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jueves, 15 de noviembre de 2012

Capítulo 1: Sueños cumplidos.

Capítulo 1: Sueños cumplidos.

*Flashback*

-Mamá, no te preocupes, vendré a veros en el verano -sonreí- Ahora voy a hacer lo que he querido desde pequeña, conocer Londres.
-Lo sé, hija, pásatelo genial -me abrazó.
-¡Enana no llores! Te llamaré, ya verás.
-Te quiero.
-Y yo a ti -dije despeinándola.
-Vas a cumplir tu sueño, disfruta, hija -me abrazó.
-Gracias, papá -le devolví el abrazo.

Cogí las dos maletas y me dirigí al avión. Me giré y me despedí de mis padres y mi hermana lanzándoles un beso. Subí al avión y me senté en mi asiento. Miraba por la ventanilla y recordaba todo el tiempo que había vivido en España, dieciocho años. Así es, tengo dieciocho años, recién cumplidos. La azafata interrumpió mis pensamientos.

-Buenos días, queridos pasajeros, por favor abróchense los cinturones que el avión va a despegar.

Me abroché el cinturón como dijo la azafata y apagué mi móvil, durante unos minutos, el despegue. Eran dos horas de vuelo. Volví a encender mi móvil y me puse a escuchar música, Beautiful de Christina Aguilera, aunque no tardé mucho tiempo en quedarme dormida.

*Fin del flashback*

Era una tarde fría de invierno, nevaba. Me coloqué mi gorro y mi bufanda y seguí paseando. Al fondo de la calle se podía divisar una gran plaza dónde habían niños jugando con la nieve, familias, amigos y parejas sentados en los bancos. Estaban todos los bancos ocupados, excepto uno del final que solo había sentada una chica. Me dirigí hacía ésta.

-Hola -sonreí.
-Hola -alzó la mirada.
-¿Puedo sentarme?
-Claro.
-Gracias -me senté a su lado sonriente- Me encanta.
-Y a mi.
-En ésta época todo el mundo suele estar de buen humor, ¿verdad?
-Sí. Ésta época es la mejor del año, la más bonita.
-Pues sí. La cena con toda tu familia, los regalos...
-Sí -dijo sonriendo y mirando a unos niños pequeños que intentaban hacer un pequeño muñeco de nieve.
-¿Vienes a tomar algo a aquel Starbucks? -dije señalando.
-Claro, vamos. No estaría nada mal tomarse un chocolate caliente con este frío.

Nos dirigimos al Starbucks. Entramos y nos acercamos a la dependienta. Pedimos dos chocolates calientes, con el frío que hacía iba perfecto. Pagamos y nos sentamos en una mesa que había en el fondo pegada a la ventana.

-¿Eres de aquí? -preguntó la chica de ojos azules.
-No, soy de España.
-Se notaba un poco -soltó una pequeña carcajada- Yo soy Alice, encantada.
-Sarah, igualmente.
-Si quieres, puedo ser tu guía o vernos más menudo -sonrió.
-Claro, me encantaría.
-Toma, te apunto mi número de teléfono -dijo sacando su móvil del bolso.
-¿Quiénes son? -pregunté mirando su fondo de pantalla.
-Son un grupo bastante conocido de aquí de Londres, One Direction.
-Vaya, son muy guapos todos, pero éste -señalé a un chico con rizos, con unos ojazos, unos ojazos verdes- Éste me ha llamado bastante la atención...
-Se llama Harry. Harry Styles.
-¿Cuál es tu favorito?
-Éste -me señaló- Niall Horan.
-¿Podrías apuntarme el nombre del grupo también? Me llamaron bastante la atención y me gustaría saber más de ellos... Y seguro que cuando llegue a mi apartamento no recuerde el nombre -reí.
-Claro -dijo riendo- Toma, aquí tienes mi número de teléfono y el nombre del grupo.
-Gracias -sonreí.

Terminamos de tomarnos nuestro chocolate caliente y nos despedimos. Era una chica bastante simpática. Creía que llegaríamos a ser muy buenas amigas.

Llegué al apartamento. Solté el bolso y me puse en el ordenador. Estaba deseando saber más sobre aquellos chicos. Estuve escuchando música de ellos, eran increíbles. Tienen una voz preciosa, son preciosos. Busqué más y más información sobre ellos y su historia. Zayn Malik, Niall Horan, Harry Styles, Liam Payne y Louis Tomlinson... Cinco chicos, cuatro de ellos Británicos y uno Irlandés. Decidieron participar en un concurso de cante, TXF, se presentaron por solistas pero los del jurado decidieron formar aquel grupo, porque veían que tenía bastante talento.

