Capítulo 18: Amor a distancia.
(Narra Zayn)
*Hace unos meses conectado en twitter*
Todos estábamos tirados en el sofá de la casa de Liam. Algunos veían la televisión, otros comían y otros dormían. Yo, estaba en twitter viendo a nuestras hermosas directioners. No teníamos ganas de salir a la calle y escuchar gritos... así que decidimos pasar el día los cinco juntos en casa de Liam.
Veía tweets de fans y contestaba a las que podía. Encontré un tweet que me llamó la atención. La chica no era fan. Pero, era... era hermosa. Tenía ojazos azules y era morena, con el pelo corto y rizado. En el tweet ponía el enlace de una cover que cantaba ella. Cantaba Bleeding Love de Leona Lewis. Me emocionó. Tenía una voz preciosa y muy dulce. Entré en su canal y ví las siete cover que había más. Me enamoré de su voz, era increíble. Empecé seguirla en twitter y la mencioné. 'Acabo de escuchar todas tus covers. Son increíbles. Tienes una voz preciosa Me has emocionado con Bleeding Love, sigue así, hermosa:)' 'Oh, muchísimas gracias. Me alegro de que te haya gustado... Por cierto, tienes cuenta verificada... ¿Eres... eres cantante o algo por el estilo?' contestó. 'De nada :) Sí, soy componente de un grupo, One Direction, ¿lo conoces?' 'No... Nunca oí hablar de ellos' Muchas fans empezaron a mencionarme, me hablaban de aquella chica que acababa de conocer... Mejor seguir hablando por mensaje.
Desde entonces todos los días hablábamos. Emma era de Glasgow. Ella subía cada vez más y más vídeos y me los mandaba por mensaje. No me cansaba de escucharla. Ella me hablaba sobre ella, cundo tenía problemas con el instituto o si se encontraba mal siempre me lo decía y teníamos una gran confianza, igual hacía yo. Eramos como mitades. No podíamos el uno sin el otro. Después nos dimos nuestros msn y pusimos la cam. Todos los días corriendo iba hacía el ordenador para ver si estaba ella. Hablaba con ella antes de todos los conciertos, su voz me tranquilizaba. Todos los días nos llamábamos y así durante muchísimo tiempo. En las firmas de discos miraba a todas nuestras niñas y deseaba que entre todas las fans estuviera ella, mi Emma, pero... No, nunca estaba. En cada concierto, me la imaginaba saltando y disfrutando con nosotros, pero nunca pasaba. Cumplió dieciocho y le envié un regalo. Una pulsera, era simple, pero los dos llevábamos una igual y desde entonces no me la he quitado y no lo pienso hacer.
Hemos estado unos días sin hablar, ella está terminando los estudios y está un poco ocupado. Igual yo, estamos preparando la gira y estamos todos muy ocupados. ¡Deseo que empiece la gira! Pasaremos por Glasgow y podré verla. Al fin. Rozar su piel con la mía con un simple abrazo o decirle un te quiero a la cara.
Todos habíamos dicho alguna vez ''¿Yo con alguien que no sea de dónde soy? Venga ya...'' Pero esto es como todo, no puedes decir que si o no sin saber lo que puedes sentir o hacer. Todos en esta vida tenemos a alguien lejos de nosotros, un amigo, mejor amigo, pareja o algún familiar de cual extrañamos mucho por la distancia, a veces o casi siempre, le necesitamos a nuestro lado para que nos escuche, nos abrace, llore o ría con nosotros, pero duele y es duro ver que no está y te tienes que aguantar imaginándote o esperando a que llegará. Tenía a Emma, que era muy importante para mí, pero... ¿Sabes lo que hizo que siguiera luchando? Saber que vería a esa persona, que si de verdad era tan importante nunca tenía que dejarse en el olvido y recuerda que la distancia era difícil, y como decía todo es difícil, pero no imposible. Si tienes alguien lejos de ti, no hay porque estar triste, es inevitable estar así, pero piensa que mejor conocerle y saber que algún día lo verás a no haberlo conocido nunca y perderte ese pedazo y gran de persona que tienes enfrente de tu pantalla. A veces la distancia puede joder, pero tras ella hay un amor que pocos pueden tener o valorar, por eso estaba orgulloso de decir que tenía una persona importante lejos de mí, porque sabía que dentro de poco o mucho la vería y eso era lo importante.
