Capítulo 55: El primer paso a la felicidad.
(Narra Sarah)
Cruzamos
la sala de espera y el largo pasillo hasta llegar a la puerta de
entrada. 08:23. Estábamos todos que nos caímos de sueño. Salimos del
hospital y en la puertas nos despedimos de los demás. Nos dirigimos al
coche de Harry, éste lo abrió, cuando nos montamos lo puso en marcha y
nos dirigimos a su casa. Un par de minutos después comencé a notar como
mis ojos se abrían y se cerraban lentamente. Eché mi cabeza hacia atrás
apoyándola en el asiento. Escuché como se cerraba una puerta
despertándome, y luego se abría otra. Una mano me cogió por debajo de
las piernas y otra se colocaba en mi espalda. Abrí despacio mis ojos y
vi a Harry que cerraba la puerta con el pie. En brazos me llevó hasta la
puerta de su casa, Harry no conseguía abrirla, así que pedí que me
bajara, y así hizo. Abrió la puerta y entramos en la casa. Corriendo
entré en el salón y me tiré en el sofá. Harry cerró la puerta y se
acercó a mi colocándose de cuclillas. Giré despacio mi cabeza hasta
quedarnos mirándonos fijamente, Harry sonrió y me besó la frente.
-Vamos a domir, cielo. Tenemos que descansar -dijo acariciándome el pelo.
-No tengo ganas de subir hasta arriba -me coloqué bien en el sofá- se está muy bien aquí.
-Vamos, que yo te cojo -dijo Harry riendo.
Suspiré mientras
cerraba mis ojos. Harry me colocó encima de su hombro y fue al pasillo
para cerrar todas las puertas, cuando ya estaba todo cerrado, subió
despacio las escaleras y entramos en la habitación. Me tumbó en la cama,
él se quitó la ropa y se puso un pijama. Se giró, se tumbó a mi lado y
nos tapó con la manta. Harry me dio un corto beso después de darme las
buenas noches, luego me abrazó dejando que nuestros cuerpos se quedaran
encajados como dos piezas de puzzle.
(Narra Harry)
En cuanto
mis ojos se abrieron pude ver como Sarah observaba el pecho de la
habitación. Parpadeé un par de veces y levanté mi cabeza para poder
verla mejor. Ella giró su cabeza y me sonrió. Volví a echarme en la
almohada sin dejar de mirarla, ella se sentó encima mia agarrándome de
la camiseta y se inclinó un poco para besarme.
-Buenos, días, hermoso -dijo antes de volver a besarme.
-Buenos días, cielo -sonreí en los labios.
-¿Vamos a ir a ver a Eleanor?
-Sí -dije asintiendo varias veces con la cabeza.
-Son las 17:43 -dijo riendo.
-Vamos a comer primero -reí.
Sarah besó mi nariz y se quitó de
encima mia. Se levantó de la cama y se colocó bien el pijama y el pelo,
luego lo hice yo. La agarré de la cintura y salimos de la habitación.
Cuando llegamos abajo entramos en la cocina para hacernos algo rápido
para comer. En silencio comimos y luego volvimos a la habitación y luego
volvimos a subir a la habitación para vestirnos. Me puse unos vaqueros
con una camiseta clara y encima una chaqueta oscura como los zapatos. Me
peiné un poco el pelo con las manos y salí de la habitación para entrar
en la de al lado donde se cambiaba Sarah de ropa. Llevaba un vestido
marrón de invierno que le llegaba por encima de las rodillas, con unas
de aquella botas que tanto le encantaban a ella, una chaqueta encima y
en el pelo se puso un gorro de lana. Me sonrió mientras se colocaba bien
el gorrito y juntos salimos de la habitación. Cogí las llaves del coche
y salimos de mi casa, nos montamos en éste y nos dirigimos de nuevo al
hospital. Allí ya se encontraban todos menos Danielle y Liam, que se
suponía que llegarían a la noche. Eran las 19:36. Entramos en la consula
donde estaba Eleanor.
