Capítulo 16: Infancia. Vuelta a aquellos tiempos de dolor.
Abracé a Harry cerrando los ojos y sonreí. Me agarró de la mano y nos tiramos los dos juntos en la piscina. No pude evitar reír al ver los pelos de los chicos, estaban realmente graciosos. Harry no tenía rizos y el flequillo le llegaba hasta la nariz. Liam tenía todo echado para detrás como Niall y Zayn. Y Louis… Louis se ponía a hacerse peinados bajo el agua. Una de ellas fue ponerse el pelo hacía arriba, parecido al peinado que solía hacerse Zayn.
Zayn se acercó a mí y me hizo una ahogadilla. Me giré y le vi riendo mientras huía nadando rápido. Le seguí. No le pude alcanzar ya que alguien me agarró de los tobillos arrastrándome hacía él. Me giró y me hundió. Cuando estaba bajo el agua noté algo chocar contra mis labios. Abrí un poco los ojos… Harry. Volví a cerrar los ojos y sonreí. En seguida subimos a coger aire.
Estuvimos aproximadamente media hora más en el agua, jugando con la pelota, haciéndonos ahogadillas y alguna que otra foto.
Salieron todos menos Danielle, Zayn, Harry y yo. Cuando Liam salió no pude evitar fijarme de nuevo en su cicatriz que tanto me llamaba la atención… ¿Por qué le operaron? Aquella cicatriz estaba justa donde se situaba el riñón… ¿Por qué era?
Harry y yo salimos junto a los demás que todavía nos quedamos unos minutos más en el agua y nos sentamos en círculo con los demás chicos. Cogí la toalla y me envolví en ella sentándome entre Harry y Liam.
–Liam… –dije.
–Dime –dijo sonriente.
–¿Por qué te operaron? Me has dejado con la intriga…
–Me quitaron un riñón.
–¡¿Te quitaron un riñón?!
–Sí…
–Yo… yo también tengo problemas de riñón.
–¿Qué tienes?
–Tengo reflujos. Llevo desde los tres años yendo a hospitales… Haciéndome pruebas… Y cuando tenía los siete años aproximadamente me iban a ser un trasplante de riñón, pero, conseguí recuperarme –todo el mundo tras escuchar lo último que dijimos se callaron y se quedaron mirándonos.
–Vaya… Lo siento mucho. Parece que no has tenido una buena infancia.
Aquellas palabras que dijo Liam, me hundieron... Tenían toda la razón. No, no tuve una buena infancia. Me mordí la lengua intentando no mostrar mis lágrimas, pero, no pude aguantar mucho… Un par de lágrimas empezaron a caer por mis mejillas.
–¡Ey! No, no llores… ¿Qué te pasó?
–No tuve una buena infancia, Liam.
–¡Yo tampoco! He sufrido mucho… ¿Sabes? Yo nací muerto y gracias a los doctores recuperé la vida. También pasé los cuatros primeros años de mi vida en un hospital con treinta y dos inyecciones cada día para poder vivir y me extrajeron un riñón. En la primera fui el centro de burla de todos mis compañeros y siempre me sentí solo. Al empezar la secundaria, pedí salir a una chica veintidós veces y ella me lo rechazó. La escribí una canción y la chica salió conmigo… Pero, para dejarme al día siguiente. En el 2008, me presenté a TXF y fui expulsado, sin poder cumplir mi sueño, pero, me dijeron que volviera en dos años. Dos años después volví e hice una banda con cuatros mejores amigos. Conocí a Danielle, soy feliz con ella, la amo. Tengo millones de fans y soy primero en iTunes, nuestro primer videoclip tiene millones de visitas en Youtube, lleno conciertos y vivo mi sueño día a día –me eché a llorar, Liam… Liam tampoco tuvo una buena infancia…
–A mí… Me pasó algo parecido en la escuela...
–Cuéntame, llora, desahógate.
