¡Chicas! Bueno, antes que nada quiero que sepais que hubo un fallo.
Supuestamente Harry y Sarah dentro de nada harían un mes, pues no es
así, antes de publicar los capítulos anteriores donde se comenta lo
corregí, pero parece ser que no se guardaron bien y se quedaron asi.
Solo quiero que sepais que aun queda más o menos dos semanas para que
hagan el mes. ¡Espero que lo disfrutéis!
Capítulo 24: Diversión. Amor. Felicidad.
Me quedé bastante
sorprendida. No sabía que decir. No sabía que hacer. Quería llorar,
llorar de alegría. 'Todo recto hacía la felicidad' Solo estaba aquella
frase en mi mente en esos momentos. Cada una de las palabras que había
salido unos minutos atrás de la boca de Harry. El corazón me comenzó a
latir a mil por hora, una sonrisa quería mostrarse en mi rostro, que no
impedí, unas cosquillas en el estómago. ¿Y sabéis quien fue la razón de
todo aquello que sentí? Sí, Harry era la razón. Nunca me imaginé que
llegarán a sentir aquello hacía mí o que me dijeran eso... Es el sueño
de todas las chicas adolescentes. Un novio que de verdad te quiera, que
no te utilice, que te estropeé el pintalabios, no el rimel, que te
provoque lágrimas de felicidad, no de tristeza, que haga que te duela el
corazón de tanto amor, no de dolor...
-¿To-todo recto ha-hacia la felicidad? -conseguí decir al fin.
-Todo recto hacía la felicidad -susurró cerca de mí oído. Él me agarró del mentón acercándose lentamente a mí, muy despacio. Nuestros labios de rozaban.
-Hoy te tengo una sorpresa -dice Harry susurrando entre nuestros labios.
-¿Y qué es?
-Sí te lo digo no es una sorpresa.
-La curiosidad m...
No me dejó terminar la frase cuando su lengua
ya jugaba con la mía. Agarré su cuello entrelazando mis dedos en su pelo
rizado. Harry me cogía de la cintura, pegándome lo máximo a él. Nos
faltaba aire, aunque no me importaba morir besando al chico de mi vida,
sería una muerte dulce. Nos separamos. Agarré sus mejillas y le di un
corto beso, dejando a Harry con ganas de más. Me bajé del sofá y salí
corriendo hacía el jardín.
(Narra Harry)
¡Quería más besos!
Sarah salió corriendo del salón y se dirigió al jardín. Riendo me
levanté del sofá y la seguí. Entré en el jardín. Izquierda. Derecha. Ni
rastro de Sarah. Seguí adentrándome en el jardín. Hasta que dí con ella.
Estaba escondida detrás del balancín de madera. Podía ver sus pequeños
pies debajo de éste.
-Que mal te escondes -dije riendo.
-¡No! -Sarah salió de sus escondite haciéndose la enfadada. Me acerqué a
ella, pero se iba al lado contrario. Así estuvimos un rato.
-¡Solo quiero un beso! -dije parándome.
-Pues me tienes que pillar, contarme la sorpresa... ¡o te quedas sin beso! -rió Sarah.
-Así que, quieres juego, ¿no? -dije acercándome despacio a ella.
Ella
salió corriendo de aquella zona riendo y se adentró en la casa. Salí
detrás de ella. Subió rápido las escaleras y se escondió en una
habitación. Vaya, ¿en cuál? Despacio recorrí el pasillo. Me pegué a la
pared. La puerta que estaba a mi derecha se abrió despacio. Sarah al
verme salió corriendo de allí bajando al salón. Comenzó a bailar
mientras decía 'no me pillas' riendo. Quien nos viera a los dos
corriendo por toda la casa como niños pequeños, pero no me importaba
para nada, no me importaba comportarme como un niño de cinco años por
verla feliz. Sarah entró en la cocina, despacio, sin dejar de mirarme.
Entró en la cocina y corriendo se puso detrás de la mesa. Pocos segundos
después entré yo. Y me puso en el lado opuesto. Despacio. Sin dejar de
mirarnos. No hablábamos. Fuimos girando alrededor de la mesa. Sarah
cuando se encontraba cerca de la puerta salió de la cocina. Corriendo la
seguí y recorrí detrás de ella por el largo pasillo. '¡No!' gritó Sarah
riendo. No tenía escapatoria. Ya estábamos en la puerta de la entrada.
Sarah intentaba abrirla, pero estaba cerrada. Me acerqué a ella y
coloqué mi mano derecha a la altura de su cabeza y la otra en su
cintura. Me acerqué lentamente a su boca.
-Te pille -susurré besando la comisura de sus labios, bajando cada vez más hasta su cuello.
Sabía
que era su debilidad. Ella susurró mi nombre. Subí despacio y le mordí
el lóbulo de la oreja. Lo estaba haciendo queriendo. ¡Yo quería más
besos! Está me cogió del mentón y juntó sus labios con los míos. Me
pegué a ella. No quería distancia que nos separara. Con mis dos manos la
agarré por la cintura y la atraje hacia mí. Ella jugaba con mi pelo.
Estaba de puntillas, ya que ella era un poco más baja que yo. La cogí en
peso. Aún seguíamos besándonos. La eché en el sofá, quedando yo encima,
aunque no echaba mi peso sobre ella. Ella metió sus manos por mi
camiseta y acariciaba mis abdominales despacio. Pocos segundos después
ya no tenía la camiseta puesta. Comencé a subir su camiseta cuando las
manos de ella se posaron en mi cintura. Éstas comenzaron a moverse
rápido produciéndome cosquillas. ¡No! Solté una carcajada. Sarah se giró
quedando ella encima de mí. '¡Para!' gritaba. Pero ella no me hacía
caso. No paraba de hacerme cosquillas. Me dolía la mandíbula de tanto
reír e incluso tenía un par de lágrimas. Sarah se tumbó en el otro sofá y
yo acabé en el suelo riéndome sin parar. Escuché la risa de ella de
fondo, lo que hacía que yo riese aún más. Era bastante contagiosa. No
podía para de reír, me comenzaba a doler la tripa. Intenté sentarme en
el sofá como pude. Eché mi cabeza hacía detrás intentando
tranquilizarme. Respiré hondo. Ya estaba mucho mejor. Miré a Sarah.
Estaba mostrando una sonrisa divertida. Sonreí.
-Eres mala...
-Tampoco tanto.
-Me has dejado con ganas de más -intenté decir sin reírme, aunque no
duré mucho ya que Sarah soltó una carcajada que seguro que se escuchó
por toda la casa- ¡No te rías!
Pero ella seguía sin echarme
cuenta. Sarah tenía los ojos cerrados, no paraba de reír. ¡Tampoco dije
algo tan gracioso! Me acerqué a ella y la besé interrumpiéndola. Aunque
de vez en cuando se separaba unos milímetros y sonría entre nuestros
labios. Le di un corto beso y me senté a su lado observándola mientras
ella se limpiaba las lágrimas. Preciosa. Estábamos los dos sentados en
el mismo sofá. No hablábamos. Aunque sus ojos de color marrón claro
estaban fijos observando a los míos. Sarah sonrío. Estiró un poco el
brazo y consiguió coger el mando de la televisión. Se colocó bien en el
sofá y la encendió. Miré a la pantalla. Buscaba la radio. 'Cincuenta'
dije. Marcó el número que le dije. Sonaba 'You're Beautiful' de James
Blunt. La agarré de las manos entrelazando nuestros dedos mientras
cantaba el estribillo de aquella canción.
(Narra Sarah)
Mis
lágrimas amenazaban con salir, pero ya había llorado bastante aquel día
así que las guardaba con una sonrisa. Cada palabra que cantaba Harry se
me guardaba en un pequeño hueco de mi corazón. Un pequeño hueco dentro
del enorme que ocupó Harry en éste. La canción terminó y justo después
comenzó a sonar 'Yeah x3' de Chris Brown. ¡Amaba esta canción! La
bailaba miles de veces. Corriendo me bajé del sofá y me puse a bailar en
medio del salón. Harry me observaba divertido agarré sus manos, lo
levanté del sofá y comencé a bailar con él.
-¡Yo no sé bailar! -gritaba Harry riendo, ya que subí el volumen.
-¡No importa, tan solo salta! -dije siguiendo con mi ''coreografía''.
Al
final Harry acabó animándose. Saltábamos de un lado para otro. Dábamos
vueltas alrededor de la mesa. Saltábamos encima del sofá y de ahí
bajábamos al suelo saltando. 'Pon tus problemas a un lado y comienza a
vivir' La canción tenía toda la razón. Lo que hacía que saltara aún más
feliz. Puse el volumen al máximo y salimos al jardín. Allí comenzamos a
gritar y a saltar como locos. Nos daba igual que nos escucharan,
disfrutábamos y estábamos felices y eso era lo que me importaba en
aquellos momentos. Comencé a correr, dando pequeños saltos y moviendo
los brazos de un lado para otro. Comencé a girar con los brazos
abiertos, el pelo me tapaba a veces la cara. No paraba de reír. Era la
más feliz del mundo en esos momentos, quería pensar en el presente, y no
quería preocuparme por lo que ocurriera en dos semanas. Entramos de
nuevo en la casa y nos echamos en el sofá justo cuando terminó la
canción. Harry echó a reír. '¡A Louis le encantaría hacer esto!' Rió
Harry aún más '¡Es genial!' reí echando mi cabeza hacia detrás
intentando coger aire. 'Kiss me' de Ed Sheeran, comenzó a sonar. Harry
se echó en el sofá. Con un gesto me indicó que me tumbara a su lado.
Obedecí. Apoyé mi cabeza en su pecho. Podía notar los latidos de su
corazón. Iban muy rápidos. Sonreí. Harry cogió mi barbilla y despacio de
acercó a mí, juntando sus labios con los míos. Disfrutábamos de la
canción, juntos, abrazados, besándonos, amándonos, como si no hubiera
mañana.
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