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jueves, 15 de noviembre de 2012

Capítulo 55: El primer paso a la felicidad.

Capítulo 55: El primer paso a la felicidad.

(Narra Sarah)

Cruzamos la sala de espera y el largo pasillo hasta llegar a la puerta de entrada. 08:23. Estábamos todos que nos caímos de sueño. Salimos del hospital y en la puertas nos despedimos de los demás. Nos dirigimos al coche de Harry, éste lo abrió, cuando nos montamos lo puso en marcha y nos dirigimos a su casa. Un par de minutos después comencé a notar como mis ojos se abrían y se cerraban lentamente. Eché mi cabeza hacia atrás apoyándola en el asiento. Escuché como se cerraba una puerta despertándome, y luego se abría otra. Una mano me cogió por debajo de las piernas y otra se colocaba en mi espalda. Abrí despacio mis ojos y vi a Harry que cerraba la puerta con el pie. En brazos me llevó hasta la puerta de su casa, Harry no conseguía abrirla, así que pedí que me bajara, y así hizo. Abrió la puerta y entramos en la casa. Corriendo entré en el salón y me tiré en el sofá. Harry cerró la puerta y se acercó a mi colocándose de cuclillas. Giré despacio mi cabeza hasta quedarnos mirándonos fijamente, Harry sonrió y me besó la frente.

-Vamos a domir, cielo. Tenemos que descansar -dijo acariciándome el pelo.
-No tengo ganas de subir hasta arriba -me coloqué bien en el sofá- se está muy bien aquí.
-Vamos, que yo te cojo -dijo Harry riendo.

Suspiré mientras cerraba mis ojos. Harry me colocó encima de su hombro y fue al pasillo para cerrar todas las puertas, cuando ya estaba todo cerrado, subió despacio las escaleras y entramos en la habitación. Me tumbó en la cama, él se quitó la ropa y se puso un pijama. Se giró, se tumbó a mi lado y nos tapó con la manta. Harry me dio un corto beso después de darme las buenas noches, luego me abrazó dejando que nuestros cuerpos se quedaran encajados como dos piezas de puzzle.

(Narra Harry)

En cuanto mis ojos se abrieron pude ver como Sarah observaba el pecho de la habitación. Parpadeé un par de veces y levanté mi cabeza para poder verla mejor. Ella giró su cabeza y me sonrió. Volví a echarme en la almohada sin dejar de mirarla, ella se sentó encima mia agarrándome de la camiseta y se inclinó un poco para besarme.

-Buenos, días, hermoso -dijo antes de volver a besarme.
-Buenos días, cielo -sonreí en los labios.
-¿Vamos a ir a ver a Eleanor?
-Sí -dije asintiendo varias veces con la cabeza.
-Son las 17:43 -dijo riendo.
-Vamos a comer primero -reí.

Sarah besó mi nariz y se quitó de encima mia. Se levantó de la cama y se colocó bien el pijama y el pelo, luego lo hice yo. La agarré de la cintura y salimos de la habitación. Cuando llegamos abajo entramos en la cocina para hacernos algo rápido para comer. En silencio comimos y luego volvimos a la habitación y luego volvimos a subir a la habitación para vestirnos. Me puse unos vaqueros con una camiseta clara y encima una chaqueta oscura como los zapatos. Me peiné un poco el pelo con las manos y salí de la habitación para entrar en la de al lado donde se cambiaba Sarah de ropa. Llevaba un vestido marrón de invierno que le llegaba por encima de las rodillas, con unas de aquella botas que tanto le encantaban a ella, una chaqueta encima y en el pelo se puso un gorro de lana. Me sonrió mientras se colocaba bien el gorrito y juntos salimos de la habitación. Cogí las llaves del coche y salimos de mi casa, nos montamos en éste y nos dirigimos de nuevo al hospital. Allí ya se encontraban todos menos Danielle y Liam, que se suponía que llegarían a la noche. Eran las 19:36. Entramos en la consula donde estaba Eleanor.