(Narra Sarah)
Eran las 21:04 aproximadamente cuando me dirigí a mi apartamento. Harry me acompaño. Se iba a quedar a cenar conmigo.
Nos montamos en el auto y nos dirigimos hacía el apartamento. De camino, apenas hablamos. Había momentos incómodos, pero estaba un poco despistada con el tema de Zayn.
Llegamos a éste y corriendo entramos. Solté el bolso en la mesa del salón y me dirigí hacía la cocina a preparar la cena. Harry me ayudó. Terminamos y juntos preparamos la mesa. Nos sentamos y empezamos a cenar.
-¿Tus padres se van mañana? -pregunté.
-Sí.
-Iré a despedirme.
-Dentro de tres días es mi cumpleaños, que no se te olvide.
-Tengo muy mala memoria para los cumpleaños... Pero, intentaré acordarme, ¿sí? -le di un corto beso- Dentro de una semana hacemos un mes.
-¡Cierto! Un mes... El primero de muchos, ¿verdad?
-No lo dudes, amor -me besó- ¿A qué hora voy a tu casa?
-Vendré a recogerte sobre las diez, ¿te parece?
-Sí -sonreí.
Terminamos de cenar, recogimos todo y nos sentamos en el sofá. Harry tenía su espalda apoyada en el apoya brazos y yo mi cabeza echada en sus piernas. Harry jugaba con mi pelo mientras veíamos una de esas películas románticas que a mí me encantaban.
-Sarah...
-Dime -me giré y le miré fijamente a sus ojazos verdes.
-Hoy, en la entrevista hice oficial nuestra relación.
-Lo sé, cielo -esbocé una sincera sonrisa- Y me encantó -le besé.
-Te amo, Sarah.
-No más que yo -volví a colocarme igual que antes.
-Sí.
-¡No!
-¿Cuánto?
-Hasta el infinito y más allá.
-Pues yo, hasta el infinito y más allá elevado a infinito infinitas veces.
Volví a besar a Harry, una y otra vez. Lo necesitaba conmigo, siempre, a mi lado. Necesitaba su voz... Lo necesitaba a él. De repente empecé a escuchar More Than This, al principio creí que era uno de los móviles, pero, no... Harry empezó a cantar muy flojo. Cerré los ojos y dejé que cantara. Sentía como mis ojos se humedecían hasta que una gota se deslizó por mi mejilla y llegaba a mi boca con un sabor salado. Volteé y rodeé mis brazos por su cuello y lo besé interrumpiéndolo... Lo amaba... ¡LO AMABA! Y podía gritarlo para que se enterase el mundo entero.
Eran cerca de las doce cuando Harry se marchó a casa. Al día siguiente, sobre las diez vendría a recogerme para ir a despedirnos de sus padres y su hermana, hasta dentro de dos meses.
Me dirigí a la cocina a por un vaso de leche. Me lo tomaba mientras apagaba la televisión y ponía la alarma en el móvil para el día siguiente. Terminé de tomar mi vaso de leche y me dirigí a mi habitación. Coloqué mi móvil en la mesita de noche y se metió en la cama intentando conciliar el sueño.
Las 8:30. Sonó la alarma. Levanté un brazo y la apagué. A los pocos segundos levanté la cabeza y después me senté frotándome los ojos. Me levanté de la cama y me dirigí a la cocina para desayunar. Me preparé un par de tortitas junto con un vaso de leche y enseguida me puse a desayunar.
Sobre las nueve empecé a elegir la ropa que me pondría. Elegí ponerme un vestido así de color beige, era simple, pero me encantaba. No era para nada ajustado e iba perfecto para un día como ese. Me puse unos pequeños tacones negros y una gran bufanda del mismo color que los tacones. Me cogí una trenza y me maquillé un poco.
