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jueves, 15 de noviembre de 2012

Capítulo 21: Deseando a una persona hermosa, en un día hermoso.

Capítulo 21: Deseando a una persona hermosa, en un día hermoso.

(Narra Sarah)

Noté como algo rozaba mis labios. Lentamente fui abriendo los ojos. ¿Y qué fue lo primero que ví? Unos preciosos ojazos verdes, unos rizos marcados perfectamente que cubrían su frente de derecha a izquierda y una amplia sonrisa con unos dulces hoyuelos. Harry. Sonreí frotándome los ojos.

-Buenos días, princesa -me dio un corto beso.
-Buenos días, cielo -se lo devolví.
-Hice el desayuno -miré la bandeja.
-Oh, vamos, desayunemos -sonreí.

Lo besé. Me senté en la cama sonriente. Harry se sentó en frente de mí con la bandeja separándonos y empezamos a desayunar. Durante toda la desayuno no hablamos mucho. Solo sobre el extraño sueño que tuvo Harry. En cuanto terminamos de desayunar lo recogimos todo. Cogí la bandeja y bajamos las escaleras. Él se echó en el sofá y yo entré en la cocina para soltarla.

En cuanto solté la bandeja en la cocina y guardé cada cosa en su sitio, salí y me eché encima de Harry, que estaba echando en el sofá. Él estaba boca abajo. Besé su hombro. Éste se giró como pudo y lo besé de nuevo, pero esta vez en los labios. Sonreímos. Decidimos jugar un poco a la Wii. Puso los juegos olímpicos, yo ya había jugado varias veces.

-¡Esta vez voy a ganar! -dijo Harry riendo.
-Eso ya lo veremos.

Seguimos jugando. Pero esta vez iba ganado Harry. Comenzó a hacer un pequeño baile riéndose mientras yo terminaba la partida. Gané yo. Conseguí muchos más punto que él. Harry dejó de bailar y sorprendido me miró. Estallé a carcajadas y comencé a imitar el baile que hizo él unos minutos antes.

-¡No vale!
-Claro que vale, cariño -dije riendo.
-Has ganado en todas -dijo haciéndose el enfadado.
-Porque soy más buena que tú -le guiñé un ojo y entré en la cocina a por agua.

Cogí dos vasos y saqué una botella de agua. Eché a los dos vasos y volví a guardar la botella en su sitio. Cogí los dos vasos y salí de la cocina. Harry estaba sentado en el sofá, con los brazos abiertos y apoyados en el cabecero del sofá. Tenía las piernas cruzadas. En cuanto entré por la puerta giró un poco la cabeza y me sonrío. Le devolví la sonrisa y le entregué su vaso de agua. De un trago nos bebimos todo. Soltamos los vasos en la mesa del salón y nos volvimos a sentar en el sofá, aunque esta vez estábamos con el ordenador en twitter. Llegó la hora de almorzar. Hicimos la comida y empezamos a almorzar.

El móvil me comenzó a sonar. Colgué. Era Alice. En ese momento no podía hablar con ella, aunque sabía perfectamente porque me ha llamado. Harry me observó extrañado.

-¿No se lo coges?
-Es para recordarme que hoy habíamos quedado.

Harry no me contestó. No dijo nada durante todo el almuerzo. Incluso estuvo serio y sin mirarme. Terminamos de almorzar y recogimos todo. Fui a ponerme la ropa que me puse el día anterior. Harry entró a la habitación.

-¿Por qué te vistes? -cerró la puerta.
-Voy a salir... He quedado con Alice.
-Ah... bueno -agachó la cabeza- Pensaba que hoy... ibas a... bueno déjalo...
-Lo siento, mi amor, ya lo teníamos planeado desde hace mucho -lo besé.

Salí de casa de Harry corriendo y me dirigí corriendo hacía mi apartamento. Me dí una ducha rápida y me puse un vestido azul con un gran cinturón marrón a la altura de las costillas. Era precioso. Una americana del color del cinturón y unos tacones del mismo color también. Me hice un recogido. Corriendo cogí el regalo de Harry y lo metí en una pequeña cajita celeste y también una carta que le hice. Guardé todas mis cosas en el bolso y salí corriendo de allí. Los paparazzis me seguían pero no les di mucha importancia, tenía que llegar cuanto antes a casa de Louis.

Louis me ayudaría en todo este plan que monté para el cumpleaños de Harry ¿Qué no me acordé? ¡Claro que me acordé! Tan solo iba a darle un sorpresa... ¡Incluso lo apunté en el móvil! Louis me dejó una libreta y un rotulador. Nos montamos los dos en el coche y me llevó hasta un pequeño campo a las afueras de la ciudad. Louis volvió a recoger a las chicas y los demás chicos. Corriendo fui dejando pequeñas pistas por muchos lados de aquel pequeño campo y me senté en un tronco con la cajita a mi lado a esperar a que llegara Harry. Louis llegó con los demás. Les di sus respectivas pistas a cada uno y se fueron a esconderse. Louis avisó a Harry ¡Estaba deseando que llegara!