Apagué el ordenador y me senté en el sofá a ver la televisión. No echaban nada interesante. Apagué la televisión y me dirigí a la cocina. Abrí el frigorífico, saqué la caja de leche y me eché en un vaso, como todas las noches. Me senté en la encimera y estuve mirando un rato por la ventana el cielo. Terminé de tomar mi vaso de leche y entré en la habitación. Me metí en la cama, cogí el móvil y entré en Twitter. Busqué a los chicos y empecé a seguir a los cinco. Uno de ellos había puesto un tweet '¡Ya estamos de nuevo en Londres!' Me alegraba saberlo. Quién sabe... Puedo llegar a encontrármelos un día de estos... Puse un tweet de buenas noches y cerré twitter. Dejé el móvil en la mesita de noche. Noté como mis párpados se cerraban lentamente...

Los rayos de luz entraban por mi ventana. Me senté en la cama frotándome los ojos y miré por la ventana, el día estaba bastante bien, el cielo estaba despejado. Me levanté y me dirigí a la cocina. Antes de abrir el frigorífico, me acordé de los chicos, encendí el ordenador y puse una lista de canciones. Empezó a sonar Taken. Ahora sí, abrí el frigorífico, saqué la leche y la caja de cereales que había en el mueble. Me senté en la mesa y desayuné. Recogí la cocina y un poco el apartamento. Miré el reloj, las 10:25... Saqué el papel que me dio Alice el día anterior. Pensé en llamarla, pero era muy temprano y puede que estuviera durmiendo todavía. Asique me arreglé, quería pasar la mañana en la calle, de compras, el día estaba perfecto para salir. Me puse unos vaqueros ajustados, con unas botas marrones de cordón y una camiseta de un color algo más claro que las botas. Cogí mi bolso y salí del apartamento.

Pasé la mañana de compras. Me compré varias cosas. Una camiseta, un par de pantalones y un par de botas. Entré en el McDonald del centro comercial y almorcé.

No sabía que hacer por la tarde. No quería volver al apartamento... Me aburriría. Al final decidí llamar a Alice.

-¿Sí?
-Alice, soy Sarah, ¿qué tal?
-Muy bien, cielo, ¿y tú?
-Muy bien, me alegro. ¿Estás haciendo algo?
-No. Estoy en casa sola, mis padres han salido a dar un paseo...
-¿Te vienes? Estoy en el centro comercial que he ido esta mañana a comprar algo de ropa y he almorzado aquí, y bueno, no se me ocurre nada más que hacer y... No quiero volver al apartamento -reí.
-Claro, ¿dónde podemos vernos?
-Voy a soltar las bolsas en el apartamento. ¿Nos vemos en la plaza de ayer?
-Perfecto, allí estaré en unos cinco minutos, nos vemos.
-Adiós -colgué.

Cogí un taxi para llegar más rápido y solté las bolsas de la compra en mi habitación. Salí de mi apartamento y me dirigí a la plaza. Alice ya había llegado.

-Hola, siento haberte echo esperar...
-Tranquila, solo han sido un par de minutos -sonrió.
-¿Dónde vamos?
-Aquí cerca hay un parque, ¿vamos?
-Sí -sonreí.

Por el camino no nos faltaba conversación. Le conté todo lo que aprendí de los chicos y el tweet que leí de ellos. Alice se puso nerviosa cuando le conté que estaban en Londres. Su sueño era conocerlos... Algún día.

(Narrador)

El parque estaba desierto. No había nadie, al menos por aquella zona. Bueno al menos no hay fans y podremos pasar el rato juntos y tranquilos... Aunque tampoco me hubiese importado que hubiera alguna.

-¡Harry! -gritó Louis.
-¿Qué? -dije despistado.
-¿Qué piensas? -dijo pasando su brazo por mi hombro.
-Nada, que no hay nadie en el parque... No hay fans.
-Ya... El parque para nosotros solos ¡bien! -gritó Liam.
-Podemos tirarnos bolas de nieve sin preocuparnos de darle a alguien -dijo Niall tirando una bola de nieve a Zayn.
-¡Eh, tú, rubio! Ven aquí -Zayn salió corriendo detrás de él.
-Chicos... Empieza a llegar gente.
-¿Qué? -preguntó Liam.
-Sí. Mira, allí, dos chicas -señaló Niall.

Dos chicas entraron en el parque. Una era morena con el pelo largo y ondulado. Y la otra chica era rubia, pero un rubio oscuro, con el pelo un poco más corto que la otra chica y liso.

No se dieron cuenta de qué nosotros estábamos ahí. A lo mejor no eran fans... O puede que no nos hayan visto. La verdad eran bastante guapas. Se sentaron en un banco cerca del nuestro. La chica morena de pelo largo y ondulado se giró y sus ojos se clavaron en los míos. Corriendo aparté la mirada. Aunque ella seguía allí, mirándome, con esos ojos de color marrón, un marrón claro.

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