Capítulo 44: Amor imposible.
(Narra Sarah)
Iba de
camino a la escuela, en mi coche, que tanto trabajo me había costado
conseguir. Cuando llegué bajé del coche y lo cerré, crucé la carretera y
entré en la escuela. Esperaba que Sandra y Paula no me preguntara sobre
mi rotura con Harry, pero me equivoqué.
-¡Sarah! Dime que es un rumor...
-No lo es, Paula.
-¿Por qué?
-Pues la distancia, Sandra...
-No sé quien es él, pero no sé para que sales con un famoso o hubieras
cortado con él antes de venirte a España -dijo Rocío cruzándose de
brazos.
-¡Rocío, si no lo conoces no dig...
-Paula déjala, tal vez tenga razón.
-Pero, Sarah...
-Empecemos con la clase.
'Let me love you' de Mario comenzó a
sonar mientras calentábamos. Como pude me aguanté las lágrimas, esa
canción me recordaba mucho a ellos. Dejé que ellos siguieran calentando
mientras yo repasaba la coreografía de la final del campeonato en una
parte de la sala, sí, habíamos pasado la semifinal. Como muchas otras
veces, el baile consiguió que me alejara por un momento del mundo.
Antes
de salir todos comenzamos a apludir y fueron saliendo de uno en uno de
la sala de ensayos. Rocío esta vez salió la última en salir. Corrí
detrás de ella y la agarré del brazo metiéndola de nuevo en la sala.
Ella se colgó su mochila sobre sus hombros y se cruzó de brazos. Me
miraba extrañada mientras yo recogía mis cosas y salía un momento a las
taquillas para coger mi mochila, volví a entrar en la sala de ensayos,
Rocío aún me esperaba allí dentro cruzada de brazos.
-¿Qué quieres? -dijo ella seria.
-Que me expliques que te pasa.
-No te voy a explicar nada porque no me pasa nada.
-No entiendo tu comportamiento, estás distante, no quieres hablar con nadie...
-Bueno, no te importa -dijo dirigiéndose a la puerta.
-Claro que me importa, Rocío -dije antes de que ella parara de caminar.
Se giró y me miró fijamente a los ojos- No solo soy tu profesora de
baile, también tu amiga y quiero ayudarte -ella se fue acercando
despacio a mí.
-No te importa lo que me pase, ¿si? Hasta mañana -dijo Rocío antes de salir de la sala.
Allí
me quedé quita, mirando como Rocío salía de la sala dando un portazo.
Me llevé la mano a la frente preocupada. Sabía que su comportamiento con
la gente era así porque algo le preocupaba, algo le ocurría y estaba
decidida a ayudarle. Cogí mi mochila y me la coloqué sobre mis hombros,
me puse mis gafas de sol y la gorra. Abrí la puerta de la sala de
ensayos y me despedí de Óscar, después abrí la de la escuela y salí,
dejando que el aire cayera mi gorra. Me agaché para cogerla cuando
escuché sonar mi móvil. Abrí mi mochila y lo cogí. Zayn. Descolgué
mientras abría el coche y me montaba, lo puse en altavoz. Me coloqué de
nuevo la gorra y puse el coche en marcha. Estaba segura que el que habló
fue Harry. Reconocía su voz, no me estaba volviendo loca, ¿no? El
corazón comenzó a latirme a mil por hora cuando escuché su voz grave. Al
principio dudé en responderle, pero no pude evitarlo. Yo quería seguir
hablando con él, no quería que Zayn colgara, pero creía que lo mejor
sería olvidarme de él, olvidarlo para siempre. Sequé mis lágrimas antes
de entrar en casa. Subí corriendo a mi habitación sin saludar. Entré en
el baño y me di una ducha. Me puse un pijama y salí. Me dirigí a mi
habitación, cerré la puerta y me apoyé en ella observando las fotos que
habían en la pared. De nuevo las lágrimas comenzaron a salir rápidamente
de mis ojos. Comencé a quitar nuestras fotos de la pared, verlos allí
me ponía más triste de lo que ya estaba. Las fui echando en el suelo con
fuerza, cuando vi que no me quedaban más me eché en la cama llorando
como lo había echo toda la noche anterior. Escuché como alguien abría la
puerta de mi habitación lentamente. Corriendo me sequé las lágrimas y
me senté en la cama.