A las 10:37 terminé de arreglarme. Recogí un poco el apartamento, no me dio tiempo a más, Harry ya había llamado a la puerta.
-¡Qué linda te ves!
-No seas mentiroso -le di un corto beso.
-¿Estás lista?
-Sí, vamos.
Salimos agarrados de la mano y nos dirigimos al coche de él. Llegamos a su casa y ayudamos a guardas las maletas. Cuando ya estábamos todos listo, Harry puso el coche en marcha dirigiéndose hacia el aeropuerto.
En el aeropuerto pudimos ver a los paparazzis a unos metros de nosotros, aunque, en ese momento estábamos ocupados despidiéndonos y no le echamos mucha importancia.
-Hasta dentro de dos meses, enano -abrazó Gemma a Harry.
-Te quiero -la abrazó.
-Te llamaré, hijo -Anne besó la cabeza de Harry.
-Ha sido un gusto conocerte, Sarah -me dio dos besos Mike.
-Lo mismo digo -sonreí devolviendo los dos besos en las mejillas.
Ya era hora de que se fueran. Apoyé mi cabeza en el hombro de Harry mientras pasaba mi brazo izquierdo por su espalda hasta llegar a su hombro izquierdo.
Los padres ya se fueron y juntos salimos del aeropuerto. Nos montamos en el coche y nos dirigimos a casa de Harry.
-¿Te apetece ir al centro comercial? -preguntó Harry.
-Sí, bueno... Aunque, dudo que nos dejen tranquilos.
-Ya, bueno...
-¡Tengo una idea!
-Miedo me das...
-Vamos -cogí la mano de Harry y tiré de él dirigiéndome a la habitación riendo.
-¿Qué haces?
Empecé a sacar ropa, mucha ropa. Cogí unos vaqueros negros de Harry junto con una camiseta y unas botas del mismo color.
-Ve a cambiarte.
-¿Qué? ¿Tengo que vestirme así?
-¡Vamos, que yo también me cambiaré ahora!
-Esta bien... -rió Harry entrando en el baño.
Cogí unos short negros y me los puse junto con una camiseta del mismo color que me llegaba hasta el ombligo junto con las botas negras. Me miré en el espejo y eché a reír, iba a ser muy divertido. Harry salió del baño. Eché a reír. Le dejé un gorro de lana para que tapara sus rizos. Solté mi trenza y me cogí una coleta alta. Nos pusimos cada uno unas gafas de sol y salimos de la casa dirigiéndonos hacia el centro comercial.
La gente nos miraba un poco raro... Y eso nos causaba risa.
Entramos en varias tiendas y compramos algo de ropa. Harry siempre quería pagar todo, aunque no se lo permití. Entramos también en un Starbucks. Harry fue al baño, mientras, yo pedía las bebidas.
-¡¿No era aquel chico Harry Styles?! -preguntó una chica que había detrás de mí.
-¡Qué dices! Mira como iba vestido... Estas obsesionada -contestó la otra chica que la acompañaba.
-¡Sí er...
-Claro que no es. Como va a ser Harry Styles, vamos... ¡Estamos locos! -interrumpí mientras pagaba las bebidas.
-No estoy muy segura yo... Además, tu voz me resulta familiar y tus ojos... ¡No serás Sar...
-¡Vayámonos! -Harry salió del baño y corriendo salimos de aquel lugar.
-¿Qué ha pasado?
-Una chica... Nos vio y empezó a decir que eres Harry Styles y yo era Sarah...
-Lo eres.
-¡Harry! Casi nos descubren -reí.
-¿Vamos a casa?
-Sí.
-Por cierto, tienes que vestir así más a menudo.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Me encanta como te queda esa camiseta.
-Serás... -le di un golpe en el hombro y empecé a reír.
Caminábamos juntos, agarrados de la mano y tomábamos cada uno nuestra bebida. Nos dirigíamos a casa de Harry entre risas y algunos que otros besos. Ya que no nos reconocían queríamos disfrutar como si personas ''normales'' fuéramos.
