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jueves, 15 de noviembre de 2012

Capítulo 44: Amor imposible.

Capítulo 44: Amor imposible.

(Narra Sarah)

Iba de camino a la escuela, en mi coche, que tanto trabajo me había costado conseguir. Cuando llegué bajé del coche y lo cerré, crucé la carretera y entré en la escuela. Esperaba que Sandra y Paula no me preguntara sobre mi rotura con Harry, pero me equivoqué.

-¡Sarah! Dime que es un rumor...
-No lo es, Paula.
-¿Por qué?
-Pues la distancia, Sandra...
-No sé quien es él, pero no sé para que sales con un famoso o hubieras cortado con él antes de venirte a España -dijo Rocío cruzándose de brazos.
-¡Rocío, si no lo conoces no dig...
-Paula déjala, tal vez tenga razón.
-Pero, Sarah...
-Empecemos con la clase.

'Let me love you' de Mario comenzó a sonar mientras calentábamos. Como pude me aguanté las lágrimas, esa canción me recordaba mucho a ellos. Dejé que ellos siguieran calentando mientras yo repasaba la coreografía de la final del campeonato en una parte de la sala, sí, habíamos pasado la semifinal. Como muchas otras veces, el baile consiguió que me alejara por un momento del mundo.

Antes de salir todos comenzamos a apludir y fueron saliendo de uno en uno de la sala de ensayos. Rocío esta vez salió la última en salir. Corrí detrás de ella y la agarré del brazo metiéndola de nuevo en la sala. Ella se colgó su mochila sobre sus hombros y se cruzó de brazos. Me miraba extrañada mientras yo recogía mis cosas y salía un momento a las taquillas para coger mi mochila, volví a entrar en la sala de ensayos, Rocío aún me esperaba allí dentro cruzada de brazos.

-¿Qué quieres? -dijo ella seria.
-Que me expliques que te pasa.
-No te voy a explicar nada porque no me pasa nada.
-No entiendo tu comportamiento, estás distante, no quieres hablar con nadie...
-Bueno, no te importa -dijo dirigiéndose a la puerta.
-Claro que me importa, Rocío -dije antes de que ella parara de caminar. Se giró y me miró fijamente a los ojos- No solo soy tu profesora de baile, también tu amiga y quiero ayudarte -ella se fue acercando despacio a mí.
-No te importa lo que me pase, ¿si? Hasta mañana -dijo Rocío antes de salir de la sala.

Allí me quedé quita, mirando como Rocío salía de la sala dando un portazo. Me llevé la mano a la frente preocupada. Sabía que su comportamiento con la gente era así porque algo le preocupaba, algo le ocurría y estaba decidida a ayudarle. Cogí mi mochila y me la coloqué sobre mis hombros, me puse mis gafas de sol y la gorra. Abrí la puerta de la sala de ensayos y me despedí de Óscar, después abrí la de la escuela y salí, dejando que el aire cayera mi gorra. Me agaché para cogerla cuando escuché sonar mi móvil. Abrí mi mochila y lo cogí. Zayn. Descolgué mientras abría el coche y me montaba, lo puse en altavoz. Me coloqué de nuevo la gorra y puse el coche en marcha. Estaba segura que el que habló fue Harry. Reconocía su voz, no me estaba volviendo loca, ¿no? El corazón comenzó a latirme a mil por hora cuando escuché su voz grave. Al principio dudé en responderle, pero no pude evitarlo. Yo quería seguir hablando con él, no quería que Zayn colgara, pero creía que lo mejor sería olvidarme de él, olvidarlo para siempre. Sequé mis lágrimas antes de entrar en casa. Subí corriendo a mi habitación sin saludar. Entré en el baño y me di una ducha. Me puse un pijama y salí. Me dirigí a mi habitación, cerré la puerta y me apoyé en ella observando las fotos que habían en la pared. De nuevo las lágrimas comenzaron a salir rápidamente de mis ojos. Comencé a quitar nuestras fotos de la pared, verlos allí me ponía más triste de lo que ya estaba. Las fui echando en el suelo con fuerza, cuando vi que no me quedaban más me eché en la cama llorando como lo había echo toda la noche anterior. Escuché como alguien abría la puerta de mi habitación lentamente. Corriendo me sequé las lágrimas y me senté en la cama.

-¿Por qué lloras, Sarah? -preguntó mi hermana sentándose a mi lado.
-No lo hago -dije sonriendo.
-Claro que si.
-Me acabo de duchar, me habrá entrado jabón en el ojo.
-Seré pequeña, pero no tonta -dijo ella haciéndome reír.
-Bueno sí, he llorado.
-¿Y por qué?
-No lo vas a entender.
-¡Nunca me contáis nada! -dijo Jess levantándose de la cama- ¡Ah, ya sé! Es por Harry -dijo señalando las fotos que estaban tiradas en el suelo.
-Sí, es por Harry.
-¿Por qué lloras por él? ¿Ya no sois novios?
-No...
-Pues mejor, ya es solo para mi -reí.
-¡Pero si tú tienes a tu novio Diego en el colegio!
-Da igual. Harry es más guapo, además, canta muy bien que lo he escuchado en la canción de tu móvil con sus amigos, ¡y Diego canta fatal!
-Harry está muy lejos.
-No me importa, Sarah. Yo le esperaré el tiempo que haga falta -dijo mi hermana antes de salir de la habitación- Ah, y dice mamá que bajes a cenar.
-Ahora bajo, Jess.

Estuve unos segundos observando las fotos. Hasta mi hermana dijo que lo esperaría... ¿Por qué no lo pude hacer yo? Pero ya no había marcha atrás, tenía que olvidarme de Harry, para siempre. Porque tanto él como yo sabíamos que lo nuestro eran un amor imposible.

(Narra Harry)

La mayoría de los mensajes que me enviaban las fans por twitter eran sobre Sarah, las preguntas en las entrevistas sobre Sarah, todo era relacionado con ella, y si de verdad quería olvidarla tenía que dejar que la gente me hablase de ella, con eso no me ayudaban en nada, no me dejaban olvidarla, me la recordaban a cada momento, incluso los chicos, hablan con ellas casi todos los días. Yo siempre intentaba no preguntar por ella, por mucho que quería saber como estaba, como le iba con la escuela, no podía, porque sería peor. Ese día iba a salir con un viejo amigo a despejarme un poco, iba a estar rodeado de chicas, y creía que alguna noche con alguna de ellas me vendría genial para olvidarme de Sarah, aunque fuera solo por un momento.

Me coloqué bien mi camisa y salí de la habitación. Bajé las escaleras despacio agarrado a la barandilla. Entré en la cocina y bebí un poco de agua. Cogí las llaves del coche y el móvil. Abrí la puerta de mi casa y me dirigí al coche, lo abrí y me senté, lo puse en marcha y me dirigí a una de las discotecas más famosas de aquella ciudad, allí me esperaban todos. Dejé el coche a un hombre que se encontraba en la puerta para que lo aparcara y entré en aquella discoteca. La música estaba al máximo. Le di mi nombre a una chica y me señaló una puerta. Entré por ésta. Allí ya estaban todos. Dylan ya estaba junto con todos lo demás allí. Se acercó a mi con su vaso en la mano y me abrazó, ya estaba un poco bebido, me presentó a los demás. Había muchas chicas, no sabía a cual elegir. Pero solo iba a ser para una noche, o al menos eso quería yo.
Horas después de haber estado en aquella sala todos juntos bebiendo y bailando como locos salí junto con Claire de la discoteca. Sí, elegí a aquella chica, las demás ya tenían a alguno cogido. Nos montamos en mi coche y nos dirigimos a mi casa. No estaba muy centrado, había bebido y ya me notaba que no sabía donde estaba. En cuanto llegamos a mi casa, nos bajamos del coche y nos dirigimos a ésta. Los paparazzis seguían echándonos fotos, pero yo apenas les echaba cuenta. Solo cogí a Claire de la mano y corriendo entramos en mi casa. Pocos segundos después ya estábamos en mi habitación. Cerré la puerta y me acerqué a ella para besarla. Mis ojos no se cerraban, los tenía abierto de par en par. En un abrir y cerrar de ojos ya estábamos desnudos. La eché en la cama tumbándome encima de ella sin dejar de besarla. Tan solo esperaba no arrepentirme después de todo lo que estaba haciendo aquella noche, pero tarde o temprano lo haría.

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