-¿Por qué lloras, Sarah? -preguntó mi hermana sentándose a mi lado.
-No lo hago -dije sonriendo.
-Claro que si.
-Me acabo de duchar, me habrá entrado jabón en el ojo.
-Seré pequeña, pero no tonta -dijo ella haciéndome reír.
-Bueno sí, he llorado.
-¿Y por qué?
-No lo vas a entender.
-¡Nunca me contáis nada! -dijo Jess levantándose de la cama- ¡Ah, ya sé!
Es por Harry -dijo señalando las fotos que estaban tiradas en el suelo.
-Sí, es por Harry.
-¿Por qué lloras por él? ¿Ya no sois novios?
-No...
-Pues mejor, ya es solo para mi -reí.
-¡Pero si tú tienes a tu novio Diego en el colegio!
-Da igual. Harry es más guapo, además, canta muy bien que lo he
escuchado en la canción de tu móvil con sus amigos, ¡y Diego canta
fatal!
-Harry está muy lejos.
-No me importa, Sarah. Yo le esperaré el tiempo que haga falta -dijo mi
hermana antes de salir de la habitación- Ah, y dice mamá que bajes a
cenar.
-Ahora bajo, Jess.
Estuve unos segundos observando las fotos.
Hasta mi hermana dijo que lo esperaría... ¿Por qué no lo pude hacer yo?
Pero ya no había marcha atrás, tenía que olvidarme de Harry, para
siempre. Porque tanto él como yo sabíamos que lo nuestro eran un amor
imposible.
(Narra Harry)
La mayoría de los mensajes que me
enviaban las fans por twitter eran sobre Sarah, las preguntas en las
entrevistas sobre Sarah, todo era relacionado con ella, y si de verdad
quería olvidarla tenía que dejar que la gente me hablase de ella, con
eso no me ayudaban en nada, no me dejaban olvidarla, me la recordaban a
cada momento, incluso los chicos, hablan con ellas casi todos los días.
Yo siempre intentaba no preguntar por ella, por mucho que quería saber
como estaba, como le iba con la escuela, no podía, porque sería peor.
Ese día iba a salir con un viejo amigo a despejarme un poco, iba a estar
rodeado de chicas, y creía que alguna noche con alguna de ellas me
vendría genial para olvidarme de Sarah, aunque fuera solo por un
momento.
Me coloqué bien mi camisa y salí de la habitación. Bajé
las escaleras despacio agarrado a la barandilla. Entré en la cocina y
bebí un poco de agua. Cogí las llaves del coche y el móvil. Abrí la
puerta de mi casa y me dirigí al coche, lo abrí y me senté, lo puse en
marcha y me dirigí a una de las discotecas más famosas de aquella
ciudad, allí me esperaban todos. Dejé el coche a un hombre que se
encontraba en la puerta para que lo aparcara y entré en aquella
discoteca. La música estaba al máximo. Le di mi nombre a una chica y me
señaló una puerta. Entré por ésta. Allí ya estaban todos. Dylan ya
estaba junto con todos lo demás allí. Se acercó a mi con su vaso en la
mano y me abrazó, ya estaba un poco bebido, me presentó a los demás.
Había muchas chicas, no sabía a cual elegir. Pero solo iba a ser para
una noche, o al menos eso quería yo.
Horas después de haber estado
en aquella sala todos juntos bebiendo y bailando como locos salí junto
con Claire de la discoteca. Sí, elegí a aquella chica, las demás ya
tenían a alguno cogido. Nos montamos en mi coche y nos dirigimos a mi
casa. No estaba muy centrado, había bebido y ya me notaba que no sabía
donde estaba. En cuanto llegamos a mi casa, nos bajamos del coche y nos
dirigimos a ésta. Los paparazzis seguían echándonos fotos, pero yo
apenas les echaba cuenta. Solo cogí a Claire de la mano y corriendo
entramos en mi casa. Pocos segundos después ya estábamos en mi
habitación. Cerré la puerta y me acerqué a ella para besarla. Mis ojos
no se cerraban, los tenía abierto de par en par. En un abrir y cerrar de
ojos ya estábamos desnudos. La eché en la cama tumbándome encima de
ella sin dejar de besarla. Tan solo esperaba no arrepentirme después de
todo lo que estaba haciendo aquella noche, pero tarde o temprano lo
haría.
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