Capítulo 39: Sorpresa.
(Narra Emma)
Estábamos todas
esperando a los chicos. Yo estaba cantando las canciones de ellos, I
want en esos momento, junto con un par de amigas que llevé. Algunas de
las demás chicas que esperaban ya me habían escuchado cantar, ya que
subía vídeos cantando a internet. Pero ninguna de ellas sabían mi
historia con Zayn, solo mis amigas. Teníamos pista premium, así que
entramos las primeras. Le entregué mi entrada a un gran hombre. Vio que
tenía vip, me miró extrañado y me señaló una puerta diferente a la que
entraban las demás. Allí esperaba una mujer rubia sonriente. Me acerqué a
ella y la seguí hasta llegar a los camerinos. Cruzamos un largo
pasillo. Niall. Louis. Liam. Harry. Zayn. Allí dentro me esperaba él. La
mujer dio un par de golpes. Escuchamos como Zayn nos daba permiso para
entrar. La mujer despacio giró el pomo de la puerta dejándola abierta de
par en par. Ella se marchó dejándome allí sola con él. Allí se
encontraba Zayn, peinándose un poco el pelo en frente del espejo. Tímida
entré en su camerino. Él cerró la puerta sonriente y juntos nos
sentamos en una sillas negras, uno en frente del otro.
-Al fin solos -dijo él sonriendo.
-Al fin juntos -le abracé.
-No sabes cuantas veces he querido abrazarte.
-Y yo, Zayn. Estar separados es lo peor.
-Sí. Por cierto, mañana es mi último día aquí, y me gustaría volver a quedar contigo antes de irme.
-Claro -sonreí.
-Yo te llamo.
-Está bien -él sonrió, esbocé una tímida sonrisa.
-Eres más guapa en persona -dijo él colocando un mechón de pelo detrás de mi oreja.
Sonreí
a lo bajo. Mis mejillas fueron poniéndose rojas. Podía notar el calor
en éstas. Zayn me miraba fijamente, lo miré un instante, perdiéndome en
sus hermosos ojos. Solo estuvimos juntos media hora. Se me pasó bastante
rápido. Nos hicimos muchísimas fotos. Abrazos. Y siempre con una
conversación. La misma mujer de antes entró para avisar que ya se había
acabado el tiempo. En cuanto ella cerró la puerta, Zayn y yo nos
levantamos a la vez. Me despedí de él con un beso en cada mejilla y un
abrazo. Sonreí y me dirigí a la puerta. Estaba a punto de salir cuando
noté como me agarró del brazo y juntó sus labios con los míos. Mis ojos
comenzaron a cerrarse lentamente. Sonreí. Le deseé suerte y sorprendida
salí de su camerino. Un chico y una chica entraron detrás de mí con
mucho ropa, secador y productos para el pelo. Salí con la misma mujer
rubia y me dejó en la pista junto con mis amigas, que deseaban que les
contara lo que pasó en aquel camerino.
Saltaba y cantaba a la vez
que los chicos. Ellos lo disfrutaban tanto como nosotras. Apenas me
quedaba ya voz. Seguro que al día siguiente no podría ni hablar. El
concierto acabó. Ellos se despidieron de nosotras y salieron del
escenario corriendo. Poco a poco fuimos saliendo todas del estadio.
Algunas seguían gritando, otras abrazaban a sus amigas o a quien le
acompañara, otras saltaban de la emoción y otras incluso lloraban. Yo
estaba muy feliz. Al fin había estado cerca de aquel chico que conocí
por internet. Me despedí de mis amigas. Ojalá que cuando ellos acabaran
la gira pudiera irme a vivir a Londres con mi madre.
(Narra Harry)
Agotado
me eché en el sofá que había en mi camerino. Eché mi cabeza hacía
detrás observando el techo blanco. Miré mi macuto negro y corriendo me
levanté del sofá. Sarah. Tropecé con la mesa negra, y caí de rodillas.