–No se lo he contado a nadie… Ni a mis padres. Vais a ser los primeros en saberlo… –miré a cada uno de ellos– Veréis… De pequeña siempre tuve problemas de físico, aparte del problema de los riñones… En la escuela, todos se reían de mí, por mi físico. Me insultaban, me marginaban… Incluso me pegaban. No tenía verdaderas amigas. Tenía muy pocas y todas eran unas falsas… Qué me dejaban. Yo nunca cuento nada… Siempre me lo guardo todo. Nunca le había contado esto a nadie, como dije antes… Ni a mis padres. Me encerraba en mi habitación y me ponía a llorar… Me miraba al espejo y me ponía a llorar… Dejé de comer y cogí Anemia. Me faltaba hierro, calcio, proteínas… Todo. Intenté cortarme las venas. Después me ingresaron en el hospital, fueron pocos días, pero lo pasé fatal… Cuando cumplí los doce años conocí a una chica que le gustaba el baile, como a mí. Y me convenció de bailar con ella en una academia. Empecé a perder peso… Desde entonces los chicos empezaron a fijarse en mí. Yo no quería que los chicos se fijaran en mí, quería ser feliz… Salí con un chico, y el me engañó con una supuesta amiga mía… Desde entonces no he querido tener más novio. Hasta que fuera mayor de edad. Tenía un sueño, viajar a Londres. Y aquí estoy, cumpliendo mi sueño, con ustedes… Soy feliz, chicos…
Lloraba. Lloraba muchísimo. Solté todo lo que guardé muy dentro de mí y me hizo sufrir tanto durante dieciocho años…
Miré a los chicos. Danielle, Alice y Harry estaban con los ojos llorosos, eran los más sensibles. Liam me cogió de la mano y me abrazó muy fuerte. Pude notar en mi hombro caer algo. Era agua. No, no era agua. Eran lágrimas. Liam estaba llorando. Le abracé más fuerte, no me soltaba. Hundí mi cabeza en su pecho todavía llorando. Vi como Harry se ponía las manos en la cara, tapándose. Me acerqué y lo abracé a él también. Estaba llorando y me hacía llorar más a mí.
-¿De verdad que no se lo has contado a nadie? -preguntó sorprendido Louis.
-A nadie...
-O sea, has estado guardando eso durante, ¿dieciocho años?
-Sí. Como dije antes, nunca cuento nada. Siempre me lo guardo todo... Pero, después a la mínima estallo. Aunque sea una tontería, estallo. Odio eso de mí. Soy muy insegura conmigo misma… -tras decir eso Niall agachó su cabeza y salió corriendo de allí, ¿qué le pasó?
Miré a los chicos... ¿Dije algo malo? Me levanté y seguí a Niall. Escuché un portazo en la planta de arriba. Subí y entré en la habitación de dónde provenía el ruido. Abrí lentamente y me encontré a Niall tumbado en la cama, boca abajo. Estaba llorando. Cerré la puerta y me acerqué a él. Me puse de cuclillas enfrente de él y le acaricié el pelo. Levantó su cabeza e intento sonreír...
-¿Qué te pasó? ¿Por qué saliste corriendo? -pregunté preocupada.
-No... No es nada -esbozó una sonrisa forzada.
-Niall. Hace un mes que te conozco y puedes confiar en mí y lo sabes. Vamos, cuéntame -dije sentándome en la cama. Niall se incorporó y se sentó enfrente de mí. Le sequé las lágrimas.
-Verás yo... Yo también soy muy inseguro de mí mismo... Lo paso muy mal cuando conocemos a fans y ellas solo abrazan a Harry. Ellas creen que a mí no me duele, pero sí, me duele, muchísimo. Sé que soy feo, que tengo los dientes torcidos y no tengo buen cuerpo como los chicos, pero... soy un humano y tengo sentimientos.
-¡Eh! No vuelvas a decir que eres feo, que tienes los dientes torcidos y que no tienes buen cuerpo, ¿vale? ¿Qué pasa si tienes los dientes torcidos? No soy la más indicada para decirte esto, ya que yo también soy insegura, pero, hay que aceptar que no somos perfectos, que todos tienen errores. Tenemos que amigarnos con nosotros mismos y dejar de ser tan exigentes, desarrollando la confianza en nosotros mismos. Qué tenemos el suficiente valor para seguir adelante y automotivarnos para dar lo mejor de nosotros. Sobre todo ser libres del exterior. No esperar aplausos. Agradecimientos al saber que hiciste lo que tenías que hacer bien o mal, le haya gustado o no al otro. Niall, de verdad, sácate esa idea tuya de la cabeza. ¿Las directioners no te abrazan? ¡Pues ya está! Ellas no son directioners ni son fans, no son nada, son unas falsas. Ahí esas ''fans'' os demuestran que no os quieren por el talento os quieren tan solo por el físico... Ven aquí -le acerqué a mí y le abracé fuerte.