(Narra Zayn)
*Hace unos meses conectado en twitter*
Todos estábamos tirados en el sofá de la casa de Liam. Algunos veían la televisión, otros comían y otros dormían. Yo, estaba en twitter viendo a nuestras hermosas directioners. No teníamos ganas de salir a la calle y escuchar gritos... así que decidimos pasar el día los cinco juntos en casa de Liam.
Veía tweets de fans y contestaba a las que podía. Encontré un tweet que me llamó la atención. La chica no era fan. Pero, era... era hermosa. Tenía ojazos azules y era morena, con el pelo corto y rizado. En el tweet ponía el enlace de una cover que cantaba ella. Cantaba Bleeding Love de Leona Lewis. Me emocionó. Tenía una voz preciosa y muy dulce. Entré en su canal y ví las siete cover que había más. Me enamoré de su voz, era increíble. Empecé seguirla en twitter y la mencioné. 'Acabo de escuchar todas tus covers. Son increíbles. Tienes una voz preciosa Me has emocionado con Bleeding Love, sigue así, hermosa:)' 'Oh, muchísimas gracias. Me alegro de que te haya gustado... Por cierto, tienes cuenta verificada... ¿Eres... eres cantante o algo por el estilo?' contestó. 'De nada :) Sí, soy componente de un grupo, One Direction, ¿lo conoces?' 'No... Nunca oí hablar de ellos' Muchas fans empezaron a mencionarme, me hablaban de aquella chica que acababa de conocer... Mejor seguir hablando por mensaje.
Desde entonces todos los días hablábamos. Emma era de Glasgow. Ella subía cada vez más y más vídeos y me los mandaba por mensaje. No me cansaba de escucharla. Ella me hablaba sobre ella, cundo tenía problemas con el instituto o si se encontraba mal siempre me lo decía y teníamos una gran confianza, igual hacía yo. Eramos como mitades. No podíamos el uno sin el otro. Después nos dimos nuestros msn y pusimos la cam. Todos los días corriendo iba hacía el ordenador para ver si estaba ella. Hablaba con ella antes de todos los conciertos, su voz me tranquilizaba. Todos los días nos llamábamos y así durante muchísimo tiempo. En las firmas de discos miraba a todas nuestras niñas y deseaba que entre todas las fans estuviera ella, mi Emma, pero... No, nunca estaba. En cada concierto, me la imaginaba saltando y disfrutando con nosotros, pero nunca pasaba. Cumplió dieciocho y le envié un regalo. Una pulsera, era simple, pero los dos llevábamos una igual y desde entonces no me la he quitado y no lo pienso hacer.
Hemos estado unos días sin hablar, ella está terminando los estudios y está un poco ocupado. Igual yo, estamos preparando la gira y estamos todos muy ocupados. ¡Deseo que empiece la gira! Pasaremos por Glasgow y podré verla. Al fin. Rozar su piel con la mía con un simple abrazo o decirle un te quiero a la cara.
Todos habíamos dicho alguna vez ''¿Yo con alguien que no sea de dónde soy? Venga ya...'' Pero esto es como todo, no puedes decir que si o no sin saber lo que puedes sentir o hacer. Todos en esta vida tenemos a alguien lejos de nosotros, un amigo, mejor amigo, pareja o algún familiar de cual extrañamos mucho por la distancia, a veces o casi siempre, le necesitamos a nuestro lado para que nos escuche, nos abrace, llore o ría con nosotros, pero duele y es duro ver que no está y te tienes que aguantar imaginándote o esperando a que llegará. Tenía a Emma, que era muy importante para mí, pero... ¿Sabes lo que hizo que siguiera luchando? Saber que vería a esa persona, que si de verdad era tan importante nunca tenía que dejarse en el olvido y recuerda que la distancia era difícil, y como decía todo es difícil, pero no imposible. Si tienes alguien lejos de ti, no hay porque estar triste, es inevitable estar así, pero piensa que mejor conocerle y saber que algún día lo verás a no haberlo conocido nunca y perderte ese pedazo y gran de persona que tienes enfrente de tu pantalla. A veces la distancia puede joder, pero tras ella hay un amor que pocos pueden tener o valorar, por eso estaba orgulloso de decir que tenía una persona importante lejos de mí, porque sabía que dentro de poco o mucho la vería y eso era lo importante.
