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jueves, 15 de noviembre de 2012

Capítulo 13: Departamento del amor de mi vida.

Capítulo 13: Departamento del amor de mi vida.

Salimos del restaurante, agarrados de la mano. Estuvimos un rato dando un paseo por aquella zona, aunque no íbamos a tardar mucho, hacía frío y parecía que iba a llove
r.
Noté algo caer en mi mejilla, me toqué y era agua, miré al cielo y empezó a caerme más y más gotas. Empezó a llover bastante fuerte. Miré a Harry, el me miraba sonriendo, ¿qué hacía?

–¡Harry, está lloviendo! –dije
–Lo se –sonrió. Llovía fuerte. La trenza se me echó a perder, los pelos de Harry estaban sin rizos, precioso incluso. Estábamos empapados– ¿Te han besado alguna vez bajo la lluvia?
–No…

No me dio tiempo a terminar cuando Harry se lanzó a mí cogiéndome del cuello besándome. Notaba sus labios junto a los míos, encajaban perfectamente. Nuestras lenguas jugaban. Las gotas caían sobre mis mejillas… Fue realmente precioso.

–Quería que fueras la primera chica a la que beso bajo la lluvia y tu primer chico al que besases bajo la lluvia –sonreí y le volví a besar, lo amaba, demasiado.

Nos metimos en un pequeño portal a que pasara la lluvia. Estábamos abrazados y Harry me dejó su americana. Olía a él… tan perfecto.

Dejó de llover y nos dirigimos al coche. Unos seis paparazzis estaban haciéndonos fotos durante el momento del beso bajo la lluvia. Nos montamos en el coche y nos dirigimos hacía mi apartamento. Llegamos y aparcó el coche justo delante de la puerta. Nuestra ropa se había secado un poco, mi vestido al menos estaba húmedo. Aunque mi pelo estaba fatal, me quité la trenza y me dejé el pelo suelto. Harry estaba apoyado en el coche y yo estaba apoyada en el, enfrente suya, con mis manos en su pecho. Estuvimos cinco minutos más hablando sobre el día siguiente, el almuerzo, que nuestros padres se conocerían, etc... Le besé por última vez, pero fue un beso largo, y entré en el apartamento. Sonreí, entré y miré por la ventana como se montaba en el coche y se marchaba. Apoyé mi espalda en la ventana y me mordí el labio sonriendo. Corriendo entré al salón y estaban solo mis padres, mi hermana estaba dormida. ‘¿Qué tal te fue, Sarah?’ preguntó mi madre. ‘Mañana os diré, estoy cansada, buenas noches’ les di un beso a cada uno en la mejilla. Entré en mi habitación, me cambié y cogí el móvil para enviarle un mensaje a Harry.

(Narra Harry)

La dejé en su apartamento. Me monté en el coche y me dirigí a mi casa. Estaba muy feliz. Por fin encontré el amor de mi vida, la que siempre deseé. Y me llegó, de repente, tan sorpresiva, inesperada y necesaria, cambiando mi vida, a mejor. Era la chica que siempre quise, la chica perfecta, que era preciosa por el exterior y muchísimo más en el interior, con un pedazo de corazón que no le cabe en el pecho. Quiero tenerla conmigo, siempre, siempre a mi lado.

Llegué a mi casa. Mis padres estaban durmiendo, menos mi hermana. La saludé y dejé que siguiera hablando con el novio por teléfono. Subí a mi habitación. Mientras me quitaba la ropa mi móvil empezó a sonar. Era un mensaje de Sarah, decía: ‘Mi amor. Gracias por esta noche. Me ha encantado. Nunca la podré olvidar, tampoco te podré olvidar a ti y todas esos momentos especiales que he pasado a tu lado. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Gracias por hacerme sonreír y ser feliz. Espero que esto sea para siempre, y así será, te lo prometo. Te amo, Harry, demasiado.’

Mientras lo leía sonreía y alguna que otra lágrima de felicidad caía sobre mi mejilla. Le contesté: ‘Cielo, gracias a ti por ser como eres. Por aparecer en mi vida y hacerme ver el mundo de color. Por quererme como el verdadero Harry. Nos queda mucho por vivir juntos, eso lo tengo más que claro. Nunca te olvidaré, cariño. Te amo más, no lo olvides.’

No me contestó, me imaginé que se había ido a dormir. Me quité toda la ropa y me acosté. No me podía sacar de la cabeza a Sarah, la noche que habíamos pasado juntos, en el mensaje, en aquellos ojos color marrón claro y su perfecta sonrisa. Al rato pude quedarme dormido…

–¡Haaaaaaarry! –el grito de mi hermana me despertó. Había entrado a mi habitación.
–Déjame dormir… –dije dándome media vuelta.
–¡No! Cuéntame que tal con Sarah, ¡vamos! –empezó a saltar en la cama. Al escuchar lo que dijo mi hermana no pude evitar sonreír.
–Vamos a desayunar y te cuento –mi hermana asintió y salió de la habitación. Me levanté de la cama y me puse unos pantalones. Me dirigí a la cocina.
–¿Qué vas a querer para desayunar? –preguntó mi hermana.
–Unos cereales. Yo me los preparo, tranquila.
–Esta bien –se sentó en la mesa. Me preparé mi desayuno y me senté con ella.
–¿Y papá y mamá?
–Han ido a comprar la comida para almorzar. Pero no me cambies de tema, ¿Qué tal anoche?
–Perfecto, Gemma –sonreí a lo bajo– Iba preciosa, un vestido azul oscuro precioso, unos taconazos con una trenza a un lado.
–Ella es preciosa.
–Sí –sonreí– La llevé a cenar a un restaurante, después de cenar, estuvimos bailando, que sé que le encanta, bailamos abrazados, fue increíble, muy romántico. Y cuando salimos del restaurante empezó a llover, le pregunté si alguien le había besado bajo la lluvia, me dijo que no y la besé.
–¡¿De verdad?! ¡Qué precioso que fue todo, Harry!
–Sí –reí– Cuando llegué a casa me envió un mensaje al móvil, mira –le enseñé el mensaje.
–Qué tortolitos… Me encanta esa chica para ti, Harry –me abrazó.
–La amo, Gemma –le abracé.