-Hola, chicos -sonrió Alice.
-Hola -dijimos al unísono.
-¿Cómo está Peter? -dijo Sarah acercándose a Eleanor para besarle la mejilla.
-Muy bien -sonrió Louis sentándose en una silla. Se notaba bastante cansado.
-¿Y Liam y Danielle? -pregunté mientras me sentaba al lado de Niall.
-Me dijo que vendrían después a la noche, ya que iban a cenar los dos juntos -dijo Zayn acariciando la mano de Emma.
Allí
estuvimos parte de la tarde y de la noche, hasta que llegaron Liam y
Danielle. Les notaba raros, a Danielle sobre todo, porque sus ojos
estaban como si hubiera llorado. Pero no sabíamos el por qué, solo que
algo había ocurrido en aquella cena.
(Narra Liam)
Mientras
me colocaba bien la corbata practicaba como explicarle a Danielle que
quería estar con ella el resto de mis días, que quería que estuviera
todos los días a mi lado, que quería que fuera la madre de mis hijos,
que quería que se casase conmigo. Cuando terminé de ponerme bien la
corbata salí de mi habitación. Sabía perfectamente que en cuanto la
viera olvidaría hasta mi nombre, y me quedaría en blanco. Llevábamos
tres años de novios y estaba seguro que quería estar con ella siempre.
Saqué la cajita roja de terciopelo de mi bolsillo para asegurarme de que
la tenía y volví a guardarla en el mismo bolsillo en cuanto escuché el
timbre. Respiré hondo y abrí la puerta. Y como dije antes me olvidé de
todo por completo. Ella sonriente se acercó a mi para besarme despacio
en los labios. Llevaba un vestido negro ajustado que te cortaba hasta la
respiración, estaba maquillada perfectamente haciéndola más hermosa de
lo que era y llevaba su pelo rizado y suelto como a mi me encantaba. La
dejé entrar y se sentó en la silla, ya estaba todo preparado, solo
coloqué la comida en la mesa y me senté junto a ella para comenzar a
cenar. Estaba bastante nervioso, más de lo que imaginaba y Danielle lo
notaba ya que me preguntó un par de veces si me encontraba bien. Tenía
pensado dejarlo para después del postre, pero no pude.
-Danielle...
sabes que para mi estos tres años junto a ti han sido los mejores, que
te quiero más que a nada y jamás dejaré de hacerlo -Danielle comenzaba a
emocionarse y un par de lágrimas comenzaban a salir de sus ojos bajando
despacio por sus mejillas- ¿Quieres... casarte conmigo? -dije mientras
sacaba de nuevo aquella pequeña caja roja de terciopelo que guardaba el
anillo. Ella asintió sonriente varias veces seguidas, haciéndome el
hombre más feliz del mundo.
(Narra Sarah)
Desde que Danielle
y Liam entraron en la consulta estaban más raros de lo normal, más
felices que nunca. No dejaban de sonreír en ningún momento, algo había
pasado y no nos habían contado nada... Danielle acariciaba la mejilla de
Peter y ahí fue cuando, al menos yo, me di cuenta. Me acerqué a ella
sorprendida. Liam vio que me había dado cuenta de aquella noticia antes
que nadie, así que cuando iba a llamar a Danielle, él me agarró del
hombro y me giró. Me hizo una señal con la mano para que esperara, más
sorprendida aún asentí. Me senté encima de Harry, ya que con dos
palmaditas en sus piernas, me dio a atender que me sentara encima de él.
Cuando lo hice, con sus fuertes brazos me abrazó por la cintura y apoyó
su cabeza en mi hombro rozando sus labios en mi oreja.
-No hay
nadie como tú -susurró haciendo que mi piel se erizara lentamente. Giré
mi cabeza y le di un corto beso en los labios que fue imterrumpido por
Liam.
-Chicos, Danielle y yo tenemos que daros una noticia.
-¿También está embarazada? -dijo Niall mientras comía galletas oreo.
-No -rió Danielle.
-Danielle y yo... Vamos a casarnos.
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