Capítulo 40: La distancia no existe, pero si la falta de amor.
(Narra Emma)
Aquel día me levanté de lo más feliz. Eran las 10:00. Dos horas después iba a volver a ver a Zayn. Estaría con él parte del día. Él se iba a las 19:00 a Manchester. Y dos meses después volvería a Londres. Estaba pensando aquello de mudarme a Londres con mi madre. Es algo que siempre he querido hacer y si era para estar cerca de Zayn, sería mucho mejor. Ese día iba a hablarlo con él y si le parecía buena idea se lo comentaría a mi madre. Ella vendría conmigo, ya que es la única que tengo. Mis padres se separaron cuando yo tenía siete años, y desde entonces no supe nada más de él, pero aquello hizo que mi madre y yo nos uniéramos como nunca.
Me levanté de la cama y me puse unas zapatillas. Aquel día hacía mucho frío. Me puse una manta por encima y despacio bajé al salón. Mi madre me esperaba allí para desayunar. Estaba distraída observando la televisión. Me acerqué a ella y le besé la mejilla. Asustada se giró. Sonrió y me dio los buenos días. Me besó la mejilla y se levantó. Entró en la cocina y detrás entré yo. Cogí dos tazas, en una eché cola cao y en la otra café. Puse pan en la tostadora y me senté en la encimera a esperar. Mi madre sacó la mermelada. Movía mis pies de un lado para otro. Desde que me levanté aquella sonrisa de enamorada no había desaparecido de mi cara.
-¿Y esa sonrisa? -dijo mi madre dándole la vuelta al pan. Sonreí a lo bajo.
-Ahora veré de nuevo a Zayn.
-¡Yo también lo quiero conocer!
-Es solo un amigo.
-Para ti no solo es un amigo -rió mi madre. Mis mejillas comenzaron a ponerse rojas.
-¡Mamá! -reí.
-Sabes que es verdad, Emma.
-Bueno, vale... Tienes razón.
-¿Y cuando se va? -dijo cogiendo la bandeja. Nos dirigimos al salón. Entramos y nos sentamos en el sofá.
-Hoy.
-¿Y de nuevo estaréis sin veros?
-Sí... Él seguirá con la gira, hasta dentro de dos meses que volverá a Londres. Y bueno, yo quería hablar hoy con él sobre ese tema. Me gustaría que nos mudásemos a Londres cuando ellos terminen la gira -dije. Mi madre casi se atraganta con el café.
-¿Mudarnos?
-Sí...
-No es mala idea, pero tengo que pensarlo antes. Tengo que hablar primero con mi jefe, para saber si me puede dar el traslado.
-¿De verdad que lo harías por mi? -dije emocionada.
-Claro que sí -sonrió ella.
Corriendo la abracé. Me había echo la más feliz en aquel momento. Con la misma conversación terminamos de desayunar. Recogí mi desayuno y subí corriendo a mi habitación. Abrí mi armario. Me senté en frente. Unos minutos después, decidí ponerme un jersey blanco con unos vaqueros ajustados azul marino. Me puse unas zapatos del mismo marrón que el bolso. Me puse mi collar con el infinito y guardé mi móvil, mi cartera en el bolso. Me hice una trenza para el lado y me coloqué las gafas de sol en el pelo. 11:00. Zayn vendría a recogerme. El día anterior le di mi dirección. Cerca hay un descampado, donde apenas solía haber gente. Intenté maquillarme todo lo rápido posible, pero ya iba tarde. Escuché el timbre de casa y como mi madre le saludaba. En cuanto terminé de maquillarme bajé corriendo. Mi madre me miró y guiñándome un ojo entró en la cocina. Reí. Me giré y lo miré a él, que con los brazos cruzados y apoyado en el marco de la puerta me esperaba sonriente. Tímida me acerqué a él y le di un beso en cada mejilla y un abrazo. Salimos de mi casa. Cerré la puerta. Caminamos unos metros en silencio. No era incómodo, solo observábamos el paisaje. Noté como Zayn me agarraba de la mano. Le miré sorprendida.
-¿Puedo? -preguntó el nervioso.