(Narra Sarah)
Eran las 21:04 aproximadamente cuando me dirigí a mi apartamento. Harry me acompaño. Se iba a quedar a cenar conmigo.
Nos montamos en el auto y nos dirigimos hacía el apartamento. De camino, apenas hablamos. Había momentos incómodos, pero estaba un poco despistada con el tema de Zayn.
Llegamos a éste y corriendo entramos. Solté el bolso en la mesa del salón y me dirigí hacía la cocina a preparar la cena. Harry me ayudó. Terminamos y juntos preparamos la mesa. Nos sentamos y empezamos a cenar.
-¿Tus padres se van mañana? -pregunté.
-Sí.
-Iré a despedirme.
-Dentro de tres días es mi cumpleaños, que no se te olvide.
-Tengo muy mala memoria para los cumpleaños... Pero, intentaré acordarme, ¿sí? -le di un corto beso- Dentro de una semana hacemos un mes.
-¡Cierto! Un mes... El primero de muchos, ¿verdad?
-No lo dudes, amor -me besó- ¿A qué hora voy a tu casa?
-Vendré a recogerte sobre las diez, ¿te parece?
-Sí -sonreí.
Terminamos de cenar, recogimos todo y nos sentamos en el sofá. Harry tenía su espalda apoyada en el apoya brazos y yo mi cabeza echada en sus piernas. Harry jugaba con mi pelo mientras veíamos una de esas películas románticas que a mí me encantaban.
-Sarah...
-Dime -me giré y le miré fijamente a sus ojazos verdes.
-Hoy, en la entrevista hice oficial nuestra relación.
-Lo sé, cielo -esbocé una sincera sonrisa- Y me encantó -le besé.
-Te amo, Sarah.
-No más que yo -volví a colocarme igual que antes.
-Sí.
-¡No!
-¿Cuánto?
-Hasta el infinito y más allá.
-Pues yo, hasta el infinito y más allá elevado a infinito infinitas veces.
Volví a besar a Harry, una y otra vez. Lo necesitaba conmigo, siempre, a mi lado. Necesitaba su voz... Lo necesitaba a él. De repente empecé a escuchar More Than This, al principio creí que era uno de los móviles, pero, no... Harry empezó a cantar muy flojo. Cerré los ojos y dejé que cantara. Sentía como mis ojos se humedecían hasta que una gota se deslizó por mi mejilla y llegaba a mi boca con un sabor salado. Volteé y rodeé mis brazos por su cuello y lo besé interrumpiéndolo... Lo amaba... ¡LO AMABA! Y podía gritarlo para que se enterase el mundo entero.
Eran cerca de las doce cuando Harry se marchó a casa. Al día siguiente, sobre las diez vendría a recogerme para ir a despedirnos de sus padres y su hermana, hasta dentro de dos meses.
Me dirigí a la cocina a por un vaso de leche. Me lo tomaba mientras apagaba la televisión y ponía la alarma en el móvil para el día siguiente. Terminé de tomar mi vaso de leche y me dirigí a mi habitación. Coloqué mi móvil en la mesita de noche y se metió en la cama intentando conciliar el sueño.
Las 8:30. Sonó la alarma. Levanté un brazo y la apagué. A los pocos segundos levanté la cabeza y después me senté frotándome los ojos. Me levanté de la cama y me dirigí a la cocina para desayunar. Me preparé un par de tortitas junto con un vaso de leche y enseguida me puse a desayunar.
Sobre las nueve empecé a elegir la ropa que me pondría. Elegí ponerme un vestido así de color beige, era simple, pero me encantaba. No era para nada ajustado e iba perfecto para un día como ese. Me puse unos pequeños tacones negros y una gran bufanda del mismo color que los tacones. Me cogí una trenza y me maquillé un poco.