-Gra... Gracias, Sarah -me abrazó sonriente.
-No me las des, pequeño duendecillo.
Llamaron a la puerta y ésta se abrió lentamente. Era Harry, acompañado por Louis y Alice. Niall y yo nos separamos y sonriente miramos a los demás.
-¿Qué te pasa, Niall? -preguntó Alice.
-No es nada -sonrió- Ya está todo arreglado -me abrazó de nuevo.
Abracé a Niall de nuevo. Harry se acercó a nosotros, bromeando, como si estuviera celoso. Todos echamos a reír mientras salíamos de aquella habitación. Abajo nos esperaban Zayn, Danielle y Liam. Ya más tranquilos y sin lágrimas. Decidí irme ya, era tarde.
Me despedí de los chicos, menos de Harry que me llevaba al apartamento, y de Alice y Danielle. Salimos de la casa agarrados de la mano hasta llegar al coche. Arrancó el coche y se dirigió a mi apartamento.
-Cielo, mañana tengo una entrevista, por la mañana.
-O sea, que no nos veremos.
-A la tarde... Eleanor vuelve mañana.
-¡Cierto! Ya hablamos mañana. Te escucharé en la radio. Te amo -le besé.
-Yo más -me devolvió el beso.
Sonreí. Salí del coche y entré en mi apartamento
despidiéndome con la mano. Solté el bolso en la habitación y me puse a preparar la cena. Mientras cenaba estaba viendo la televisión, aunque no echaban nada interesante. Apagué el televisor, recogí la cocina y me dirigí a mi habitación a dormir. Hoy había sido un día bastante duro... Mis padres se fueron y ese rato que pasamos entre lágrimas...
Mis párpados se abrían lentamente. Miré la hora: 9:53. Me levanté de la cama sin ganas y me dirigí a la cocina. Me preparé unos cereales. Terminé y me puse a limpiar el apartamento. Tenía puesta la radio por si acaso empezaban con la entrevista de los chicos. Cuando terminé de limpiar, me puse en el ordenador, estaba en twitter y en los TT's hablaban de la entrevista de los chicos. ¡En quince minutos empezaría!
Abracé a Harry cerrando los ojos y sonreí. Me agarró de la mano y nos tiramos los dos juntos en la piscina. No pude evitar reír al ver los pelos de los chicos, estaban realmente graciosos. Harry no tenía rizos y el flequillo le llegaba hasta la nariz. Liam tenía todo echado para detrás como Niall y Zayn. Y Louis… Louis se ponía a hacerse peinados bajo el agua. Una de ellas fue ponerse el pelo hacía arriba, parecido al peinado que solía hacerse Zayn.
Zayn se acercó a mí y me hizo una ahogadilla. Me giré y le vi riendo mientras huía nadando rápido. Le seguí. No le pude alcanzar ya que alguien me agarró de los tobillos arrastrándome hacía él. Me giró y me hundió. Cuando estaba bajo el agua noté algo chocar contra mis labios. Abrí un poco los ojos… Harry. Volví a cerrar los ojos y sonreí. En seguida subimos a coger aire.
Estuvimos aproximadamente media hora más en el agua, jugando con la pelota, haciéndonos ahogadillas y alguna que otra foto.
Salieron todos menos Danielle, Zayn, Harry y yo. Cuando Liam salió no pude evitar fijarme de nuevo en su cicatriz que tanto me llamaba la atención… ¿Por qué le operaron? Aquella cicatriz estaba justa donde se situaba el riñón… ¿Por qué era?
Harry y yo salimos junto a los demás que todavía nos quedamos unos minutos más en el agua y nos sentamos en círculo con los demás chicos. Cogí la toalla y me envolví en ella sentándome entre Harry y Liam.
–Liam… –dije.
–Dime –dijo sonriente.
–¿Por qué te operaron? Me has dejado con la intriga…
–Me quitaron un riñón.
–¡¿Te quitaron un riñón?!
–Sí…
–Yo… yo también tengo problemas de riñón.
–¿Qué tienes?
–Tengo reflujos. Llevo desde los tres años yendo a hospitales… Haciéndome pruebas… Y cuando tenía los siete años aproximadamente me iban a ser un trasplante de riñón, pero, conseguí recuperarme –todo el mundo tras escuchar lo último que dijimos se callaron y se quedaron mirándonos.