-Claro -asentí sonriente- Vamos allí -señalé una casa abandonada que se encontraba al final de aquel descampado.
-Vaya... -dijo Zayn entrando en aquella horrorosa casa.
-Sí. Da algo de miedo, pero no pasa nada. Vamos, siéntate conmigo -dije sentándome en el suelo. Zayn rió y se sentó a mi lado.
-No me quiero volver a separar de ti -dijo él mirándome después de sentarse.
-Yo tampoco... -el agachó la cabeza- Pero, quería comentarte que puede que me mude a Londres después de vuestra gira.
-¿En serio? -dijo él sorprendido.
-Lo hablé con mi madre, ya que no quería volver a separarme de ti, y bueno, no le pareció mala idea. Me dijo que iba a preguntarle al jefe si podía darle el traslado.
-¡Sería fantástico! -me abrazó. Reí- Y... ¿Sobre nosotros?
-¿Qué pasa? -pregunté extrañada.
-Bueno... yo... yo no solo te quiero como a una amiga... Sabes que yo siento algo más por ti.
-Lo sé. Yo también. Pero si vamos a volver a separarnos de nuevo... prefiero a que acabes la gira y yo me mude a Londres para comenzar una relación.
-Esperaré el tiempo que haga falta -dijo Zayn besándome la mejilla. Sonreí a lo bajo.
Me giré despacio, hasta que nuestros labios se rozaban. Nuestras miradas se encontraron un instante. Zayn esbozó una de sus seductoras sonrisas torcidas, lo que me hizo juntar sus labios con los mios. Me separé unos milímetros de él. Sonreí y volvímos a besarnos. Esta vez su lengua se introdujo en mi boca y comenzó a jugar con la mia. Cuando notamos que nos faltaba el aire nos separamos despacio. Sonreímos. Zayn besó mi frente y yo apoyé mi cabeza en su hombro. Toda la tarde estuvimos allí hablando de cualquier tontería. La llamada de Paul fue la que nos interrumpió. Zayn bufó y se fue levantando poco a poco. Cuando ya estaba de pie me tendió la mano. Agarré su mano riendo y me levanté del suelo. Salimos de aquella casa y nos dirigimos a la mia. En la puerta nos despedimos.
-Te veré dentro de dos meses -dijo Zayn abrazándome.
-Eso espero -le devolví el abrazo.
-Cuando llegue a Manchester te llamo.
-Está bien. Te quiero -sonreí.
-Y yo a ti, Emma.
Abracé por última vez a Zayn. Me separé un poco de él y de nuevo junté sus labios con los mios. No éramos novios, pero como si lo fuéramos. Y no lo éramos por aquella jodida distancia que nos iba a volver a separar durante un par de meses más, o puede que algunos más.
(Narra Sarah)
Cuatro días sin Harry. Cuatro días que notaba como me faltaban sus besos, sus abrazos, sus caricias, sus susurros en mi oído, pero sobretodo me faltaba él. Aunque habíamos estado hablando todos los días, lo echaba muchísimo de menos. Lo estaba pasando peor de lo que imaginaba. Al día siguiente hacíamos un mes de novio y no íbamos a estar juntos. También era mi casting para ser profesora de Hip-hop en aquella escuela de danza. Busqué información de ella por internet y salía que era una de las mejores de España. Iba a ser una gran oportunidad para poder cumplir mi sueño. Sin darme cuenta mis ojos comenzaron a cerrarse quedándome profundamente dormida.
