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jueves, 15 de noviembre de 2012

Capítulo 11: Mamá, papá, os presento a mi novio Harry Styles.

Capítulo 11: Papá, mamá, os presento a mi novio Harry Styles.

(Narra Sarah)

Eran las 20:03, cuando recibí una llamada de mis padres. ¡Al día siguiente vendrían! Estaba deseando. A las 8:00 salía el vuelo, así que llegarían aquí sobre las 10:00. Mi hermana, Jessica, aunque solíamos llamarle Jess, tenía diez años. Estaba muy emocionada, le hablé un poco y le pasé una foto de Harry, me decía: ‘Tú novio es muy guapo, así que, también es el mío, ¿vale?’ Cuando se lo conté a Harry, se echó a reír. Al día siguiente Harry me acompañaría. Por lo que esa noche se quedó en mi apartamento a dormir.

Nos despedimos de los demás y nos dirigimos al apartamento. Íbamos por el camino agarrados de la mano. Harry estaba un poco nervioso. Al día siguiente conocería a mis padres por primera vez. No paraba de preguntarme ‘¿Les caeré bien?’ ‘¿Y si no les caigo bien? Estoy preocupado…’ ‘¿Cómo voy a hablar con ellos? ¿Saben inglés?’ Mi padre no sabía, mi madre sí, era licenciada de idiomas y mis abuelos eran de Londres, pero, lo más seguro que haría de traductora para mi hermana y mi padre. Aunque mi hermana sabía lo básico del colegio, y la verdad es que no se le daba nada mal el inglés.

Llegamos al apartamento. Solté el bolso y me eché en el sofá, estaba bastante cansada. Me quité los tacones, aunque fueran pequeños, me dolían los pies. Harry entró a la habitación y se puso de cuclillas delante de mí. Me acerqué un poco a él y le besé.

–¿Cenamos? –pregunté.
–Sí, me muero de hambre.
–Pues vamos.
–Espera. Quiero hacerte yo la cena. Una cena romántica.
–¿Romántica?
–Sí. Pero no quiero que veas nada.
–No me tendré que poner una venda o algo así, ¿no?
–¡No! –rió– Pero puedes ir al salón.
–Bueno, me avisas –salimos de la habitación.

¿Una cena romántica? ¡¿Se podía ser más perfecto?! Estaba intrigada y deseando que me avisara para ir a cenar. Entré en el salón y estuve un rato en twitter, mientras tenía puesta la MTV en la televisión y escuchaba algunas canciones. Al rato Harry entró al salón, con esa perfecta sonrisa. ‘¿Ya?’ sonreí. Harry asintió con la cabeza. Me levanté del sofá y me puse los tacones. Sí, estaba en mi apartamento, pero íbamos los dos arreglados y no era plan de estar descalza… Me dirigí a Harry. Se puso detrás de mí, me agarró de la cintura y entramos en la cocina. ‘¡¿Hiciste todo esto?! ¡Es precioso!’ Me giré y le besé.

Había puesto un mantel, unas velas en el centro junto a un jarrón pequeño de flores y la comida. No era un restaurante ni nada de eso, pero estaba precioso, además Harry apagó la luz y cerró la puerta para que solo alumbrara las velas que estaban colocadas en la mesa.

Nos sentamos en la mesa y empezamos a cenar. Hablábamos de nuestro futuro. Cuando él se fuera de gira, ¿Qué haría yo? ¿Me quedaría sola? Todavía quedaba un mes, así que tampoco nos preocupamos tanto, quería pasarlo lo mejor posible. Fueron las dos mejores semanas de mi vida… Harry, las chicas y los demás chicos, cambiaron mi vida, por completo.

Terminamos de cenar y recogimos un poco la cocina. Estuvimos en el salón viendo la televisión. Mi sofá se podía poner más grande de lo que era y cabíamos los dos tumbados perfectamente. Cerca de las doce nos fuimos a dormir. Entré en el baño y me puse mi pijama celeste. Salí del baño y me encontré a Harry quitándose la camisa, enfrente del espejo, ¡dios mío! Se quitó toda la ropa, quedándose en ropa interior, ¿se creía que yo podría dormir con él así? ‘¿Quieres algún pantalón o algo? Pero, te van a quedar algo chico…’ dije. ‘No, tranquila, me gusta dormir así’ ‘¿En ropa interior?' ‘En realidad me gusta más desnudo… Pero, no lo haré’ empezó a reír. No me lo podía creer, estaba sorprendida, pero a la vez me encantaba. Creía que no iba a pasar nada de frío…

Me acerqué a él y lo besé. ‘Buenas noches’ sonreí echándome en la cama, era de matrimonio. ‘Buenas noches, cielo’ me respondió. Noté como Harry me abrazaba por detrás. Notaba cada parte de su cuerpo. Nuestros cuerpos encajaban como dos piezas de puzzle. Me acariciaba el pelo… En nada de tiempo me quedé dormida.

(Narra Harry)

Me desperté. Miré al otro lado de la cama, Sarah no estaba. Me senté en la cama frotándome los ojos. Me levanté, iba a empezar a caminar, pero, vi que había flechas rojas de papel en el suelo, te guiaban a algún lado. Empecé a reír, ‘A saber que ha hecho ahora’ pensé. Seguí las flechas lentamente. Llegué al salón y me encontré una nota pegada en la puerta. Ponía: ‘¡Buenos días, mi amor! Sigue las flechas… ¡Te quiero!’ Sonreí y seguí las flechas hasta llegar a la cocina. Alcé la mirada y me encontré a Sarah colocando el desayuno en la mesa de la cocina. No se dio cuenta de que estaba allí. Se dirigió al fregadero, me acerqué a ella sin hacer ruido y la abracé por detrás. ‘Buenos días, princesa’ le susurré cogiéndola por la cintura. Se giró y me besó. Nos sentamos en la mesa y desayunamos, eran las 8:30, temprano… Pero, los padres de Sarah llegaban a las 10:00 y teníamos que prepararnos y todo.

Terminamos de desayunar. Sarah recogía la casa mientras yo me arreglaba. Me duché y me puse lo mismo que el día anterior, se me olvidó coger ropa. Entré en el baño, me duché y me arreglé. Cuando salí del baño, Sarah estaba mirando el armario, pensativa, no sabía que ponerse.

–¿Qué te pasa? –pregunté.
–No sé que ponerme, Harry…
–Pongas lo que te pongas, estás preciosa –la besé.
–Gracias, cielo –sonrió tímida.
–Me gusta este vestido –dije cogiéndolo de la percha.
–Pero si ese es más para salir.
–Pues, póntelo esta noche.
–¿Esta noche? ¿Para qué?
–Podemos ir a cenar los dos juntos.
–¡Sí! –sonrió.
–Ponte ahora este vestido.
–¡Vale!

Le pedí a Sarah el secador para orearme un poco el pelo mojado… Se empezó a reír. Me dejó el secador y entró en el baño.

La puerta del baño se abrió. Apagué el secador y miré a Sarah que salía ya arreglada. Me quedé sin palabras, los ojos los tenía abiertos como platos, ¡estaba preciosa! Llevaba un vestido con un hombro al aire. La parte del pecho era negro y lo demás era de rayas así como de color dorado y negro. Llevaba unos tacones parecidos a los del día anterior, negros. ‘No te gusta, ¿verdad?’ dijo Sarah mirándose. No dije nada, corriendo la besé. ‘No, no me gusta… ¡Me encanta! Estas preciosa mi amor’ ‘¿De verdad?’ ‘Claro que sí’ Me besó de nuevo. Terminé de secarme un poco el pelo y se lo deje a ella. Se secó ella el pelo, se pintó un poco… Sarah no era de esas chicas que se pintan mucho, ella solo se ponía un poco de rimel y a veces ni eso. Me gustaba eso de ella, me gustaba todo, pero, eso no todas las chicas lo hacen… Todas creen que son más guapas así.

Terminamos sobre las 9:40. A menos cuarto, nos dirigimos al aeropuerto. Sarah estaba nerviosa, no se quedaba quieta. La besé y abracé.

(Narra Sarah)

Abracé a Harry. Estaba bastante nerviosa e iba a quedarme sin uñas… Miraba a todos lados, impaciente, deseaba que llegaran ya. Había paparazzis a unos metros de nosotros, pero, pasábamos de ellos, la verdad. Al rato escuché a alguien gritar mi nombre… Era una voz de niña pequeña. Me giré y mi hermana venía corriendo hacía mí.

–¡Enana! –corriendo me dirigí hacía ella y la cogí en brazos. Harry se acercaba lentamente con una amplia sonrisa– ¡Papá, mamá! –los abracé.
–¡Cariño! –me abrazó mi madre.
–Encantada, soy Amie –se presentó mi madre a Harry, en inglés obviamente, mientras yo saludaba a mi padre.
–Yo soy Harry, lo mismo digo –sonrió Harry dándole dos besos.

Lo más cómico fue cuando se presentaron Harry y mi padre, estuve traduciendo, todo iba a ser una locura. Metimos las maletas en el coche de Harry y nos dirigimos a mi apartamento.

De camino a casa, estuve hablando con mi madre. Le pregunté por mis tíos y por mis abuelos por parte de padre, mis abuelos por parte de madre viven en un pequeño pueblo de aquí de Londres…

Llegamos al apartamento y mi padre junto a Harry subieron las maletas. Abrí la puerta del apartamento y entramos todos. Mis padres dormirían en mi cama de matrimonio y yo dormiría con mi hermana en el sofá. Mis padres fueron a colocar algunas cosas en la habitación y mi hermana se quedó con Harry y conmigo en el salón. Mi hermana habló con Harry en español, yo le iba traduciendo.

–¡Mi hermana me ha hablado mucho de ti, Harry! –dijo mi hermana.
–A saber que te dijo… –me miró Harry riendo después de haberle traducido.
–¡Nada malo! Qué te quiere muchísimo, que eras guapísimo… ¡y que también eras mi novio!
–¿También? Vaya, pues que novias más guapas tengo.
–Pero, yo soy más guapa que mi hermana –dijo mi hermana sacándome la lengua.
–¡Eh! –reí.
–Cierto, eres más guapa –dijo Harry sentando a mi hermana en su pierna.

Les tiré un cojín. Empezamos a reír, y nos devolvíamos los golpes con los cojines del sofá. Caí encima de Harry y mi hermana se tiró encima de nosotros. Mi hermana salió corriendo a la cocina y nos quedamos Harry y yo allí los dos, yo encima de él. Le besé, justo en ese momento entraron mis padres y mi hermana a la vez… ‘¡Que bonito!’ rió mi hermana. Corriendo nos separamos avergonzados. Harry se sonrojó y sonrió a lo bajo. Yo miraba a mi hermana con cara de cómo te pille te enteras.

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