–Vaya… Lo siento mucho. Parece que no has tenido una buena infancia.
Aquellas palabras que dijo Liam, me hundieron... Tenían toda la razón. No, no tuve una buena infancia. Me mordí la lengua intentando no mostrar mis lágrimas, pero, no pude aguantar mucho… Un par de lágrimas empezaron a caer por mis mejillas.
–¡Ey! No, no llores… ¿Qué te pasó?
–No tuve una buena infancia, Liam.
–¡Yo tampoco! He sufrido mucho… ¿Sabes? Yo nací muerto y gracias a los doctores recuperé la vida. También pasé los cuatros primeros años de mi vida en un hospital con treinta y dos inyecciones cada día para poder vivir y me extrajeron un riñón. En la primera fui el centro de burla de todos mis compañeros y siempre me sentí solo. Al empezar la secundaria, pedí salir a una chica veintidós veces y ella me lo rechazó. La escribí una canción y la chica salió conmigo… Pero, para dejarme al día siguiente. En el 2008, me presenté a TXF y fui expulsado, sin poder cumplir mi sueño, pero, me dijeron que volviera en dos años. Dos años después volví e hice una banda con cuatros mejores amigos. Conocí a Danielle, soy feliz con ella, la amo. Tengo millones de fans y soy primero en iTunes, nuestro primer videoclip tiene millones de visitas en Youtube, lleno conciertos y vivo mi sueño día a día –me eché a llorar, Liam… Liam tampoco tuvo una buena infancia…
–A mí… Me pasó algo parecido en la escuela...
–Cuéntame, llora, desahógate.
–No se lo he contado a nadie… Ni a mis padres. Vais a ser los primeros en saberlo… –miré a cada uno de ellos– Veréis… De pequeña siempre tuve problemas de físico, aparte del problema de los riñones… En la escuela, todos se reían de mí, por mi físico. Me insultaban, me marginaban… Incluso me pegaban. No tenía verdaderas amigas. Tenía muy pocas y todas eran unas falsas… Qué me dejaban. Yo nunca cuento nada… Siempre me lo guardo todo. Nunca le había contado esto a nadie, como dije antes… Ni a mis padres. Me encerraba en mi habitación y me ponía a llorar… Me miraba al espejo y me ponía a llorar… Dejé de comer y cogí Anemia. Me faltaba hierro, calcio, proteínas… Todo. Intenté cortarme las venas. Después me ingresaron en el hospital, fueron pocos días, pero lo pasé fatal… Cuando cumplí los doce años conocí a una chica que le gustaba el baile, como a mí. Y me convenció de bailar con ella en una academia. Empecé a perder peso… Desde entonces los chicos empezaron a fijarse en mí. Yo no quería que los chicos se fijaran en mí, quería ser feliz… Salí con un chico, y el me engañó con una supuesta amiga mía… Desde entonces no he querido tener más novio. Hasta que fuera mayor de edad. Tenía un sueño, viajar a Londres. Y aquí estoy, cumpliendo mi sueño, con ustedes… Soy feliz, chicos…
Lloraba. Lloraba muchísimo. Solté todo lo que guardé muy dentro de mí y me hizo sufrir tanto durante dieciocho años…
Miré a los chicos. Danielle, Alice y Harry estaban con los ojos llorosos, eran los más sensibles. Liam me cogió de la mano y me abrazó muy fuerte. Pude notar en mi hombro caer algo. Era agua. No, no era agua. Eran lágrimas. Liam estaba llorando. Le abracé más fuerte, no me soltaba. Hundí mi cabeza en su pecho todavía llorando. Vi como Harry se ponía las manos en la cara, tapándose. Me acerqué y lo abracé a él también. Estaba llorando y me hacía llorar más a mí.
-¿De verdad que no se lo has contado a nadie? -preguntó sorprendido Louis.
-A nadie...
-O sea, has estado guardando eso durante, ¿dieciocho años?
-Sí. Como dije antes, nunca cuento nada. Siempre me lo guardo todo... Pero, después a la mínima estallo. Aunque sea una tontería, estallo. Odio eso de mí. Soy muy insegura conmigo misma… -tras decir eso Niall agachó su cabeza y salió corriendo de allí, ¿qué le pasó?
