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jueves, 15 de noviembre de 2012

Capítulo 56: Jóvenes.

Capítulo 56: Jóvenes.

(Narra Harry)

En cuanto terminó de decir Liam aquella frase, Sarah se acercó despacio a ellos dos y los abrazó fuerte. Ella fue al primera que reaccionó. Alice se llevó la mano a la boca y tenía los ojos que se le iban a salir de las órbitas. Cuando Sarah se separó de ellos dos fuimos los demás a darles la enhorabuena. Danielle y Liam no dejaron de sonreír en ningún momentoy sus ojos brillaban como nunca. Estuvimos un tiempo más junto a ellos, hablando de la boda que sería dentro de dos meses, aproximadamente. Ya se hizo bastante tarde por lo que Sarah y yo decidimos irnos ya a casa. Nos despedimos de ellos y salimos de la habitación. Cruzamos el pasillo y entramos en el ascensor. Cuando llegamos a la planta baja, las puertas de éste se abrieron y nos despedimos de la recepcionista antes de salir del hospital. Cuando llegamos al coche nos montamos y nos dirigimos a casa.

-Me alegro muchísmo por Liam y Danielle -dijo Sarah sonriente.
-Y yo -sonreí- Ellos dos y Louis y Eleanor me dan envidia -reí.
-¿Envidia? -preguntó Sarah mirándome fijamente.
-Sí. Yo también quiero formar una familia y casarme.
-Pero, Harry...
-Lo sé, cielo. Aún somos jóvenes.
-Cuando tengamos un par de años más a lo mejor.
-¿A lo mejor?
-Harry... -rió ella haciéndome reír a mi también.
-Esta bien -reí mientras aparcaba el coche en frente de mi casa. La miré un instante y la di un beso en la frente.
-Te quiero.
-Yo más, Sarah -dije antes de bajarme del coche.

Entramos en casa y luego en el salón. Soltamos los abrigos y los colocamos en el perchero que había en la entrada y subimos a la habitación. Cuando ya tenía Sarah puesto el pijama nos metimos en la cama y abrazados estuvimos hasta que caímos los dos en un profundo sueño.

El grito de alguien me despertó. Corriendo abrí mis ojos y levanté mi cabeza para ver si Sarah seguía a mi lado, pero no estaba. Me levanté de la cama. Iba a salir de la habitación cuando vi una pequeña nota pegada en el pomo de la puerta. Decía: ''Buenos días, mi amor. Estás guapísimo sin pijama, pero tienes que ponerte uno porque hace mucho frío fuera. Cuando te lo pongas baja al jardín. Te amo. Sarah.'' Sonriente lo solté en el escritorio y corriendo bajé las escaleras. Me encontré a Sarah saltando mientras que con su mano derecha se agarraba su pie izquierdo que lo miraba con dolor. Me acerqué a ella y cogí su pie dejando que se agarrara a mis hombros para que no se cayera.

-¿Qué ha pasado? -pregunté.
-Me he dado con la puerta de la cocina en el dedo chico del pie y he estropeado la sorpresa.
-¿Qué sorpresa? -dije haciendo una mueca.
-Hice el desayuno, lo puse todo en el jardín y ahora iba a ir a despertarte -rió ella.
-Anda, vamos a desayunar -reí mientras tiraba de ella.

Entré en el jardín. Estaba todo lleno de nieve. Sarah corrió hasta el balancín de madera y se sentó. Había movido la mesa hasta allí y había colocado encima una bandeja con el desayuno. Sarah hizo una señal con la mano para que me sentara junto a ella sacándome de mis pensamientos. Obedecí. Allí pasamos parte de la mañana, desayunando y abrazados mientras nos balanceábamos y observábamos como nevaba aquella mañana.

(Narra Sarah)

Habían pasado un mes y medio desde aquel día. Estábamos todas las chicas acompañando a Danielle a recoger el traje de novia. Era la última prueba. Tenía los ojos rojos e intentaba no llorar mientras se observaba en el espejo que tenía delante. Daba vueltas de un lado para otro. Estaba realmente hermosa. Abracé a Eleanor sonriente que observaba emocionada a Danielle por el espejo. Ésta última se secó las lágrimas mientras daba una vuelta sobre sí misma para que nosotras pudiéramos ver mejor el vestido.

-¿Qué os parece? -preguntó.
-Es precioso -dijo Emma abrazándola.
-Te queda genial, Danielle, estás preciosa -sonrió Alice.
-¿De verdad? -dijo ella mirándonos emocionadas.
-De verdad -dijo Eleanor acercándose a ella para abrazarla.

Luego todas nos unimos y nos abrazamos. Danielle entró en el probador a cambiarse. Cuando salió y le dio el vestido a la dependienta ya que aquel día tenía que llevárselo. Después íbamos a ir a comprarnos las demás el vestido. Mientras Danielle cogía el vestido le sonó el teléfono. Le cogí el vestido y ella abrió el bolso. Era un mensaje. Comenzó a leer. Era de Liam. Me lo enseñó con lágrimas en los ojos. No podían ser más monos, de verdad. Danielle me abrazó mientras lloraba, estaba tan emocionada como él. Danielle le contestó y luego salimos de la tienda. Fuimos al centro comercial y allí nosotras nos compramos el vestido. La primera fue Alice, era de color verde agua hasta los tobillos, la verdad es que era muy bonito. En la siguiente tienda se lo compró Emma. Era celeste y tenía la espalda descubierta, también por los tobillos. Eleanor y yo fuimos las últimas, a la que más le costó decidirse fue a ella, pero acabó con uno azul marino, como los demás hasta los tobillos.

-¿Qué tal me queda? -dije saliendo del probador y girando sobre mi misma.
-Vaya, Sarah, estás preciosa -dijo Emma acercándose a mi.
-Harry va a morir -rió Alice.
-¿Qué dices? -reí entrando de nuevo en el probador.
-No sé por que esperais para darle un amigo a Peter -rió Eleanor mientras miraba a su bebé.
-Dentro de unos años -dije mientras pagaba el vestido- somos muy jóvenes.
-Sí, aún son jóvenes -dijo Danielle mientras abría la puerta para que cabiera el carro de Peter.
-¿Y Harry qué dijo?
-Él también quiere casarse y formar una familia, pero más adelante.
-¿Almorzamos aquí? -preguntó Emma señalando un McDonald's.

Todas asentimos y entramos. Los pocos que habían almorzando se quedaron mirándonos, pero no había fans, ya que estarían en clase. Nos acercamos a la caja y cada una pedimos nuestro almuerzo. Cuando ya estaba todo fuimos a coger mesa, pero decidimos subir mejor a la primera planta que no había nadie. Durante el almuerzo estuvimos hablando de la boda de Danielle y Liam, todos estábamos deseando que pasaran ya las dos semanas.

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