(Narra Harry)

Mi cumpleaños no podía haber salido peor... Mi novia no se acordaba de que era mi cumpleaños, ni me felicitó y encima salió con su amiga... y me dejó ahí plantado.

Me eché en el sofá. Pensando en todo aquello que me estaba pasando, ¿por qué? ¿Por qué Sarah? Iba a llamarla y hablar con ella... A lo mejor no se acordaba... Cogí el móvil pero justo me llamaron. Louis.

-¿Sí? -contesté.
-¡Felicidadeeeeeeeees! -escuché gritar a todos.
-Oh, gracias.
-Hey, tío, ven al campo que está a las afueras de la ciudad. ¿Sabes cual te digo?
-¿Al último que fuimos?
-¡Sí!
-¿Para?
-Vamos, es tu cumpleaños... ¡Vamos a celebrarlo!
-No quiero ir... Louis.
-¡Harry! O vienes o vienes.
-Esta bien... Ahora os veo.

¡No! No quería ir... Sin Sarah no... Pero bueno, iba a alegrar un poco el día... Subí a mi habitación y me cambié de ropa. Cogí las llaves del coche y me monte en este. Me dirigía hacia aquel campo... Pero no dejaba de pensar en Sarah. Llegué. Era media hora de camino, aproximadamente. Había alguien en la puerta de este.

-Perdone, no puedes entrar con coche.
-Pero, sí... Esta bien, ¿lo puedo aparcar por aquí cerca?
-Sí. Allí hay varios aparcamientos -señaló.
-Esta bien, gracias.

No tenía ganas de discutir... ¿Quién era él para decirme que no puedo meter coches? Si la última vez que vine con los chicos nos dejaron pasar... Aparqué el coche y entré en el campo.

Caminaba muy lento, con las manos metidas en los bolsillos de mi pantalón vaquero, con la mirada en el suelo, cuando sin querer veo que piso un pequeño papel de color naranja. ¿Qué es eso? Ponía: '¡Hola, mi amor! Ahora mismo, estarás enfadado o molesto... Por haberte dejado plantado... Lo siento de verdad. Sigue las flechas que he dejado pegadas en los troncos de los árboles. ¡No te pierdas! Sarah xx'. ¿Sarah? ¡¿Sarah?! Seguí caminando, esta vez más rápido. En cada árbol había pequeños papeles que me guiaban, en algunos ponía 'te quiero'. Seguí caminando, pero no aparecía nada, ni nadie... tan solo pequeños papeles naranjas. Ví a siete personas sentadas en el suelo... ¿Eran los chicos?

-¡Eh! -grité. Todos se giraron.
-¡Felicidadeeeeeeees! -Saltó Niall encima de mí.
-¡Eh, eh! Rubio quieto eh... Qué el ricitos es mío -dijo Louis apartando a Niall.
-¿Y Sarah? -dije mirando a todos lados.
-¿Sarah? A sí... Bueno, ella no ha podido venir... y nos dejó tu regalo... Y para hacerlo más divertido decidimos esconderlo -dijo Alice.
-Pero a mi me dijo que había quedado contigo.
-Sí, bueno, al final yo decidí venirme con ellos a celebrar tu cumpleaños.
-Pero, yo quiero que también esté ella...
-Bueno, aquí tienes otra pista para encontrar su regalo.

Cogí el papel y lo leí: 'Lo siento, de verdad... Espero que te guste el regalo. Sarah xx' Seguí caminando. Ya estaba cansado. No lo iba a encontrar jamás. Aquello era como un laberinto... Me senté en uno de los troncos que habían tirados por el suelo. Escuché ruido de algunas hojas. Me giré y vi a una chica sentada en un tronco grueso. Tenía el pelo recogido y un precioso vestido azul marino con una americana marrón claro. A su lado había una pequeña caja celeste. ¡¿Sarah?! Corriendo me levanté y me dirigí hacía ella.

-¡¿Sarah?! -la chica se giró. Sí, era ella. Mi Sarah.
-¡Felicidadeeeeeeeeees, mi amor! -Corrió hacía mí y me abrazó fuerte.
-Oh, mi amor... ¿Qué es esto? -dije mirando a nuestro alrededor
-¿No te gustó?
-Sí, bueno... Me pusiste un poco triste... Pero ya cambió todo ¿por qué lo hiciste? -dije con una amplia sonrisa.
-Tú regalo de cumpleaños.
-¿Y qué es?
-Míralo tu mismo -me dio la pequeña caja celeste que estaba junto a ella.

Abrí la caja despacio. Dentro había un sobre y una carta a su lado. 'Lee primero la carta' dijo ella. Obedecí y comencé a leer.

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