Gateé hasta el macuto y lo abrí. Saqué mi móvil y lo encendí. Dos
llamadas perdidas y un mensaje. Todo de Sarah. Leí su mensaje. Mientras
lo hacía una sonrisa de enamorado esbozaba. Marqué su número, que me lo
sabía de memoria. Un pitido, dos, tres.
-¡Harry! -dijo ella con emoción.
-¡Mi amor! Acabo de leer tu mensaje. Estaba en el concierto, lo siento.
-Tranquilo, cielo. No importa. ¿Qué tal fue?
-Genial. Me encanta ver felices a mis fans.
-Sois increíbles. Por cierto, tengo una gran noticia que darte.
-¡Dime!
-Aún no se sabe, pero puede que sea profesora de Hip-hop.
-¿En serio?
-¡Sí! -rió- Hoy estaba paseando cuando vi una nueva escuela de danza:
Paso a paso. Y bueno buscaban profesores y entré para informarme.
Rellené un papel y me estuvieron enseñando la escuela. ¡Es enorme! Y
bueno, el Lunes tendré que ir a hacer el casting.
-Seguro que lo consigues, mi amor.
-Eso espero. Ya tengo el principio de la coreografía.
-¿Compites con muchos? ¿A qué hora es?
-Cinco. A las 16:00. Y de jurado están unos grandes bailarines de Hip-hop.
-Vaya. Ojalá estuviera ahí para animarte.
-Ojalá...
-¡El Lunes será un día especial! -dije cambiando de tema.
-¡Hacemos un mes!
-El primero de muchos, cielo.
-Solo es el comienzo.
-Te amo.
-Y yo más, Harry. Te llamo después de cenar.
-Tranquila, yo te llamo antes de irme a dormir.
-Esta bien. Te amo.
-Y yo a ti, muchísimo.
-Hablamos luego, mi amor. Adiós.
-Adiós, Sarah -colgué.
Dejé el móvil en la mesa y me eché de nuevo
en el sofá. Cuanto desearía estar con ella el Lunes. Me levanté del
sofá y me senté. Miré al suelo... ¿Y si iba a darle una visita?
Corriendo salí de mi camerino y fui al de Liam. Él tenía el papel con
todos los conciertos. Abrí la puerta sin avisar. Estaba hablando por
teléfono. Comencé a recorrer cada parte de su camerino, estaba nervioso.
-Danielle, hablamos luego. Tengo que colgar. Te amo -dijo antes de colgar- ¿Qué ocurre, Harry?
-Déjame el papel de la gira.
-¿Para qué? -dijo abriendo su macuto- Toma.
-Lunes... -dije leyendo- Firma de disco en Manchester. De 12:00 a 14:00.
¡Genial! ¡Voy a ver a Sarah! -grité saliendo de su camerino para ir a
hablar con nuestro manager.
Él hablaba con los del siguiente
concierto, que sería el Miércoles en Liverpool. En cuanto él terminó de
hablar. Me acerqué a él. Comencé a hablar rápido. No me entendía. Me
pidió que me tranquilizara. De nuevo comencé a explicarle mi idea. Al
principio me dijo que no. Pero acabo aceptando. Pero tan solo me dejaría
la tarde. A la noche tendría que estar en Liverpool. Salté de la
emoción y corriendo entré en mi camerino. Allí comencé a saltar y a
gritar todo lo que quise. Paul nos avisó que ya nos íbamos. Cogí mi
macuto y me reuní con los chicos en la puerta trasera del estadio. Nos
montamos en una gran furgoneta negra y nos dirigimos al hotel. Durante
el camino les conté a los chicos mi idea. Al principio pensaron que iba a
ser una locura. Pero cuando una estaba enamorado haría lo que hiciera
falta por su novia o novio. Salimos de la furgoneta y por la puerta
trasera del hotel y rodeados de guardaespaldas entramos en éste. Subimos
a nuestra planta y cada uno entró en su habitación. Yo estaba con Zayn.
Me eché en la cama y comencé a lanzar una pelota al aire. Después la
volví a coger y así un tiempo hasta que Zayn salió de la ducha y entré
yo. Durante la ducha pensé en como contarle a Sarah que iba a ir a
verla. O mejor... Iba a darle una sorpresa.
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