, hay que hacerlo con protección.

Todas las chicas miramos a Louis bastante sorprendidas tras su comentario, al contrario de los chicos que estallaron a carcajadas.

-¡Louis! -gritó Eleanor apunto de comenzar a reír ella también.
-Lo siento, lo siento -rió Louis.

Al final acabamos todos riendo. Estuvimos casi toda la tarde jugando a juegos de mesa. Al que más jugamos fue a 'La herencia de Tiagata' era el preferido de Liam y Danielle. Llegó la hora de la cena. Ninguna teníamos ganas de cocinar, así que acabamos decidiendo pedir pizza. Harry y Niall salieron a por ella.

-Chicos, tengo que deciros algo -dije mirando a todos. Éstos me observaban atentos- En cuanto volvamos de París me voy a España.
-¿¡Qué!? -preguntaron todos al unísono. Lo que hizo que mis ojos se humedecieran. Respiré hondo intentando no llorar.
-He gastado todos mis ahorros en el viaje. Pero, estaremos en contacto, de verdad.
-¡No será lo mismo, Sarah! -dijo Danielle.
-Pero, no puedo hacer nada... Yo quería disfrutar de unas vacaciones antes de separarnos... -no pude evitar que una lágrima corriendo cayera por mi mejilla. Pasé mi pulgar derecho por mi mejilla y me sequé la lágrima.
-¿Harry lo sabe?
-No, Louis... Tengo miedo de que no quiera venir a París o de que intente darme dinero.
-Yo creo que debes decírselo, Sarah... Imagínate si después no quiere ir a la gira.
-¡Que bien huele! -grita Niall cuando entra junto a Harry en el salón.

Todos nos quedamos en silencio en cuanto oímos gritar a Niall. Parece que se dieron cuenta y éstos dos nos miraron un poco extrañados. Todos me miraban, lo que hizo que Harry me mirase también. Agaché mi cabeza. Éste se sentó a mi lado y me agarró la mano.

-¿Qué ocurre, cielo? -preguntó mirándome a los ojos.
-Después de cenar hablamos, ¿sí? -apoyé mi cabeza en su hombro intentando sonreír.
-Esta bien.

Harry me besó el pelo. Preparamos la mesa. Las pizzas olían de maravilla. Comenzamos a cenar. No paramos de reír durante toda la cena. Los chicos no paraban de contarnos anécdotas y cada una de ellas eran demasiado graciosas. Lo que les ocurría a estos chicos, no les ocurría a nadie.

Terminamos de cenar. Entre todos recogimos la mesa. Danielle y Alice se pusieron a lavar, mientras Eleanor guardaba las cosas. No sabía como decírselo a Harry. Cogí su mano y tiré de él hasta llegar al jardín que tenía Louis en su casa. Nos sentamos en unas grandes y bonitas hamacas de madera que tenía Louis colocadas junto a un pequeño lago artificial con peces naranjas. Harry me miraba preocupado. Observaba como los peces se movían de un lado para otro, no podía mirar a Harry.

-Me estás preocupando, Sarah, dime que pasa -dice Harry obligándome a mirarle a los ojos.
-Cuando volvamos de París me iré a España...
-¿Cómo que te irás a España?
-Sí... He gastado todos mis ahorros en el viaje a París.
-¿¡Qué!? -Harry soltó mis manos y se las puso en la cabeza. Miré de nuevo al lago y un par de lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas- ¿Has renunciado a tu sueño de poder venir a Londres por mí?
-Sí -dije volviendo a mirar sus ojos verdes, que esta vez estaban húmedos.
-¿Por qué lo has echo? -una lágrima descendió despacio por su mejilla derecha hasta llegar a la comisura de sus labios.
-Harry, yo solo quería que disfrutáramos juntos de unas vacaciones antes de que comenzara la gira.
-Pero es que ahora me siento mal, Sarah yo n...
-Tarde o temprano iba a volver a España, Harry. Además seguiremos en contacto. Hablaremos todos los días. Aunque sé que además de separarme de ustedes, también me separaré de las chicas. Pero, en cuanto pueda vuelvo a Londres.
-Te amo -dijo Harry abrazando.
-Y yo mucho más.

Le devolví el abrazo. Comencé a empapar el hombro de Harry con mis lágrimas, pero no me importaba. Quería desahogarme. De lo que estaba segura era de que por muchos kilómetros que nos separasen, nuestra relación no iba a terminar, o al menos eso creía yo.

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