Miré a los chicos... ¿Dije algo malo? Me levanté y seguí a Niall. Escuché un portazo en la planta de arriba. Subí y entré en la habitación de dónde provenía el ruido. Abrí lentamente y me encontré a Niall tumbado en la cama, boca abajo. Estaba llorando. Cerré la puerta y me acerqué a él. Me puse de cuclillas enfrente de él y le acaricié el pelo. Levantó su cabeza e intento sonreír...
-¿Qué te pasó? ¿Por qué saliste corriendo? -pregunté preocupada.
-No... No es nada -esbozó una sonrisa forzada.
-Niall. Hace un mes que te conozco y puedes confiar en mí y lo sabes. Vamos, cuéntame -dije sentándome en la cama. Niall se incorporó y se sentó enfrente de mí. Le sequé las lágrimas.
-Verás yo... Yo también soy muy inseguro de mí mismo... Lo paso muy mal cuando conocemos a fans y ellas solo abrazan a Harry. Ellas creen que a mí no me duele, pero sí, me duele, muchísimo. Sé que soy feo, que tengo los dientes torcidos y no tengo buen cuerpo como los chicos, pero... soy un humano y tengo sentimientos.
-¡Eh! No vuelvas a decir que eres feo, que tienes los dientes torcidos y que no tienes buen cuerpo, ¿vale? ¿Qué pasa si tienes los dientes torcidos? No soy la más indicada para decirte esto, ya que yo también soy insegura, pero, hay que aceptar que no somos perfectos, que todos tienen errores. Tenemos que amigarnos con nosotros mismos y dejar de ser tan exigentes, desarrollando la confianza en nosotros mismos. Qué tenemos el suficiente valor para seguir adelante y automotivarnos para dar lo mejor de nosotros. Sobre todo ser libres del exterior. No esperar aplausos. Agradecimientos al saber que hiciste lo que tenías que hacer bien o mal, le haya gustado o no al otro. Niall, de verdad, sácate esa idea tuya de la cabeza. ¿Las directioners no te abrazan? ¡Pues ya está! Ellas no son directioners ni son fans, no son nada, son unas falsas. Ahí esas ''fans'' os demuestran que no os quieren por el talento os quieren tan solo por el físico... Ven aquí -le acerqué a mí y le abracé fuerte.
-Gra... Gracias, Sarah -me abrazó sonriente.
-No me las des, pequeño duendecillo.
Llamaron a la puerta y ésta se abrió lentamente. Era Harry, acompañado por Louis y Alice. Niall y yo nos separamos y sonriente miramos a los demás.
-¿Qué te pasa, Niall? -preguntó Alice.
-No es nada -sonrió- Ya está todo arreglado -me abrazó de nuevo.
Abracé a Niall de nuevo. Harry se acercó a nosotros, bromeando, como si estuviera celoso. Todos echamos a reír mientras salíamos de aquella habitación. Abajo nos esperaban Zayn, Danielle y Liam. Ya más tranquilos y sin lágrimas. Decidí irme ya, era tarde.
Me despedí de los chicos, menos de Harry que me llevaba al apartamento, y de Alice y Danielle. Salimos de la casa agarrados de la mano hasta llegar al coche. Arrancó el coche y se dirigió a mi apartamento.
-Cielo, mañana tengo una entrevista, por la mañana.
-O sea, que no nos veremos.
-A la tarde... Eleanor vuelve mañana.
-¡Cierto! Ya hablamos mañana. Te escucharé en la radio. Te amo -le besé.
-Yo más -me devolvió el beso.
Sonreí. Salí del coche y entré en mi apartamento
despidiéndome con la mano. Solté el bolso en la habitación y me puse a preparar la cena. Mientras cenaba estaba viendo la televisión, aunque no echaban nada interesante. Apagué el televisor, recogí la cocina y me dirigí a mi habitación a dormir. Hoy había sido un día bastante duro... Mis padres se fueron y ese rato que pasamos entre lágrimas...
Mis párpados se abrían lentamente. Miré la hora: 9:53. Me levanté de la cama sin ganas y me dirigí a la cocina. Me preparé unos cereales. Terminé y me puse a limpiar el apartamento. Tenía puesta la radio por si acaso empezaban con la entrevista de los chicos. Cuando terminé de limpiar, me puse en el ordenador, estaba en twitter y en los TT's hablaban de la entrevista de los chicos. ¡En quince minutos empezaría!
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