A las 10:37 terminé de arreglarme. Recogí un poco el apartamento, no me dio tiempo a más, Harry ya había llamado a la puerta.
-¡Qué linda te ves!
-No seas mentiroso -le di un corto beso.
-¿Estás lista?
-Sí, vamos.
Salimos agarrados de la mano y nos dirigimos al coche de él. Llegamos a su casa y ayudamos a guardas las maletas. Cuando ya estábamos todos listo, Harry puso el coche en marcha dirigiéndose hacia el aeropuerto.
En el aeropuerto pudimos ver a los paparazzis a unos metros de nosotros, aunque, en ese momento estábamos ocupados despidiéndonos y no le echamos mucha importancia.
-Hasta dentro de dos meses, enano -abrazó Gemma a Harry.
-Te quiero -la abrazó.
-Te llamaré, hijo -Anne besó la cabeza de Harry.
-Ha sido un gusto conocerte, Sarah -me dio dos besos Mike.
-Lo mismo digo -sonreí devolviendo los dos besos en las mejillas.
Ya era hora de que se fueran. Apoyé mi cabeza en el hombro de Harry mientras pasaba mi brazo izquierdo por su espalda hasta llegar a su hombro izquierdo.
Los padres ya se fueron y juntos salimos del aeropuerto. Nos montamos en el coche y nos dirigimos a casa de Harry.
-¿Te apetece ir al centro comercial? -preguntó Harry.
-Sí, bueno... Aunque, dudo que nos dejen tranquilos.
-Ya, bueno...
-¡Tengo una idea!
-Miedo me das...
-Vamos -cogí la mano de Harry y tiré de él dirigiéndome a la habitación riendo.
-¿Qué haces?
Empecé a sacar ropa, mucha ropa. Cogí unos vaqueros negros de Harry junto con una camiseta y unas botas del mismo color.
-Ve a cambiarte.
-¿Qué? ¿Tengo que vestirme así?
-¡Vamos, que yo también me cambiaré ahora!
-Esta bien... -rió Harry entrando en el baño.
Cogí unos short negros y me los puse junto con una camiseta del mismo color que me llegaba hasta el ombligo junto con las botas negras. Me miré en el espejo y eché a reír, iba a ser muy divertido. Harry salió del baño. Eché a reír. Le dejé un gorro de lana para que tapara sus rizos. Solté mi trenza y me cogí una coleta alta. Nos pusimos cada uno unas gafas de sol y salimos de la casa dirigiéndonos hacia el centro comercial.
La gente nos miraba un poco raro... Y eso nos causaba risa.
Entramos en varias tiendas y compramos algo de ropa. Harry siempre quería pagar todo, aunque no se lo permití. Entramos también en un Starbucks. Harry fue al baño, mientras, yo pedía las bebidas.
-¡¿No era aquel chico Harry Styles?! -preguntó una chica que había detrás de mí.
-¡Qué dices! Mira como iba vestido... Estas obsesionada -contestó la otra chica que la acompañaba.
-¡Sí er...
-Claro que no es. Como va a ser Harry Styles, vamos... ¡Estamos locos! -interrumpí mientras pagaba las bebidas.
-No estoy muy segura yo... Además, tu voz me resulta familiar y tus ojos... ¡No serás Sar...
-¡Vayámonos! -Harry salió del baño y corriendo salimos de aquel lugar.
-¿Qué ha pasado?
-Una chica... Nos vio y empezó a decir que eres Harry Styles y yo era Sarah...
-Lo eres.
-¡Harry! Casi nos descubren -reí.
-¿Vamos a casa?
-Sí.
-Por cierto, tienes que vestir así más a menudo.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Me encanta como te queda esa camiseta.
-Serás... -le di un golpe en el hombro y empecé a reír.
Caminábamos juntos, agarrados de la mano y tomábamos cada uno nuestra bebida. Nos dirigíamos a casa de Harry entre risas y algunos que otros besos. Ya que no nos reconocían queríamos disfrutar como si personas ''normales'' fuéramos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario