Capítulo 57: Te amo.
(Narra Harry)
Dos meses de vida y
boda de Danielle y Liam. Como habían cambiado nuestras vidas desde
entonces, todo iba a mejor, todo iba perfecto. Sarah se limpió las
lágrimas, había llorado muchísimo aquella noche, era tan sensible...
Desde que comenzó la boda no pude dejar de observar a Sarah. Iba tan
preciosa con aquel vestido negro. Llevaba un recogido que le dejaba ver
perfectamente todo su rostro. Ya estábamos todos en el combite, la
música estaba puesta y algunos bailaban con sus parejas junto con
Danielle y Liam. Tiré de Sarah que soltó su bebida en la mesa y nos
acercamos a los demás para bailar también. En esos momentos era una
música lenta. Apoyé mis manos en su cadera y ella las colocó en mis
hombros, juntamos nuestras frentes y dando pequeños pasos bailamos la
canción entera. Antes de que terminara le di un corto beso en los
labios. Por un momento desaparecieron Liam y Danielle. Mientras nosotros
preparamos los fuegos artificiales. Cuando ellos aparecieron ya
cambiados de ropa comenzamos a tirar los fuegos. Todos nos acercamos a
ellos para despedirnos. Liam tiró de Danielle y corrieron hasta el
coche, se montaron y por la ventanilla se despidieron de nuevo con la
mano. El coche se puso en marcha y se dirigieron a su luna de miel.
(Narra Sarah)
Cuatro
años después. Estábamos Sarah y yo desayunando cuando sonó mi móvil.
Corriendo me levanté de la silla y subí las escaleras hasta mi
habitación. Abrí la puerta y cogí el móvil que estaba en la mesita de
noche. Era un mensaje de Louis. Decía: ''Harry, ¿podéis quedaros con
Peter un tiempo? Eleanor y yo vamos a ir a comprarle el regalo de
cumpleaños. Dentro de media hora lo llevamos a tu casa. Gracias''. No le
contesté. Dejé el móvil de nuevo en su sitio y bajé a la cocina para
contárselo a Sarah.
-¿Quien era? -preguntó mientras guardaba la caja de galletas.
-Louis, quería que nos quedáramos un tiempo con Peter, que ellos iban a comprar el regalo de cumpleaños.
-Ah vale. ¿Qué te parece si vamos al parque? Creo que allí se divertirá más con la nieve que aquí encerrado en casa.
-Sí, mejor. Vamos a cambiarnos -dije dándole un beso en la frente.
Subimos
a la habitación. Encendí mi móvil y mientras elegía que ponerme
escuchaba 'Always' de Bon Jovi. Decidí ponerme unos vaqueros ajustados
negros con un jersey burdeos. Me puse un gorro negro como mis botas y mi
bufanda. Me senté en el tocador y comencé a maquillarme. Me peiné el
pelo un poco con las manos y cuando vi que ya lo tenía perfecto me
levanté de la silla y cogí mi bolso. Guardé el móvil y salí de la
habitación. Bajé al salón, Louis y Eleanor ya estaban allí. Me acerqué a
ellos sonriente y solté el bolso mientras Peter corría hacia mi con los
brazos abiertos.
-Buenos días, pequeñín -dije cogiéndole en brazos.
-Buenos días, tía Sarah -sonrió el pequeño- ¿Vamos a ir al parque?
-¿Tú quieres?
-Sí -dijo él mirando a Harry.
-Pues vamos al parque -dijo Harry mientras yo soltaba a Peter en el suelo.
-Gracias, chicos -dijo Eleanor sonriente.
-A la hora de almorzar vendremos a por él.
-De nada -sonrió Harry.
-¡Adiós mamá, papá! -gritó Peter mientras iba a la cocina a por galletas.
-Adiós Peter, sé bueno.
-Sí... -dijo mientras se metía una galleta de oreo en la boca.
-Hasta luego -dije sonriente.
Al poco tiempo de irse Louis y
Eleanor nos fuimos nosotros tres. Fuimos al parque más cercano a aquella
zona, por lo que no fuimos en coche. Peter iba de mi mano mientras que
con la otra seguía comiéndose las galletas de oreo que tanto le
encantaban. Se le veía adorable, con toda la boca manchada de chocolate.
Tenía los mismo ojos de Louis, eran hermosos. En cuanto llegamos a la
puerta del parque, Peter me dio la bolsa de galletas y corrió hasta el
columpio. Nosotros dos nos sentamos en un banco de en frente. Estaba
todo lleno de nieve, muy bonito.
-¿¡Peter puedo comer algunas galletas!? -gritó Harry señalando la pequeña bolsa.
-¡Sí, pero no te las comas todas! -gritó el pequeño mientras se tiraba del tobogán junto con otro chico rubio.
-No, tranquilo -dijo Harry mientras se llevaba una a la boca. Lo miré riendo- ¿Quieres? -me preguntó.
-No, gracias -reí observando de nuevo como Peter jugaba con su nuevo amigo en la nieve.
Que
facilidad tenían de hacer amigos. Cada día tenía uno nuevo, a cada
parte que iba amigo que se echaba. Me hacía gracia porque había veces
que iba por la calle y saludaba a todo el mundo y si no le respondía se
enfada, en eso era igual que su padre. Harry fue a por algo caliente
para beber para cada uno, ya que hacía mucho frío y algo caliente iba
perfecto. De mientras, yo seguía observando a Peter. Quería formar una
familia, giré mi cabeza y vi como Harry salía del Starbucks con dos
chocolates calientes. ¿Y por qué no formarla? Harry se sentó de nuevo a
mi lado y me dio mi chocolate caliente.
-Peter, ven un momento -dijo Harry mientras me daba mi vaso.
-Ya voy -dijo el pequeño mientras se acercaba a nosotros cojeando.
-¿Quieres chocolate caliente? -pregunté.
-Un poquito -dijo bebiendo un poco de mi vaso- ¿No te habrás comido todas mis galletas no? -dijo mirando a Harry fijamente.
-No -rió éste último- Aún quedan algunas en la bolsa.
-¿Qué te ha pasado en la rodilla? -pregunté sentándolo encima mia.
-Me he caído.
Harry cogió el bolso que nos dejó Eleanor con todas
las cosas de Peter y sacó la caja de tiritas. Cogió una y se la puso a
Peter en la herida. Le besó la frente y sonriente le solté de nuevo en
la nieve. Peter cogió un par de galletas y se las comía mientras de
nuevo se ponía a jugar con su nuevo amigo. Observé a Harry sonriendo que
cerraba el bolso de Eleanor. Giró su cabeza haciendo que nuestras
miradas se encontrasen una vez más.
-Serás un padre perfecto -dije apoyándome en su hombro.
-Y tú una madre perfecta.
-Harry, yo... yo quiero formar una familia.
-¿Segura Sarah? Esto no es ninguna tontería...
-Segura Harry -sonreí mirándole de nuevo.
-¿Y a qué esperamos?
-A que vengan Louis y Eleanor a por Peter -reí mientras volvía a mirar al pequeño jugar con la nieve.
Cuando
ya llegó la hora de comer nos fuimos del parque y nos dirigimos a casa.
Harry llevaba a Peter montado en su espalda mientras él pequeño jugaba
con sus rizos. Harry reía porque le hacía a veces cosquillas. Cuando
llegamos a la puerta de la casa escuchamos el ruido de un coche. Nos
giramos y allí estaban Louis y Eleanor. Harry soltó a Peter en el suelo y
nos dirigimos a ellos. Sonriente salieron del coche. Peter en cuanto
los vio corrió hasta los padres. Eleanor lo cogió en brazos y le besó la
mejilla.
-Gracias por cuidar de Peter -sonrió Louis.
-De nada -sonreí.
-Mamá, el tío Harry me ha curado la herida -dijo señalándola.
-¿Y le has dado las gracias? -dijo Eleanor. Peter negó con la cabeza.
-Gracias, tío Harry.
-Ven aquí, grandullón -dijo cogiéndole en brazos- ¿Nos vemos mañana para jugar al futbol con papá y los demás tíos?
-Claro que sí -sonrió el pequeño.
-Hasta mañana, chicos -sonrió Eleanor montándose en el coche.
-Hasta mañana -dijimos nosotros al unísono.
Juntos caminamos hasta
la puerta de casa. Entré la primera, Harry cerró la puerta y corriendo
me cogió de la cintura besándome el cuello. Comencé a reír. Me giré y le
besé. Me cogió en peso y enrollé mis piernas en su cadera, despacio
fuimos subiendo hasta la habitación. Harry abrió la puerta y entramos.
Le quité la camiseta y luego volvimos a juntar nuestros labios, cuando
ya estábamos los dos desnudos, le eché en la cama y me tumbé encima de
él sin dejar que todo mi peso cayera encima suya. ''Te amo'' susurró
Harry antes de que las sábanas nos cubriesen por completo.
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