Capítulo 61: Prometo amarte todos los
días de mi vida.
(Narra Sarah)
Cinco años después podía decir que
nuestra vida había mejorado muchísimo, pero no solo la mia y de
Harry, si no la de todos los demás. Zayn y Emma ya se habían casado
y tenían un hijo precioso de cuatro años, James. Alice y Niall
tenían un bebé de cinco meses, Ronan. Danielle desde su boda su
vida fue a mejor, a los dos años tuvieron a la pequeña Nicole.
Todos habríamos formado nuestras familias y estábamos más unidos y
felices que nunca. Aquella mañana estábamos en el parque. Los
chicos llegaban esa misma tarde de gira, después de siete meses. Nos
veíamos dos o tres veces al mes, aunque ahora estarían más de un
año con nosotras, aunque estarían preparando su nuevo disco.
-¡Mamá, Peter no me deja! -gritó
Anne mientras corría hacia mi.
-¡Peter! -gritó Eleanor.
-No importa, si se llevan todo el día
peleando -dije riendo.
-Pero después no puede estar separados
-rió también Eleanor.
-Mamá, ¿cuando va a llegar papá?
-preguntó James mirando fijamente a Emma. Tenía los mismo ojos de
ella.
-El avión llega en tres horas, ¿no?
-preguntó Alice.
-Sí -contestó Danielle dándole de
comer a Nicole.
Senté en mis piernas a Anne y le
aparté los rizos de la cara. Tenía los mismo ojos que Harry, cada
vez que la miraba me recordaba a él. Salimos del parque y nos
dirigimos a casa de Danielle, allí esperaríamos a los chicos, ya
que por el tema de fans nos pidieron de no ir al aeropuerto. Los
niños se sentaron en la mesa y comenzaron a comer, luego nos
sentamos nosotros y almorzamos juntos. Quedaba una hora y media para
que llegaran. Cuando terminamos, recogimos todo. Y como siempre Anne
la última.
-Vamos Anne, termine -dije limpiando la
mesa.
-Es que no me gusta...
-Pero, si no has comido nada. Vamos un
poco solo. Si no, no vamos a ver a papá -dije entrando en la cocina
y comencé a fregar. Guardé el último vaso cuando apareció Anne
con su plato vacío. Se lo cogí y reí.
-¿Ya podemos ver a papá?
-Claro, cielo -dije poniéndome de
cuclillas para estar a su altura.
-Le echo mucho de menos... -dijo
abrazándome.
-Y yo, cariño -dije devolviéndole el
abrazo- Pero ya mismo estará de nuevo aquí -dije sonriente mientras
le miraba fijamente a sus ojos verdes.
El timbre interrumpió nuestra
conversación. Todos corriendo nos dirigimos a la puerta. Peter la
abrió y se echó encima de su padre. Todas se fueron a abrazar a sus
novios. Cuando Anne dejó de hablar con Harry se bajó de sus brazos,
me acerqué a él y le agarré el cuello juntando nuestros labios.
Cuando nos separamos sonreímos y le abracé.
-Te tengo una sorpresa... -susurró
Harry en mi oído.
(Narra Harry)
El avión acababa de aterrizar. Mi
corazón cada vez iba más y más rápido. Estaba deseando llegar ya
para ver a mi familia. En cuanto el avión paró los cinco salimos de
uno en uno del avión y corriendo cruzamos el aeropuerto. Los
paparazzis y las fans corrían detrás nuestra pero todos estábamos
deseando llegar ya a casa. Nos montamos en la furgoneta negra y nos
dirigimos a casa. Aquella hora aproximadamente en la furgoneta. Se me
hizo la más eterna de todas, parecía que nunca iba a acabar, que
nunca íbamos a llegar a casa. Más quería llegar, más lento se me
pasaba el tiempo. Todos estábamos igual, nerviosos, deseando que el
chófer se girara y dijera que ya habíamos llegado. Por el camino
comenzamos a hacer tonterías, pues a lo mejor así se pasaba algo
más rápido, y algo funcionó.
-Ya podéis bajar chicos, hemos llegado
-antes de que el chófer terminara la frase Louis y Zayn abrieron las
puertas.
Cogimos las maletas y nos despedimos
del chófer. Liam tocó el timbre y a los pocos segundos vimos al
pequeño Peter abrir la puerta. En cuanto mi pequeña Anne me vio
corrió con los brazos abiertos hacia mi.
-¡Papá! -gritó ella mientras me
abrazaba.
-¡Cariño! Te extrañé -dije
cogiéndola en brazos.
-Y yo a ti -sonrió ella- Mamá está
allí -señaló mientras se bajaba de mis brazos.
Giré mi cabeza y allí estaba ella,
con una amplia sonrisa. Me acerqué a ella y junté mis labios con
los suyos una vez más. Me separé de ella mientras sonreí mirando
fijamente a sus ojos marrones claros. La abracé fuerte y ella apoyó
su cabeza en mi homrbo. Giré un poco mi cabeza.
-Te tengo una sorpresa... -susurré en
su oído.
Pude notar como su piel se erizaba
lentamente y eso era algo que siempre me había encantado. Noté como
alguien tiraba de mi camiseta miré y me encontré con los hermosos
ojos verdes de Anne. Sonriente la cogí en brazos y entramos todos en
la casa.
-Papá, ¿sabes que Peter es mi novio?
-dijo Anne susurrando.
-¿Sí? -pregunté sorprendido.
-Sí -asintió ella tímida.
-¿Y te cuida bien?
-Muy bien -rió ella.
-Entonces genial -sonreí abrazándola.
Anne se bajó de mis brazos y se sentó
al lado de Peter. Miré a Sarah que observaba riendo a Anne, ya que
se había enterado de todo. Volví a mirar a los dos pequeños. Peter
agarró la mano de Anne y se acercó a ella para darle un beso en la
mejilla. Riendo miré de nuevo a Sarah. Liam que estaba a su lado me
dio un pequeño golpe en el hombro. Aquello me puso muy nervioso. No
sabía como hacerlo, como decírselo...
-Chicos -dijo Liam. Todos ya sabían
que le iba a pedir matrimonio a Sarah por lo que todos me miraron
fijamente. Las chicas me miraron también extrañadas. Agarré las
manos de Sarah.
-Sarah yo... Yo quiero que sepas que ha
sido una de las mejores cosas que me han podido pasar en la vida, el
haber formado una familia me ha echo el hombre más feliz del mundo,
pero aún falta algo para completar esa felicidad... Sarah, ¿quieres
casarte conmigo? -dije mientras le enseñaba el anillo que guardaba
una pequeña caja negra.
Sarah me miraba con lágrimas en los
ojos. Papardeó un par de veces, haciendo que las lágrimas cayeran
despacio por sus mejillas. Todos estaban en silencio. Sarah observó
un instante el anillo y volvió a mirarme a los ojos fijamente.
-Si quiero casarme contigo -dijo ella
antes de besarme.
Aquella frase, aquel 'si quiero casarme
contigo' fue lo que completó mi felicidad. Ya podía decir, soy
feliz, soy el más afortunado del mundo. Y todo por aquella frase.
Cuando me separé de Sarah todos comenzaron a gritar y a aplaudir.
Niall tapaba los ojos de Anne que ésta riendo se quitaba las manos
para poder ver. Y sí, era la persona más feliz del mundo.
(Narrador)
La boda de Harry y Sarah fue
espectacular, terminó cuando ambos lanzaron farolillos volantes al
cielo. Zayn y Emma juntos estaban junto con James a su lado. Danielle
y Liam también tenían a Nicole junto a ellos, igual Peter con Louis
y Eleanor, que también estaban junto con Anne y Alice y Niall con
Ronan. Todos observaban atentos y felices a la pareja que estaba a
punto de lanzar los farolillos. Harry se acercó al oído de la
morena y le susurró al oído antes de lanzarlos al cielo:
-Prometo amarte todos los días de mi
vida.
Aquella frase se quedó guardada
siempre en ellos dos. Nunca se les olvidó. Los chicos tuvieron una
gran carrera como artistas, y sí, como Harry le prometió a Sarah
estuvo amándola hasta el último día de vida. Pero no sólo Harry y
Sarah, los diez mejores amigos tuvieron su único y final feliz.