Terminamos de desayunar. Recogimos todo y estuvimos un rato en el salón. Yo le envié un mensaje a Sarah: ‘Buenos días, princesa, te amo’. Llamaron a la puerta. Dejé el móvil y mi hermana y yo nos acercamos a ayudar a mis padres que llegaron con la compra.

(Narra Sarah)

Cuando le envié el mensaje a Harry me dirigí al salón para acostarme con mi hermana en el sofá. Mis padres se fueron a mi habitación. Dejé el móvil en la mesa y me eché en el sofá. No tardé mucho en quedarme dormida.

Noté como mi hermana pasaba su brazo por encima de mí haciendo que me despertara. Miré la hora en el móvil, las 9:43, y volví a dejarlo en la mesa levantándome del sofá frotándome los ojos. Le di un pequeño golpe a mi hermana haciendo que se diera media vuelta. Me detuve unos segundos para ver si se despertaba, pero siguió durmiendo. Me levanté al fin con mucho más cuidado y me dirigí a la cocina a por un vaso de leche.

Mi móvil empezó a sonar, mi hermana se despertó, lo cogí corriendo. Era un mensaje, de Harry, sonreí y abrí el mensaje. Me daba los buenos días. ‘Buenos días, princesa, te amo’ Le contesté: ‘Buenos días, amor, yo más’ Al poco tiempo me contestó: ‘Yo muchísimo más, ¿paso a recogeros sobre las 13:00?’ ‘¿Cuánto? Sí’ ‘Hasta el infinito y más allá elevado a infinito infinitas veces. Necesito verte’ ‘¡Seguro que yo mucho más! Te extraño’ ‘¡Seguro que no! ¿Recuerdas el sitio al que te llevé el primer día que nos conocimos?’ ‘¡No me discutas esto, eh! Claro’ ‘¿Nos vemos allí en diez minutos?’ ‘Allí estaré, te amo’ ‘Te amo’
Corriendo fui a darme una ducha rápida. Mis padres ya estaban despiertos, pero seguían echados en la cama. Decidí ponerme una camisa blanca, simple, con unos vaqueros negros ajustados y un abrigo de un color marrón muy claro, con unas botas del mismo color que el abrigo, con un poco de tacón, así estaría a la misma altura que Harry, con una bufanda atada al cuello, un color naranja tirando para marrón con un bolso colgando de mi hombro del mismo color, aunque más marrón que naranja. Me dejé el pelo suelto, no me daba tiempo a arreglármelo. ‘Mamá, me voy. Estaré aquí antes de las 13:00, adiós’ grité saliendo del apartamento.

Corriendo me dirigí a aquel garaje dónde me encontraría con Harry. Paparazzis y periodistas me seguían y me preguntaban por Harry. Conseguí llegar a aquel sitio escapándome. Llamé y abrió la puerta.

–¡Mi amor! –le besé. Harry me besó mientras cerraba la puerta con una pierna.
–Te extrañaba –me besó de nuevo Harry.
–Abrázame.
–Solo con una condición –me miró fijamente a los ojos.
–¿Cuál?
–Que no me sueltes nunca.
–Créeme, eso no sucederá –le abracé lo más fuerte que pude. Harry me levantó la cabeza agarrándome por la barbilla, pegó su frente con la mía, nuestros labios rozaban…
–Te amo.
–¿Me lo juras? –pregunté.
–No, te lo demuestro –me besó.

Nos sentamos en el sofá que había en aquella gran sala, enfrente de una televisión, estábamos abrazados. Al principio estuvimos jugando, hacíamos llamadas, decíamos cualquier tontería y colgábamos. Harry llamó.

–¿Hola? –dijo Harry.
–Hola, ¿quién es?
–¿Departamento del amor de mi vida? Creo que se les escapó Sarah… –eché a reír. Harry colgó corriendo. Lo besé.

Estuvimos un rato más jugando, haciendo llamadas de ese tipo. Al final nos pusimos a ver la televisión. Estuvimos viendo un poco de película que echaban en la televisión ‘’Love Actually’’. Era la favorita de Harry, aunque no nos dio tiempo de terminarla de ver entera. Nos tuvimos que ir. Harry me acompaño hasta mi apartamento. Le di un beso de despedida y saqué las llaves del bolso para abrir la puerta. Cuando me giré pude ver como Harry tecleaba algo en el teléfono. De repente mi móvil empezó a sonar. Lo cogí y miré a Harry. Estuvimos hablando por teléfono estando a menos de cinco metros.

–¿Harry? –reí siguiéndole el juego.
–¿Ya vienes? Te extraño…
–¡Pero si ni siquiera he entrado en el apartamento!

Corrí hacía él y lo volví a besar. Esta vez el beso fue mucho más largo. Ahora sí que tuve que despedirme de él. Entré en el apartamento y antes de cerrar la puerta le lancé un beso y sonreí cerrando la puerta.

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