Capítulo 21: Deseando a una persona hermosa, en un día hermoso.
(Narra Sarah)
Noté
como algo rozaba mis labios. Lentamente fui abriendo los ojos. ¿Y qué
fue lo primero que ví? Unos preciosos ojazos verdes, unos rizos marcados
perfectamente que cubrían su frente de derecha a izquierda y una amplia
sonrisa con unos dulces hoyuelos. Harry. Sonreí frotándome los ojos.
-Buenos días, princesa -me dio un corto beso.
-Buenos días, cielo -se lo devolví.
-Hice el desayuno -miré la bandeja.
-Oh, vamos, desayunemos -sonreí.
Lo besé. Me senté en la cama
sonriente. Harry se sentó en frente de mí con la bandeja separándonos y
empezamos a desayunar. Durante toda la desayuno no hablamos mucho. Solo
sobre el extraño sueño que tuvo Harry. En cuanto terminamos de desayunar
lo recogimos todo. Cogí la bandeja y bajamos las escaleras. Él se echó
en el sofá y yo entré en la cocina para soltarla.
En cuanto solté
la bandeja en la cocina y guardé cada cosa en su sitio, salí y me eché
encima de Harry, que estaba echando en el sofá. Él estaba boca abajo.
Besé su hombro. Éste se giró como pudo y lo besé de nuevo, pero esta vez
en los labios. Sonreímos. Decidimos jugar un poco a la Wii. Puso los
juegos olímpicos, yo ya había jugado varias veces.
-¡Esta vez voy a ganar! -dijo Harry riendo.
-Eso ya lo veremos.
Seguimos jugando. Pero esta vez iba ganado
Harry. Comenzó a hacer un pequeño baile riéndose mientras yo terminaba
la partida. Gané yo. Conseguí muchos más punto que él. Harry dejó de
bailar y sorprendido me miró. Estallé a carcajadas y comencé a imitar el
baile que hizo él unos minutos antes.
-¡No vale!
-Claro que vale, cariño -dije riendo.
-Has ganado en todas -dijo haciéndose el enfadado.
-Porque soy más buena que tú -le guiñé un ojo y entré en la cocina a por agua.
Cogí
dos vasos y saqué una botella de agua. Eché a los dos vasos y volví a
guardar la botella en su sitio. Cogí los dos vasos y salí de la cocina.
Harry estaba sentado en el sofá, con los brazos abiertos y apoyados en
el cabecero del sofá. Tenía las piernas cruzadas. En cuanto entré por la
puerta giró un poco la cabeza y me sonrío. Le devolví la sonrisa y le
entregué su vaso de agua. De un trago nos bebimos todo. Soltamos los
vasos en la mesa del salón y nos volvimos a sentar en el sofá, aunque
esta vez estábamos con el ordenador en twitter. Llegó la hora de
almorzar. Hicimos la comida y empezamos a almorzar.
El móvil me
comenzó a sonar. Colgué. Era Alice. En ese momento no podía hablar con
ella, aunque sabía perfectamente porque me ha llamado. Harry me observó
extrañado.
-¿No se lo coges?
-Es para recordarme que hoy habíamos quedado.
Harry no me
contestó. No dijo nada durante todo el almuerzo. Incluso estuvo serio y
sin mirarme. Terminamos de almorzar y recogimos todo. Fui a ponerme la
ropa que me puse el día anterior. Harry entró a la habitación.
-¿Por qué te vistes? -cerró la puerta.
-Voy a salir... He quedado con Alice.
-Ah... bueno -agachó la cabeza- Pensaba que hoy... ibas a... bueno déjalo...
-Lo siento, mi amor, ya lo teníamos planeado desde hace mucho -lo besé.
Salí
de casa de Harry corriendo y me dirigí corriendo hacía mi apartamento.
Me dí una ducha rápida y me puse un vestido azul con un gran cinturón
marrón a la altura de las costillas. Era precioso. Una americana del
color del cinturón y unos tacones del mismo color también. Me hice un
recogido. Corriendo cogí el regalo de Harry y lo metí en una pequeña
cajita celeste y también una carta que le hice. Guardé todas mis cosas
en el bolso y salí corriendo de allí. Los paparazzis me seguían pero no
les di mucha importancia, tenía que llegar cuanto antes a casa de Louis.
Louis
me ayudaría en todo este plan que monté para el cumpleaños de Harry
¿Qué no me acordé? ¡Claro que me acordé! Tan solo iba a darle un
sorpresa... ¡Incluso lo apunté en el móvil! Louis me dejó una libreta y
un rotulador. Nos montamos los dos en el coche y me llevó hasta un
pequeño campo a las afueras de la ciudad. Louis volvió a recoger a las
chicas y los demás chicos. Corriendo fui dejando pequeñas pistas por
muchos lados de aquel pequeño campo y me senté en un tronco con la
cajita a mi lado a esperar a que llegara Harry. Louis llegó con los
demás. Les di sus respectivas pistas a cada uno y se fueron a
esconderse. Louis avisó a Harry ¡Estaba deseando que llegara!
(Narra Harry)
Mi
cumpleaños no podía haber salido peor... Mi novia no se acordaba de que
era mi cumpleaños, ni me felicitó y encima salió con su amiga... y me
dejó ahí plantado.
Me eché en el sofá. Pensando en todo aquello
que me estaba pasando, ¿por qué? ¿Por qué Sarah? Iba a llamarla y hablar
con ella... A lo mejor no se acordaba... Cogí el móvil pero justo me
llamaron. Louis.
-¿Sí? -contesté.
-¡Felicidadeeeeeeeees! -escuché gritar a todos.
-Oh, gracias.
-Hey, tío, ven al campo que está a las afueras de la ciudad. ¿Sabes cual te digo?
-¿Al último que fuimos?
-¡Sí!
-¿Para?
-Vamos, es tu cumpleaños... ¡Vamos a celebrarlo!
-No quiero ir... Louis.
-¡Harry! O vienes o vienes.
-Esta bien... Ahora os veo.
¡No! No quería ir... Sin Sarah no...
Pero bueno, iba a alegrar un poco el día... Subí a mi habitación y me
cambié de ropa. Cogí las llaves del coche y me monte en este. Me dirigía
hacia aquel campo... Pero no dejaba de pensar en Sarah. Llegué. Era
media hora de camino, aproximadamente. Había alguien en la puerta de
este.
-Perdone, no puedes entrar con coche.
-Pero, sí... Esta bien, ¿lo puedo aparcar por aquí cerca?
-Sí. Allí hay varios aparcamientos -señaló.
-Esta bien, gracias.
No tenía ganas de discutir... ¿Quién era él
para decirme que no puedo meter coches? Si la última vez que vine con
los chicos nos dejaron pasar... Aparqué el coche y entré en el campo.
Caminaba
muy lento, con las manos metidas en los bolsillos de mi pantalón
vaquero, con la mirada en el suelo, cuando sin querer veo que piso un
pequeño papel de color naranja. ¿Qué es eso? Ponía: '¡Hola, mi amor!
Ahora mismo, estarás enfadado o molesto... Por haberte dejado
plantado... Lo siento de verdad. Sigue las flechas que he dejado pegadas
en los troncos de los árboles. ¡No te pierdas! Sarah xx'. ¿Sarah?
¡¿Sarah?! Seguí caminando, esta vez más rápido. En cada árbol había
pequeños papeles que me guiaban, en algunos ponía 'te quiero'. Seguí
caminando, pero no aparecía nada, ni nadie... tan solo pequeños papeles
naranjas. Ví a siete personas sentadas en el suelo... ¿Eran los chicos?
-¡Eh! -grité. Todos se giraron.
-¡Felicidadeeeeeeees! -Saltó Niall encima de mí.
-¡Eh, eh! Rubio quieto eh... Qué el ricitos es mío -dijo Louis apartando a Niall.
-¿Y Sarah? -dije mirando a todos lados.
-¿Sarah? A sí... Bueno, ella no ha podido venir... y nos dejó tu
regalo... Y para hacerlo más divertido decidimos esconderlo -dijo Alice.
-Pero a mi me dijo que había quedado contigo.
-Sí, bueno, al final yo decidí venirme con ellos a celebrar tu cumpleaños.
-Pero, yo quiero que también esté ella...
-Bueno, aquí tienes otra pista para encontrar su regalo.
Cogí el
papel y lo leí: 'Lo siento, de verdad... Espero que te guste el regalo.
Sarah xx' Seguí caminando. Ya estaba cansado. No lo iba a encontrar
jamás. Aquello era como un laberinto... Me senté en uno de los troncos
que habían tirados por el suelo. Escuché ruido de algunas hojas. Me giré
y vi a una chica sentada en un tronco grueso. Tenía el pelo recogido y
un precioso vestido azul marino con una americana marrón claro. A su
lado había una pequeña caja celeste. ¡¿Sarah?! Corriendo me levanté y me
dirigí hacía ella.
-¡¿Sarah?! -la chica se giró. Sí, era ella. Mi Sarah.
-¡Felicidadeeeeeeeeees, mi amor! -Corrió hacía mí y me abrazó fuerte.
-Oh, mi amor... ¿Qué es esto? -dije mirando a nuestro alrededor
-¿No te gustó?
-Sí, bueno... Me pusiste un poco triste... Pero ya cambió todo ¿por qué lo hiciste? -dije con una amplia sonrisa.
-Tú regalo de cumpleaños.
-¿Y qué es?
-Míralo tu mismo -me dio la pequeña caja celeste que estaba junto a ella.
Abrí la caja despacio. Dentro había un sobre y una carta a su lado. 'Lee primero la carta' dijo ella. Obedecí y comencé a leer.
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