09:56 de la mañana. Mis ojos se abrieron lentamente. Una fuerte luz entraba por la ventana de mi habitación impiéndome ver bien. Me froté los ojos y despacio salí de mi habitación. Bajé las escaleras. Entré en la cocina para prepararme el desayuno. De nuevo una nota de mi madre pegada en el frigorífico: ''He salido a comprar y como cada domigo por la mañana al parque con tu hermana. Llegaremos sobre la hora de almorzar. Mamá''. Despegué la nota del frigorífico y echa una bola la tiré en la basura. Abrí la leche y cogí un tazón. Eché mis cereales favoritos y después la leche. La volví a guardar en el frigorífico y cogí una cuchara. Salí de la cocina con el tazón en las manos y me senté en el sofá. Encendí la televisión y puse MTV. Estaban echando el videoclip de 'Payphone' de Maroon 5. Desayunaba mientras escuchaba cada canción. Hasta que comenzó a sonar la de los chicos. What Makes You Beautiful. Observaba atenta el videoclip mientras desayunaba, y a veces tatareaba partes de aquella hermosa canción. Cuando terminó apagué la televisión y terminé de desayunar. Dejé el tazón en la cocina y subí a mi habitación. Abrí mi armario. Cogí los pantalones del chandal gris y me los puse. Me quedaban muy anchos, pero me encantaban. Cogí una camiseta negra, también ancha con una chica bailando en el centro y debajo ponía 'Live to dance'. Me puse mis deportivas blancas y entré en el baño para plancharme el pelo. Cuando terminé saqué una de mis gorras favoritas y me la puse. Era negra con la marca de ésta en el centro. Me peiné el pelo con las manos y puse la música de la coreografía. Comencé a ensayarla antes del casting. Cada vez estaba más nerviosa.
15:53. Iba de camino a la escuela. Muchos esperaban en la puerta de ésta. Entré. Dentro había gente ensayando todo tipo de baile. Entré en la sala 'Los Angeles'. Había una mesa negra con dos hombres y una mujer. Un chico y una chica ensayaban. La mujer se levantó con un folio en la mano.
-¿Anabel López? -preguntó ella. La chica que ensayaba se paró.
-Dime.
-Eres la primera -dijo la mujer sentándose en la silla.
El chico y yo nos sentamos en el suelo. La chica se acercó a la radio y metió su disco. La música comenzó a sonar. No lo hacía nada mal, bailaba genial. Lo tenía difícil. Al ver el nivel de aquella chica mis nervios aumentaron. Después nombraron a un par de chicos más, pero por lo que vi no se habían presentado. Mejor. Ya me tocaba a mí. Me acerqué a la radio y metí el disco. Suspiré y le di al play. Me puse en el centro de la sala y comencé a bailar. Me veía sola en una gran sala oscura. Solo un foco me iluminaba a mí. Bailaba como si fuera la última vez que lo hiciera. Mucha fuerza y por supuesto la expresión, demasiada chulería tenía que trasmitir. Los del jurado y los otros dos comenzaron a aplaudir. Sonreí y me senté con la chica. Ahora le tocaba al chico. Mucho nivel. Lo iban a tener difícil. En cuanto el chico terminó, nos dejaron cinco minutos para ir a beber y ellos poder elegir. Entramos en la sala de nuevo. Nos colocamos en frente de los tres.
-Tenéis un nivel bastante alto. Veo que los tres seríais perfectos para ser profesores, pero solo tenemos que elegir a uno. Quien no sea elegido que no se derrumbe, puede apuntarse a las clases y estar en el grupo de Hip-hop. Óscar dirá el nombre de los dos eliminados -dijo ella sentándose.
-Bien -dijo uno de los hombres leyendo- Anabel, era una de las eliminadas. Lo siento -la chica se despidió de nosotros, del jurado y salió de la sala. Miré al chico y le deseé suerte. Le agarré de la mano y agachando la cabeza cerré los ojos- Aitor, también estás elimidado.
El chico también se despidió de mi y del jurado. Me llevé la mano a la boca y me puse de cuclillas en el suelo. No me lo podía creer. Los del jurado se acercaron a mi sonriendo. Me abraron todos. Les di las gracias y me despedí de ellos. Corriendo salí de la sala gritando. Todo el mundo estaba en silencio, no lo entendía. Comencé a mirar a todo el mundo. Uno por uno. Una chica pelirroja se echó a un lado. El chico que se encontraba detrás dio un paso adelante. Mi corazón comenzó a latir a mil por hora. Éste se acercó a mi corriendo con los brazos abiertos. Me levantó en peso. Todo el mundo comenzó a aplaudir y a darme la enhorabuena. Al fin reaccioné. Con mis brazos rodeé a Harry y hundí mi cabeza en su pecho. Comencé a llorar de felicidad. Harry me besó el pelo y después comenzó a acariciarlo. Aún no me podía creer nada de lo que había sucedido.
(Narra Emma)
Aquel día me levanté de lo más feliz. Eran las 10:00. Dos horas después iba a volver a ver a Zayn. Estaría con él parte del día. Él se iba a las 19:00 a Manchester. Y dos meses después volvería a Londres. Estaba pensando aquello de mudarme a Londres con mi madre. Es algo que siempre he querido hacer y si era para estar cerca de Zayn, sería mucho mejor. Ese día iba a hablarlo con él y si le parecía buena idea se lo comentaría a mi madre. Ella vendría conmigo, ya que es la única que tengo. Mis padres se separaron cuando yo tenía siete años, y desde entonces no supe nada más de él, pero aquello hizo que mi madre y yo nos uniéramos como nunca.
Me levanté de la cama y me puse unas zapatillas. Aquel día hacía mucho frío. Me puse una manta por encima y despacio bajé al salón. Mi madre me esperaba allí para desayunar. Estaba distraída observando la televisión. Me acerqué a ella y le besé la mejilla. Asustada se giró. Sonrió y me dio los buenos días. Me besó la mejilla y se levantó. Entró en la cocina y detrás entré yo. Cogí dos tazas, en una eché cola cao y en la otra café. Puse pan en la tostadora y me senté en la encimera a esperar. Mi madre sacó la mermelada. Movía mis pies de un lado para otro. Desde que me levanté aquella sonrisa de enamorada no había desaparecido de mi cara.
-¿Y esa sonrisa? -dijo mi madre dándole la vuelta al pan. Sonreí a lo bajo.
-Ahora veré de nuevo a Zayn.
-¡Yo también lo quiero conocer!
-Es solo un amigo.
-Para ti no solo es un amigo -rió mi madre. Mis mejillas comenzaron a ponerse rojas.
-¡Mamá! -reí.
-Sabes que es verdad, Emma.
-Bueno, vale... Tienes razón.
-¿Y cuando se va? -dijo cogiendo la bandeja. Nos dirigimos al salón. Entramos y nos sentamos en el sofá.
-Hoy.
-¿Y de nuevo estaréis sin veros?
-Sí... Él seguirá con la gira, hasta dentro de dos meses que volverá a Londres. Y bueno, yo quería hablar hoy con él sobre ese tema. Me gustaría que nos mudásemos a Londres cuando ellos terminen la gira -dije. Mi madre casi se atraganta con el café.
-¿Mudarnos?
-Sí...
-No es mala idea, pero tengo que pensarlo antes. Tengo que hablar primero con mi jefe, para saber si me puede dar el traslado.
-¿De verdad que lo harías por mi? -dije emocionada.
-Claro que sí -sonrió ella.
Corriendo la abracé. Me había echo la más feliz en aquel momento. Con la misma conversación terminamos de desayunar. Recogí mi desayuno y subí corriendo a mi habitación. Abrí mi armario. Me senté en frente. Unos minutos después, decidí ponerme un jersey blanco con unos vaqueros ajustados azul marino. Me puse unas zapatos del mismo marrón que el bolso. Me puse mi collar con el infinito y guardé mi móvil, mi cartera en el bolso. Me hice una trenza para el lado y me coloqué las gafas de sol en el pelo. 11:00. Zayn vendría a recogerme. El día anterior le di mi dirección. Cerca hay un descampado, donde apenas solía haber gente. Intenté maquillarme todo lo rápido posible, pero ya iba tarde. Escuché el timbre de casa y como mi madre le saludaba. En cuanto terminé de maquillarme bajé corriendo. Mi madre me miró y guiñándome un ojo entró en la cocina. Reí. Me giré y lo miré a él, que con los brazos cruzados y apoyado en el marco de la puerta me esperaba sonriente. Tímida me acerqué a él y le di un beso en cada mejilla y un abrazo. Salimos de mi casa. Cerré la puerta. Caminamos unos metros en silencio. No era incómodo, solo observábamos el paisaje. Noté como Zayn me agarraba de la mano. Le miré sorprendida.
-¿Puedo? -preguntó el nervioso.
-Claro -asentí sonriente- Vamos allí -señalé una casa abandonada que se encontraba al final de aquel descampado.
-Vaya... -dijo Zayn entrando en aquella horrorosa casa.
-Sí. Da algo de miedo, pero no pasa nada. Vamos, siéntate conmigo -dije sentándome en el suelo. Zayn rió y se sentó a mi lado.
-No me quiero volver a separar de ti -dijo él mirándome después de sentarse.
-Yo tampoco... -el agachó la cabeza- Pero, quería comentarte que puede que me mude a Londres después de vuestra gira.
-¿En serio? -dijo él sorprendido.
-Lo hablé con mi madre, ya que no quería volver a separarme de ti, y bueno, no le pareció mala idea. Me dijo que iba a preguntarle al jefe si podía darle el traslado.
-¡Sería fantástico! -me abrazó. Reí- Y... ¿Sobre nosotros?
-¿Qué pasa? -pregunté extrañada.
-Bueno... yo... yo no solo te quiero como a una amiga... Sabes que yo siento algo más por ti.
-Lo sé. Yo también. Pero si vamos a volver a separarnos de nuevo... prefiero a que acabes la gira y yo me mude a Londres para comenzar una relación.
-Esperaré el tiempo que haga falta -dijo Zayn besándome la mejilla. Sonreí a lo bajo.
Me giré despacio, hasta que nuestros labios se rozaban. Nuestras miradas se encontraron un instante. Zayn esbozó una de sus seductoras sonrisas torcidas, lo que me hizo juntar sus labios con los mios. Me separé unos milímetros de él. Sonreí y volvímos a besarnos. Esta vez su lengua se introdujo en mi boca y comenzó a jugar con la mia. Cuando notamos que nos faltaba el aire nos separamos despacio. Sonreímos. Zayn besó mi frente y yo apoyé mi cabeza en su hombro. Toda la tarde estuvimos allí hablando de cualquier tontería. La llamada de Paul fue la que nos interrumpió. Zayn bufó y se fue levantando poco a poco. Cuando ya estaba de pie me tendió la mano. Agarré su mano riendo y me levanté del suelo. Salimos de aquella casa y nos dirigimos a la mia. En la puerta nos despedimos.
-Te veré dentro de dos meses -dijo Zayn abrazándome.
-Eso espero -le devolví el abrazo.
-Cuando llegue a Manchester te llamo.
-Está bien. Te quiero -sonreí.
-Y yo a ti, Emma.
Abracé por última vez a Zayn. Me separé un poco de él y de nuevo junté sus labios con los mios. No éramos novios, pero como si lo fuéramos. Y no lo éramos por aquella jodida distancia que nos iba a volver a separar durante un par de meses más, o puede que algunos más.
(Narra Sarah)
Cuatro días sin Harry. Cuatro días que notaba como me faltaban sus besos, sus abrazos, sus caricias, sus susurros en mi oído, pero sobretodo me faltaba él. Aunque habíamos estado hablando todos los días, lo echaba muchísimo de menos. Lo estaba pasando peor de lo que imaginaba. Al día siguiente hacíamos un mes de novio y no íbamos a estar juntos. También era mi casting para ser profesora de Hip-hop en aquella escuela de danza. Busqué información de ella por internet y salía que era una de las mejores de España. Iba a ser una gran oportunidad para poder cumplir mi sueño. Sin darme cuenta mis ojos comenzaron a cerrarse quedándome profundamente dormida.
