Capítulo 20: Quien ha nacido para danzar, no lo sabe dejar.
Estuve
hablando con la dependienta. Me informé para un viaje de diez días. Nos
iríamos el cinco y volveríamos el quince y ellos se iban el dieciséis.
Creía que sería un gran regalo.
(Narra Harry)
Ese día me levanté un poco tarde, necesitaba descansar. Almorcé solo, no supe nada de Sarah durante toda la mañana. Estaba echado en el sofá viendo la televisión cuando sonó el timbre. Me imaginé que era Sarah o alguno de los chicos. Era Sarah.
-Amor -la besé.
-Cielo -me devolvió el beso.
-Pasa -entró- ¿Dónde has estado toda la mañana?
-Emm... Bueno, compras. Ya sabes, algo de ropa y comida.
-Ah, bueno... Por cierto, ¿te quedas esta noche a dormir?
-Claro -sonrió.
Vimos juntos una película. Al menos yo, me quedé dormido, estaba demasiado cansado.
(Narra Sarah)
Terminamos
de ver ''todos los días de mi vida'' cuando Harry se quedó dormido. Me
fui levantando poco a poco del sofá y apagué la televisión. Cogí mi
móvil y me fui al patio trasero. Había bastante espacio como para bailar
un rato. Lo echaba de menos, llevo bailando muchos años y ahora no
quiero dejar esto, mi sueño es ser bailarina profesional o al menos
tener mi propia academia y yo poder enseñarles mis propias coreografías,
hacer competiciones... Puse la música del móvil y me puse a repasar las
pequeñas coreografías que monté el día anterior.
(Narra Harry)
Abrí
mis ojos lentamente. Vi la televisión apagada y no había nadie en el
salón ¿Sarah? ¿Había soñado? Escuché música que provenía del patio
trasero. Me levanté del sofá frotándome los ojos y me dirigí hacia éste.
Desde
la ventana pude ver a Sarah bailar. Me asomé sin que consiguiera verme.
La verdad es que no lo hacía nada mal. Apenas sé de baile, pero he
visto más de una vez a Danielle bailar. Se movía de un lado a otro,
movía piernas y brazos a la vez, daba vueltas, movimientos de cabeza,
contratiempos, tiempos y todo al ritmo de la música. Dejó de bailar y se
echó en el suelo apoyando su frente en su rodilla. Me acerqué a ella
aplaudiendo.
-¡Bravo! -aplaudí.
-¡Harry! -empezó a reír.
-¡Me ha encantado!
-No digas tonterías, lo hice fatal... No se que me ocurre... Por cierto, voy a darme una ducha... ¿Me dejas algo para dormir?
-Claro, sube conmigo.
Subimos a mi habitación y le dejé una camiseta blanca. Se fue a duchar, mientras, yo hacía la cena.
Ponía
la mesa cuando Sarah bajó con el pelo mojado y la camiseta que le dejé.
Su piel estaba más suave de lo normal, brillaba incluso. La camiseta le
quedaba por encima de las rodillas y ancha. Preciosa. Me acerqué a ella
y la besé. No pude evitarlo. Pude notar como sonría entre mis labios.
La amaba, joder, la amaba.
-¿Hiciste la cena? -esbozó una amplia una sonrisa.
-Sí -sonreí.
-¡Qué buena pinta!
-Sí, ¿verdad? -nos sentamos y empezamos a cenar- Sarah, voy a preguntarte algo.
-Dime.
-Haber... ¿Por qué no estás ya bailando en escenarios de este país y de todo el mundo como bailarina profesional?
-Lo mismo me pregunto yo... -agachó la cabeza.
-Sarah, mírame -agarré su barbilla y levanté su cabeza despacio clavando sus preciosos ojos en los míos- Hazlo.
-Pero, Harry yo...
-Hazlo. Sarah, es tu sueño, ¿no?
-Sí... -asintió.
-Pues ya está, amor. Cumple tu sueño, por favor. Nos informaremos de
competiciones, concursos, castings y demás, también podemos hablar con
Danielle... para que se fijen en tí. Sarah, tienes talento -los ojos de
Sarah se llenaron de lágrimas, sabía que eso para ella era muy
importante, iba a cumplirlo, haría lo que sea para que ella lo
consiguiera.
-Gra... Gracias, Harry -me abrazó fuerte hundiendo su cabeza en mi pecho.
Terminamos
de cenar y recogimos la mesa. Estuvimos viendo la televisión. Yo estaba
con el ordenador en twitter hablando con algunas fans. Sarah apoyó su
cabeza en mi vientre mientras veía la televisión. Aparté un momento la
vista del ordenador y la posé en ella. Era preciosa... Sus pestañas, sus
ojos, su pequeña nariz, su gran y preciosa sonrisa que me alegraba cada
día, cada minuto de mi existencia, cada latido de mi corazón, su pelo
largo, ondulado y moreno... Ella.
Sus ojos se fueron cerrando lentamente. Estuve
bastante tiempo en twitter y viendo comentarios de fans y demás.
Cansado, apagué la televisión y el ordenador. Despacio aparté la cabeza
de Sarah de mi vientre y me levanté. La cogí en brazos y la llevé a mi
habitación. La eché en la cama y la tapé. Me quité la ropa y me quedé en
ropa interior. Me eche en la cama y abracé a Sarah. Besé su hombro con
delicadeza. Se despertó y se giró. Me miró a los ojos, la besé con
cuidado como si en algún momento fuera a romperse. La abracé mucho más
fuerte y así nos quedamos dormidos.
Me levanté antes que Sarah. No
quería despertarla para ir a desayunar. Se veía tan hermosa durmiendo.
Estuve unos minutos observando a Sarah dormir. Bajé a hacer el desayuno.
Cogí una bandeja e hice zumo de naranja natural con unas tostadas. Lo
puse todo en la bandeja y subí a la habitación. Rocé sus labios. Abrió
sus ojos lentamente.
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