-Hola, chicos -sonrió Alice.
-Hola -dijimos al unísono.
-¿Cómo está Peter? -dijo Sarah acercándose a Eleanor para besarle la mejilla.
-Muy bien -sonrió Louis sentándose en una silla. Se notaba bastante cansado.
-¿Y Liam y Danielle? -pregunté mientras me sentaba al lado de Niall.
-Me dijo que vendrían después a la noche, ya que iban a cenar los dos juntos -dijo Zayn acariciando la mano de Emma.

Allí estuvimos parte de la tarde y de la noche, hasta que llegaron Liam y Danielle. Les notaba raros, a Danielle sobre todo, porque sus ojos estaban como si hubiera llorado. Pero no sabíamos el por qué, solo que algo había ocurrido en aquella cena.

(Narra Liam)

Mientras me colocaba bien la corbata practicaba como explicarle a Danielle que quería estar con ella el resto de mis días, que quería que estuviera todos los días a mi lado, que quería que fuera la madre de mis hijos, que quería que se casase conmigo. Cuando terminé de ponerme bien la corbata salí de mi habitación. Sabía perfectamente que en cuanto la viera olvidaría hasta mi nombre, y me quedaría en blanco. Llevábamos tres años de novios y estaba seguro que quería estar con ella siempre. Saqué la cajita roja de terciopelo de mi bolsillo para asegurarme de que la tenía y volví a guardarla en el mismo bolsillo en cuanto escuché el timbre. Respiré hondo y abrí la puerta. Y como dije antes me olvidé de todo por completo. Ella sonriente se acercó a mi para besarme despacio en los labios. Llevaba un vestido negro ajustado que te cortaba hasta la respiración, estaba maquillada perfectamente haciéndola más hermosa de lo que era y llevaba su pelo rizado y suelto como a mi me encantaba. La dejé entrar y se sentó en la silla, ya estaba todo preparado, solo coloqué la comida en la mesa y me senté junto a ella para comenzar a cenar. Estaba bastante nervioso, más de lo que imaginaba y Danielle lo notaba ya que me preguntó un par de veces si me encontraba bien. Tenía pensado dejarlo para después del postre, pero no pude.

-Danielle... sabes que para mi estos tres años junto a ti han sido los mejores, que te quiero más que a nada y jamás dejaré de hacerlo -Danielle comenzaba a emocionarse y un par de lágrimas comenzaban a salir de sus ojos bajando despacio por sus mejillas- ¿Quieres... casarte conmigo? -dije mientras sacaba de nuevo aquella pequeña caja roja de terciopelo que guardaba el anillo. Ella asintió sonriente varias veces seguidas, haciéndome el hombre más feliz del mundo.

(Narra Sarah)

Desde que Danielle y Liam entraron en la consulta estaban más raros de lo normal, más felices que nunca. No dejaban de sonreír en ningún momento, algo había pasado y no nos habían contado nada... Danielle acariciaba la mejilla de Peter y ahí fue cuando, al menos yo, me di cuenta. Me acerqué a ella sorprendida. Liam vio que me había dado cuenta de aquella noticia antes que nadie, así que cuando iba a llamar a Danielle, él me agarró del hombro y me giró. Me hizo una señal con la mano para que esperara, más sorprendida aún asentí. Me senté encima de Harry, ya que con dos palmaditas en sus piernas, me dio a atender que me sentara encima de él. Cuando lo hice, con sus fuertes brazos me abrazó por la cintura y apoyó su cabeza en mi hombro rozando sus labios en mi oreja.

-No hay nadie como tú -susurró haciendo que mi piel se erizara lentamente. Giré mi cabeza y le di un corto beso en los labios que fue imterrumpido por Liam.
-Chicos, Danielle y yo tenemos que daros una noticia.
-¿También está embarazada? -dijo Niall mientras comía galletas oreo.
-No -rió Danielle.
-Danielle y yo... Vamos a casarnos.

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