09:56 de la mañana. Mis ojos se abrieron lentamente. Una fuerte luz entraba por la ventana de mi habitación impiéndome ver bien. Me froté los ojos y despacio salí de mi habitación. Bajé las escaleras. Entré en la cocina para prepararme el desayuno. De nuevo una nota de mi madre pegada en el frigorífico: ''He salido a comprar y como cada domigo por la mañana al parque con tu hermana. Llegaremos sobre la hora de almorzar. Mamá''. Despegué la nota del frigorífico y echa una bola la tiré en la basura. Abrí la leche y cogí un tazón. Eché mis cereales favoritos y después la leche. La volví a guardar en el frigorífico y cogí una cuchara. Salí de la cocina con el tazón en las manos y me senté en el sofá. Encendí la televisión y puse MTV. Estaban echando el videoclip de 'Payphone' de Maroon 5. Desayunaba mientras escuchaba cada canción. Hasta que comenzó a sonar la de los chicos. What Makes You Beautiful. Observaba atenta el videoclip mientras desayunaba, y a veces tatareaba partes de aquella hermosa canción. Cuando terminó apagué la televisión y terminé de desayunar. Dejé el tazón en la cocina y subí a mi habitación. Abrí mi armario. Cogí los pantalones del chandal gris y me los puse. Me quedaban muy anchos, pero me encantaban. Cogí una camiseta negra, también ancha con una chica bailando en el centro y debajo ponía 'Live to dance'. Me puse mis deportivas blancas y entré en el baño para plancharme el pelo. Cuando terminé saqué una de mis gorras favoritas y me la puse. Era negra con la marca de ésta en el centro. Me peiné el pelo con las manos y puse la música de la coreografía. Comencé a ensayarla antes del casting. Cada vez estaba más nerviosa.
15:53. Iba de camino a la escuela. Muchos esperaban en la puerta de ésta. Entré. Dentro había gente ensayando todo tipo de baile. Entré en la sala 'Los Angeles'. Había una mesa negra con dos hombres y una mujer. Un chico y una chica ensayaban. La mujer se levantó con un folio en la mano.
-¿Anabel López? -preguntó ella. La chica que ensayaba se paró.
-Dime.
-Eres la primera -dijo la mujer sentándose en la silla.
El chico y yo nos sentamos en el suelo. La chica se acercó a la radio y metió su disco. La música comenzó a sonar. No lo hacía nada mal, bailaba genial. Lo tenía difícil. Al ver el nivel de aquella chica mis nervios aumentaron. Después nombraron a un par de chicos más, pero por lo que vi no se habían presentado. Mejor. Ya me tocaba a mí. Me acerqué a la radio y metí el disco. Suspiré y le di al play. Me puse en el centro de la sala y comencé a bailar. Me veía sola en una gran sala oscura. Solo un foco me iluminaba a mí. Bailaba como si fuera la última vez que lo hiciera. Mucha fuerza y por supuesto la expresión, demasiada chulería tenía que trasmitir. Los del jurado y los otros dos comenzaron a aplaudir. Sonreí y me senté con la chica. Ahora le tocaba al chico. Mucho nivel. Lo iban a tener difícil. En cuanto el chico terminó, nos dejaron cinco minutos para ir a beber y ellos poder elegir. Entramos en la sala de nuevo. Nos colocamos en frente de los tres.
-Tenéis un nivel bastante alto. Veo que los tres seríais perfectos para ser profesores, pero solo tenemos que elegir a uno. Quien no sea elegido que no se derrumbe, puede apuntarse a las clases y estar en el grupo de Hip-hop. Óscar dirá el nombre de los dos eliminados -dijo ella sentándose.
-Bien -dijo uno de los hombres leyendo- Anabel, era una de las eliminadas. Lo siento -la chica se despidió de nosotros, del jurado y salió de la sala. Miré al chico y le deseé suerte. Le agarré de la mano y agachando la cabeza cerré los ojos- Aitor, también estás elimidado.
El chico también se despidió de mi y del jurado. Me llevé la mano a la boca y me puse de cuclillas en el suelo. No me lo podía creer. Los del jurado se acercaron a mi sonriendo. Me abraron todos. Les di las gracias y me despedí de ellos. Corriendo salí de la sala gritando. Todo el mundo estaba en silencio, no lo entendía. Comencé a mirar a todo el mundo. Uno por uno. Una chica pelirroja se echó a un lado. El chico que se encontraba detrás dio un paso adelante. Mi corazón comenzó a latir a mil por hora. Éste se acercó a mi corriendo con los brazos abiertos. Me levantó en peso. Todo el mundo comenzó a aplaudir y a darme la enhorabuena. Al fin reaccioné. Con mis brazos rodeé a Harry y hundí mi cabeza en su pecho. Comencé a llorar de felicidad. Harry me besó el pelo y después comenzó a acariciarlo. Aún no me podía creer nada de lo que había sucedido.
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