Capítulo 11: Papá, mamá, os presento a mi novio Harry Styles.
(Narra Sarah)
Eran
las 20:03, cuando recibí una llamada de mis padres. ¡Al día siguiente
vendrían! Estaba deseando. A las 8:00 salía el vuelo, así que llegarían
aquí sobre las 10:00. Mi hermana, Jessica, aunque solíamos llamarle
Jess, tenía diez años. Estaba muy emocionada, le hablé un poco y le pasé
una foto de Harry, me decía: ‘Tú novio es muy guapo, así que, también
es el mío, ¿vale?’ Cuando se lo conté a Harry, se echó a reír. Al día
siguiente Harry me acompañaría. Por lo que esa noche se quedó en mi
apartamento a dormir.
Nos despedimos de los demás y nos dirigimos
al apartamento. Íbamos por el camino agarrados de la mano. Harry estaba
un poco nervioso. Al día siguiente conocería a mis padres por primera
vez. No paraba de preguntarme ‘¿Les caeré bien?’ ‘¿Y si no les caigo
bien? Estoy preocupado…’ ‘¿Cómo voy a hablar con ellos? ¿Saben inglés?’
Mi padre no sabía, mi madre sí, era licenciada de idiomas y mis abuelos
eran de Londres, pero, lo más seguro que haría de traductora para mi
hermana y mi padre. Aunque mi hermana sabía lo básico del colegio, y la
verdad es que no se le daba nada mal el inglés.
Llegamos al
apartamento. Solté el bolso y me eché en el sofá, estaba bastante
cansada. Me quité los tacones, aunque fueran pequeños, me dolían los
pies. Harry entró a la habitación y se puso de cuclillas delante de mí.
Me acerqué un poco a él y le besé.
–¿Cenamos? –pregunté.
–Sí, me muero de hambre.
–Pues vamos.
–Espera. Quiero hacerte yo la cena. Una cena romántica.
–¿Romántica?
–Sí. Pero no quiero que veas nada.
–No me tendré que poner una venda o algo así, ¿no?
–¡No! –rió– Pero puedes ir al salón.
–Bueno, me avisas –salimos de la habitación.
¿Una cena romántica?
¡¿Se podía ser más perfecto?! Estaba intrigada y deseando que me avisara
para ir a cenar. Entré en el salón y estuve un rato en twitter,
mientras tenía puesta la MTV en la televisión y escuchaba algunas
canciones. Al rato Harry entró al salón, con esa perfecta sonrisa.
‘¿Ya?’ sonreí. Harry asintió con la cabeza. Me levanté del sofá y me
puse los tacones. Sí, estaba en mi apartamento, pero íbamos los dos
arreglados y no era plan de estar descalza… Me dirigí a Harry. Se puso
detrás de mí, me agarró de la cintura y entramos en la cocina.
‘¡¿Hiciste todo esto?! ¡Es precioso!’ Me giré y le besé.
Había
puesto un mantel, unas velas en el centro junto a un jarrón pequeño de
flores y la comida. No era un restaurante ni nada de eso, pero estaba
precioso, además Harry apagó la luz y cerró la puerta para que solo
alumbrara las velas que estaban colocadas en la mesa.
Nos sentamos
en la mesa y empezamos a cenar. Hablábamos de nuestro futuro. Cuando él
se fuera de gira, ¿Qué haría yo? ¿Me quedaría sola? Todavía quedaba un
mes, así que tampoco nos preocupamos tanto, quería pasarlo lo mejor
posible. Fueron las dos mejores semanas de mi vida… Harry, las chicas y
los demás chicos, cambiaron mi vida, por completo.
Terminamos de
cenar y recogimos un poco la cocina. Estuvimos en el salón viendo la
televisión. Mi sofá se podía poner más grande de lo que era y cabíamos
los dos tumbados perfectamente. Cerca de las doce nos fuimos a dormir.
Entré en el baño y me puse mi pijama celeste. Salí del baño y me
encontré a Harry quitándose la camisa, enfrente del espejo, ¡dios mío!
Se quitó toda la ropa, quedándose en ropa interior, ¿se creía que yo
podría dormir con él así? ‘¿Quieres algún pantalón o algo? Pero, te van a
quedar algo chico…’ dije. ‘No, tranquila, me gusta dormir así’ ‘¿En
ropa interior?' ‘En realidad me gusta más desnudo… Pero, no lo haré’
empezó a reír. No me lo podía creer, estaba sorprendida, pero a la vez
me encantaba. Creía que no iba a pasar nada de frío…
Me acerqué a
él y lo besé. ‘Buenas noches’ sonreí echándome en la cama, era de
matrimonio. ‘Buenas noches, cielo’ me respondió. Noté como Harry me
abrazaba por detrás. Notaba cada parte de su cuerpo. Nuestros cuerpos
encajaban como dos piezas de puzzle. Me acariciaba el pelo… En nada de
tiempo me quedé dormida.
(Narra Harry)
Me desperté. Miré al
otro lado de la cama, Sarah no estaba. Me senté en la cama frotándome
los ojos. Me levanté, iba a empezar a caminar, pero, vi que había
flechas rojas de papel en el suelo, te guiaban a algún lado. Empecé a
reír, ‘A saber que ha hecho ahora’ pensé. Seguí las flechas lentamente.
Llegué al salón y me encontré una nota pegada en la puerta. Ponía:
‘¡Buenos días, mi amor! Sigue las flechas… ¡Te quiero!’ Sonreí y seguí
las flechas hasta llegar a la cocina. Alcé la mirada y me encontré a
Sarah colocando el desayuno en la mesa de la cocina. No se dio cuenta de
que estaba allí. Se dirigió al fregadero, me acerqué a ella sin hacer
ruido y la abracé por detrás. ‘Buenos días, princesa’ le susurré
cogiéndola por la cintura. Se giró y me besó. Nos sentamos en la mesa y
desayunamos, eran las 8:30, temprano… Pero, los padres de Sarah llegaban
a las 10:00 y teníamos que prepararnos y todo.
Terminamos de
desayunar. Sarah recogía la casa mientras yo me arreglaba. Me duché y me
puse lo mismo que el día anterior, se me olvidó coger ropa. Entré en el
baño, me duché y me arreglé. Cuando salí del baño, Sarah estaba mirando
el armario, pensativa, no sabía que ponerse.
–¿Qué te pasa? –pregunté.
–No sé que ponerme, Harry…
–Pongas lo que te pongas, estás preciosa –la besé.
–Gracias, cielo –sonrió tímida.
–Me gusta este vestido –dije cogiéndolo de la percha.
–Pero si ese es más para salir.
–Pues, póntelo esta noche.
–¿Esta noche? ¿Para qué?
–Podemos ir a cenar los dos juntos.
–¡Sí! –sonrió.
–Ponte ahora este vestido.
–¡Vale!
Le pedí a Sarah el secador para orearme un poco el pelo mojado… Se empezó a reír. Me dejó el secador y entró en el baño.
La
puerta del baño se abrió. Apagué el secador y miré a Sarah que salía ya
arreglada. Me quedé sin palabras, los ojos los tenía abiertos como
platos, ¡estaba preciosa! Llevaba un vestido con un hombro al aire. La
parte del pecho era negro y lo demás era de rayas así como de color
dorado y negro. Llevaba unos tacones parecidos a los del día anterior,
negros. ‘No te gusta, ¿verdad?’ dijo Sarah mirándose. No dije nada,
corriendo la besé. ‘No, no me gusta… ¡Me encanta! Estas preciosa mi
amor’ ‘¿De verdad?’ ‘Claro que sí’ Me besó de nuevo. Terminé de secarme
un poco el pelo y se lo deje a ella. Se secó ella el pelo, se pintó un
poco… Sarah no era de esas chicas que se pintan mucho, ella solo se
ponía un poco de rimel y a veces ni eso. Me gustaba eso de ella, me
gustaba todo, pero, eso no todas las chicas lo hacen… Todas creen que
son más guapas así.
Terminamos sobre las 9:40. A menos cuarto, nos
dirigimos al aeropuerto. Sarah estaba nerviosa, no se quedaba quieta.
La besé y abracé.
(Narra Sarah)
Abracé a Harry. Estaba
bastante nerviosa e iba a quedarme sin uñas… Miraba a todos lados,
impaciente, deseaba que llegaran ya. Había paparazzis a unos metros de
nosotros, pero, pasábamos de ellos, la verdad. Al rato escuché a alguien
gritar mi nombre… Era una voz de niña pequeña. Me giré y mi hermana
venía corriendo hacía mí.
–¡Enana! –corriendo me dirigí hacía ella
y la cogí en brazos. Harry se acercaba lentamente con una amplia
sonrisa– ¡Papá, mamá! –los abracé.
–¡Cariño! –me abrazó mi madre.
–Encantada, soy Amie –se presentó mi madre a Harry, en inglés obviamente, mientras yo saludaba a mi padre.
–Yo soy Harry, lo mismo digo –sonrió Harry dándole dos besos.
Lo
más cómico fue cuando se presentaron Harry y mi padre, estuve
traduciendo, todo iba a ser una locura. Metimos las maletas en el coche
de Harry y nos dirigimos a mi apartamento.
De camino a casa, estuve hablando con mi madre. Le pregunté por mis tíos
y por mis abuelos por parte de padre, mis abuelos por parte de madre
viven en un pequeño pueblo de aquí de Londres…
Llegamos al
apartamento y mi padre junto a Harry subieron las maletas. Abrí la
puerta del apartamento y entramos todos. Mis padres dormirían en mi cama
de matrimonio y yo dormiría con mi hermana en el sofá. Mis padres
fueron a colocar algunas cosas en la habitación y mi hermana se quedó
con Harry y conmigo en el salón. Mi hermana habló con Harry en español,
yo le iba traduciendo.
–¡Mi hermana me ha hablado mucho de ti, Harry! –dijo mi hermana.
–A saber que te dijo… –me miró Harry riendo después de haberle traducido.
–¡Nada malo! Qué te quiere muchísimo, que eras guapísimo… ¡y que también eras mi novio!
–¿También? Vaya, pues que novias más guapas tengo.
–Pero, yo soy más guapa que mi hermana –dijo mi hermana sacándome la lengua.
–¡Eh! –reí.
–Cierto, eres más guapa –dijo Harry sentando a mi hermana en su pierna.
Les
tiré un cojín. Empezamos a reír, y nos devolvíamos los golpes con los
cojines del sofá. Caí encima de Harry y mi hermana se tiró encima de
nosotros. Mi hermana salió corriendo a la cocina y nos quedamos Harry y
yo allí los dos, yo encima de él. Le besé, justo en ese momento entraron
mis padres y mi hermana a la vez… ‘¡Que bonito!’ rió mi hermana.
Corriendo nos separamos avergonzados. Harry se sonrojó y sonrió a lo
bajo. Yo miraba a mi hermana con cara de cómo te pille te enteras.
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